“Es un lugar muy feo, hay muchos cuartitos. Donde a mí me metieron había un colchón tirado y una silla”, detalló una víctima de secuestro exprés a Periódico Central; la mujer fue llevada a un lugar conocido como "la maldita vecindad", escuela del crimen en el Centro Histórico de Puebla. Yolanda teme que la secuestraron para ser víctima de trata de personas.
Por Magarely Hernández
Puebla/Ciudad de México, 20 de marzo (Periódico Central/SinEmbargo).– A finales de febrero del 2019, Yolanda —a quien llamaremos así en esta publicación por razones de seguridad—, fue subida a un automóvil a punta de pistola en calles de San Pablo Xochimehuacan, junta auxiliar de la capital poblana.
Su secuestrador la llevó sobre la 11 Norte y dio vuelta en la 10 Poniente, hasta llegar a “la maldita vecindad”, un lugar que presuntos delincuentes utilizan como lugar de refugio y que se ubica en la calle 3 Norte entre la 8 y 10 Poniente.
El secuestrador la metió en uno de los cuartos. La amarró de los pies y le dijo que esperara a la persona que había mandado a traerla. Así estuvo una hora encerrada hasta que, para su suerte, un joven decidió ayudarla. El joven le dio un periódico, aparentemente para que cubriera su rostro, 100 pesos y le ordenó: “¡Corre!”
Hasta el momento Yolanda sigue pensando que la llevaron para ser víctima de trata de personas.
Después de que Periódico Central realizó una publicación sobre “la maldita vecindad”, escondite de presuntos carteristas y narcomenudistas en el Centro Histórico de la capital poblana, Yolanda decidió dar a conocer su caso pues asegura que fue raptada y llevada a ese lugar.
"Es un lugar muy feo, hay muchos cuartitos. Donde a mí me metieron había un colchón tirado y una silla", detalló a este medio.
“La maldita vecindad” es como se conoce a la casona marcada con el número 805 de la calle 3 Norte, entre la 8 y la 10 Poniente. Es la escuela del crimen en el Centro Histórico de Puebla; el lugar es usado como guarida de presuntos delincuentes.
“La maldita vecindad” se ubica como el lugar donde opera el grupo identificado como “La Bolita”, cuyos miembros estafan y roban a transeúntes del primer cuadro de la ciudad de Puebla.
En esa misma vecindad existen reportes de narcomenudeo así como venta de armas entre los ambulantes de la organización de 11 de Marzo que lidera Martin Juárez, actos violentos que son tolerados por la Secretaría de Gobernación Municipal del Ayuntamiento de Puebla.
EL SECUESTRO
Yolanda labora en el departamento de cobranza en una empresa. A finales de febrero pasado notó que mientras transitaba por calles de Xochimehuacan un hombre comenzó a seguirla.
En ese momento pudo comunicarse con uno de sus compañeros, quien llegó al lugar donde ella se encontraba y logró ahuyentar al sujeto que la vigilaba.
Sin embargo, días después volvió a notar que nuevamente la seguían, ahora por un sujeto a bordo de un auto Chevrolet tipo Cavalier color café, el cual tenía una calcomanía de la Santa Muerte en la parte de atrás y letras chinas al frente.
"Yo estaba trabajando entre las privadas de Xochimehuacán, pero noté que el coche estaba en la esquina. Mi abuelita vive por esa zona, así que entré y me quede ahí como por media hora. A ella nunca le dije que me seguían porque vive sola y no quería asustarla", relató Yolanda.
Al salir de la casa de su abuelita, Yolanda notó que el auto seguía esperándola, así que se comunicó por teléfono con su hermana para darle detalles del auto que la seguía pero mientras hablaba, el hombre que conducía el Cavalier la interceptó, le apuntó con un arma y le pidió que se subiera al auto y no gritara.
Yolanda obedeció al sujeto y se subió al auto. El hombre, le apagó el celular y se dirigió a la 11 Norte; después, dio vuelta en la 10 Poniente hasta llegar a “la maldita vecindad” y ahí la bajó.
El agresor la llevó a uno de los cuartos, la sentó en una silla y le amarró los pies. “Era un señor como de 33 años y me dijo que esperara a la persona que me mandó a traer”, contó.
"Durante ese tiempo de espera, un joven de aproximadamente 20 años de edad se acercó y me preguntó que si ya sabía por qué me tenían ahí, yo le dije que no, se fue a otro cuartito, me dio un periódico, 100 pesos y me dijo que corriera”, recordó Yolanda.
Finalmente, la mujer llegó corriendo hasta el Centro de Convenciones, sobre el bulevar 5 de Mayo y logró comunicarse con su hermana.
El incidente ocurrió durante la mañana, aproximadamente a las 11:00 horas. Estuvo privada de su libertad cerca de 1 hora, esto desde el momento en que se subió al auto.
Explicó que durante su entrada en “la maldita vecindad” no pudo observar si tenían armas o drogas pues hay muchos cuartos y a ella la metieron a uno, donde solo pudo ver un colchón en el suelo y la silla en que la sentaron.
Yolanda asegura que ha visto en varias ocasiones el auto Cavalier circulando por la misma zona por lo que teme a ser víctima nuevamente.
"LA MALDITA VECINDAD"
El inmueble ha sido el lugar en el que se han desatado ya varios hechos violentos. El más reciente se registró el pasado 13 de enero, donde ocurrió una riña protagonizada por ambulantes del grupo de la 11 de marzo, de Martín Juárez.
En la riña resultaron heridas tres personas y ocurrió debido a que distintos miembros de la organización se pelearon por quien controlaría el narcomenudeo dentro del grupo.
El enfrentamiento comenzó en la vecindad. Según ambulantes de la zona, Alberto "N.", el hijo de uno de los líderes de ambulantes del Centro Histórico dedicado al narcomenudeo se enfrentó con otros vendedores de drogas. En el lugar al menos 15 hombres se confrontaron y 3 de ellos golpeados.
La Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal ha detenido en varias ocasiones a los responsables de juegos de azar conocidos como la banda de “La Bolita”.
Estos sujetos ponen a mitad de la banqueta —en calles como la 8, 10 y 212 Poniente— un cajón con tres tapas en la que esconden una bolita para atraer a los transeúntes.
Se trata en total de un grupo de 10 personas: un sujeto juega las tapas y atrae a las víctimas; un segundo hombre llama y refuerza a que los curiosos jueguen y un tercero funciona como palero. El resto se acerca para hacer presión incluso contra quienes no quieren jugar.
La SSPTM ha detenido al menos en tres ocasiones durante el último año a miembros de esta banda pero son liberados ya que solamente se les inician cargos por alterar el orden y el delito no se considera grave.
Además de esta banda existen grupos de jóvenes que se dedican al robo de celulares, carteras, cadenas y aretes que aprovechan las calles del centro para escabullirse y guarecerse en “La Maldita Vecindad”.
AGRESIÓN CONTRA ACTIVISTAS
El pasado 9 de marzo 32 mujeres de diversos colectivos como Puebla Vigila, 33 Mujeres así como estudiantes de la BUAP entre otros, llevaron a cabo un estudio de urbanismo y movilidad la tarde del sábado. Entre ellas se encontraba la directora de Movilidad del Ayuntamiento de Puebla, Alejandra Rubio Acle, así como personal del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN).
El grupo relató a Periódico Central que se reunió en la Plaza de Sor Juana Inés de la Cruz, en la 4 Poniente, y en la 10 Poniente se dividieron en grupos para poder trabajar mejor. A los pocos minutos de haber empezado el recorrido, comenzó la agresión en varias zonas.
La primera agresión quedó grabada en Facebook Live. En el video se les ve caminando con una mujer discapacitada en silla de ruedas mientras narran los problemas de movilidad a los que se enfrentan los peatones y, más aún, las personas discapacitadas con los espacios ocupados por ambulantes.
Cuando realizaban la transmisión en vivo se escuchó a un hombre exigirles que apaguen el celular y se escuchó también a varios alertar sobre por qué están grabando. Minutos más tarde, el grupo se encontró con una chica del colectivo que estaba en shock, pues acusó que la acosaron y la golpearon. A los pocos minutos llegó un policía y después de explicar la agresión terminaron con el video.
Miembros de la agrupación “11 de Marzo” fueron identificados como los responsables de la agresión en contra de seis mujeres que participaban en el ejercicio de movilidad "La calle es nuestra", el sábado 8 de marzo en el Centro Histórico de Puebla.