Si la Junta de Supervisores aprueba la prohibición el martes, San Francisco se sumará a las ciudades de West Hollywood y Berkeley, también en California, que han prohibido ese artículo de lujo según defensores de animales está basado en la crueldad y no refleja los valores de la ciudad.
Por Janie Har
San Francisco, 20 de marzo (AP).- San Francisco podría convertirse en el la ciudad más grande de Estados Unidos en prohibir la venta de abrigos de pieles, algo que agradaría a los amantes de animales pero molestaría a dueños de negocios especializados hartos de que los funcionarios municipales les digan qué pueden y no pueden vender.
Si la Junta de Supervisores aprueba la prohibición el martes, San Francisco se sumará a las ciudades de West Hollywood y Berkeley, también en California, que han prohibido ese artículo de lujo según defensores de animales está basado en la crueldad y no refleja los valores de la ciudad.
San Francisco se caracteriza por su fuerte consciencia social, aún a costas del comercio. La junta de esta ciudad prohibió la venta de cigarrillos mentolados y de otros sabores, sobre lo cual los votantes decidirán en las urnas en junio, y prohibió las exhibiciones en vivo de animales exóticos. En el 2016, San Francisco aprobó una ley revolucionaria sobre descanso pagado de paternidad, que ordena que los empleadores privados otorguen seis semanas con sueldo completo a sus empleados en descanso de paternidad.
De ser aprobada, la prohibición entraría en vigor el 1 de enero y aplicaría a abrigos y cualquier producto hecho de piel de animal genuina, incluyendo llaveros y guantes.
“Espero que eso inspire a otras ciudades y países. Ciertamente necesitamos mejores regulaciones federales sobre la producción de pieles”, dijo Katy Tang, supervisora que está promoviendo la iniciativa y es una ávida amante de los animales. “No existe una manera humanitaria de criar animales para despellejarlos”.
Algunos de los turistas que atiborran los hoteles del centro de San Francisco compran en tiendas como Neiman Marcus y Saks Fifth Avenue, con salones especializados de pieles. Las tiendas grandes podrían adaptarse más fácilmente, pero los negocios pequeños podrían tener problemas.