Poco se ha hablado de las actitudes discriminatorias de los candidatos presidenciales, sin embargo, lo más alarmante es que al parecer los candidatos se encuentran más preocupados por quedar bien con la Iglesia católica que por enfrentar temas de interés social que afectan los derechos de las mujeres en todo el país. Ante esta situación me pregunto: Y ahora, ¿quién podrá defendernos? ¿Será que ha llegado el momento de romper con el paternalismo gubernamental? Tal vez seamos nosotros, la ciudadanía, quienes tengamos que dar el paso hacia la madurez social. Las Cosas Simples.
Por Vanessa Bauche
(Fuentes: SDP noticias y Gire.org.mx)