El fallecimiento ocurrió a la una de la madrugada, cuando en medio de los esfuerzos para que don René vomitara, este se desplomó en los brazos de sus familiares. Los intentos de reanimarlo fueron inútiles pues ya no contaba con signos vitales.
Por Jésus López
Yucatán, 20 febrero (Por Esto).- Luego de que en días pasados recibiera una golpiza por parte de asaltantes en Progreso, René Gonzalo Sosa, de 89 años, falleció la madrugada del pasado viernes 19 de febrero a consecuencia del ataque.
El deceso ocurrió, según sus familiares ocurrió tras breve dolencia luego del incidente. Mareos, dolores de cabeza, pérdida de visión gradual y el desarrollo de una diabetes fueron partes de los males que lo atacaron.
“A los primeros días era normal que resintiera los golpes, lo animaba que lo entrevistaran, se sentía un artista, la visita de los reporteros y sus amigos cercanos lo llenó de vida; al poco tiempo empezó a escupir sangre y a tener trabajo para ingerir sus alimentos, los devolvía” expresó la señora Silvia Margarita Ceballos, una de sus sobrinas que estaba al cuidado de él.
El fallecimiento ocurrió a la una de la madrugada, cuando en medio de los esfuerzos para que don René vomitara, este se desplomó en los brazos de sus familiares. Los intentos de reanimarlo fueron inútiles pues ya no contaba con signos vitales.
Al otro día acudió la Semefo y un departamento de investigación ministerial para hacer una serie de entrevistas en toda el área a fin de conseguir pistas sobre lo ocurrido; sus vecinos coincidieron en que abunda la inseguridad (hace solo un par de semanas se asaltó un expendio de cerveza que está a pocos metros de la casa de René.
“No sabemos si vamos a denunciar, esperamos que haya justicia claro; nos duele mucho todo esto porque este fin de semana precisamente, íbamos a irnos de viaje para ver a unos parientes de Campeche y mi tío estaba muy emocionado” agregaron los familiares.
SE CASTIGARÁ CON PRISIÓN A LOS CULPABLES
El octogenario recibió la inesperada visita de dos sujetos, presuntamente pescadores foráneos, el pasado 9 de febrero cuando tomaba un descanso en el juicio de su casa en la calle 76 por 35 y 37 de la colonia centro; en medio del forcejeo los ladrones le propinaron golpes en todo el cuerpo, por lo que con fuerzas de flaqueza pidió auxilio y los ahuyentó.
Los esfuerzos por poner una demanda fueron inútiles, debido a que cuando sus sobrinas lo llevaron a las oficinas de la Fiscalía, aseguran que el personal les dio un mal trato y rechazó por pensar que tenían coronavirus.
El abogado que lleva el caso, Gerardo López Alcalá, comentó que en caso de reunir las suficientes denuncias, los culpables podrían ser condenados por homicidio calificado y la pena sería de 20 a 40 años de prisión.
GRADUADO DE BELLAS ARTES
La vida de René Gonzalo Sosa incluye una gran trayectoria artística cobijada por las distintas disciplinas a las que se dedicaba.
El puerto de Progreso lo vio nacer el 10 de enero de 1932. Su madre fue Emma Sosa Cruz, quien lo tuvo a los escasos 13 años de edad; de su padre no se tiene registro.
Conforma pasaban sus primeros años, René Sosa fue adquiriendo gusto por la danza y la música, fue tal su deseo de superarse a nivel profesional, que en los años cincuenta se convirtió en quizás el primer progreseño graduado de la prestigiosa escuela de Bellas Artes en la Ciudad de México.
Su licenciatura en música y artes plásticas le valieron el reconocimiento de la gente que lo escuchó entonar melodías en piano y órgano, instrumentos que incluso se comenta que manejaba con los ojos cerrados.
Las artesanías pronto se convirtieron en muestras también aplaudidas por grandes grupos de baile que llegaban desde varias partes de la república a Progreso; él era quien se encargó de montar escenografías en el extinto “Cine Principal”.
Las creaciones que hacía con productos del mar tampoco pasaron desapercibidas; empresarios de Campeche y Quintana Roo acudían al artista para encargarles diferentes adornos y comercializarlos fuera de Yucatán. Una colección inédita con muñecas y sirenas hechas con conchas de mar fueron sus preferidas.
Esta actividad lo llevó luego al carnaval, donde por muchos años fue el preferido del H. Ayuntamiento para encargarle coronas, penachos, trajes y las ya mencionadas escenografías para los días de la fiesta del Rey Momo.
Otras disciplinas que aprendió de manera autodidacta fueron la repostería, la gastronomía y la herbolaría. Según sus amigos cercanos, esto se debe a que Gonzalo Sosa contaba con una excepcional iniciativa y gusto por la lectura.
Su distracción mayor, eran los tradicionales “Sábados de Danzón” a cargo de Rosario Cardeña Escalante “Charo la pirata”, donde sacaba a relucir los pasos de baile que en juventud ejecutaba perfectamente como buen artista.