Los hallazgos del estudio mostraron que más de siete personas de cada 100, que dieron positivo a la COVID-19 y tenían asma, fueron menos propensas a ser hospitalizadas por el virus. Además, no hubo diferencias en el riesgo de muerte en comparación con personas que no tienen asma.
Madrid, 20 de febrero (europaPress).- Un estudio de investigadores del George Institute for Global Health de Australia ha evidenciado que tener asma no aumenta el riesgo de padecer COVID-19 grave o de morir a causa del coronavirus.
En su trabajo, publicado en la revista científica Journal of Asthma, analizaron los datos de 57 estudios con una muestra global de 587 mil 280 personas. Casi 350 mil personas se habían infectado con COVID-19 procedentes de Asia, Europa y América del Norte y del Sur, y descubrieron que tenían proporciones de asma similares a las de la población general.
Los resultados muestran que algo más de siete de cada 100 personas que dieron positivo en la prueba de COVID-19 también tenían asma, en comparación con algo más de ocho de cada 100 personas de la población general que padecían la enfermedad. También mostraron que las personas con asma tenían un 14 por ciento menos de riesgo de contraer COVID-19 y eran significativamente menos propensas a ser hospitalizadas por el virus. No hubo diferencias aparentes en el riesgo de muerte por COVID-19 en las personas con asma en comparación con las que no la padecían.
#COVID and Asthma? Asthmatics at no higher risk getting or dying from #COVID19, assessed from studies involving 587,000 people https://t.co/g1O1dckJTd
— Dr. Phil Domenico (@DrWillip) February 20, 2021
Aunque las razones de estos resultados no están claras, hay algunas explicaciones posibles, como que algunos inhaladores podrían limitar la capacidad del virus para adherirse a los pulmones. “Los receptores químicos de los pulmones a los que se une el virus son menos activos en las personas con un tipo concreto de asma y algunos estudios sugieren que los corticoesteroides inhalados, utilizados habitualmente para tratar el asma, pueden reducir aún más su actividad”, explica una de las líderes de la investigación, Christine Jenkins.
Además, la experta apunta que otra posible razón es que “la incertidumbre inicial sobre el impacto del asma en la COVID-19 puede haber causado ansiedad entre los pacientes y los cuidadores, lo que les lleva a estar más atentos a la prevención de la infección”.
Resultados anteriores han demostrado que las personas con afecciones respiratorias crónicas como el asma corrieron un mayor riesgo durante el brote del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS), causado por un virus con una estructura similar. “Las infecciones respiratorias como las causadas por coronavirus pueden exacerbar los síntomas del asma y el tratamiento con corticosteroides puede aumentar la susceptibilidad a la infección por COVID-19 y su gravedad”, detalla otro de los autores, Anthony Sunjaya.