“El Demonio”, el joven que apuñaló 32 veces a una niña de 11 años, tendrá asistir a un centro de rehabilitación; El homicidio se cometió en abril del 2016 en la colonia Guerrero del sector oriente de Monclova, Coahuila. Esa tarde del jueves 21, Javier entró a la casa de su ex novia Diana y la apuñaló en más de 30 ocasiones por presuntos celos.
Ciudad de México, 20 de febrero (SinEmbargo/Vanguardia).- .- El muchacho de 14 años de edad que fue declarado culpable por asesinar con más de 32 puñaladas a Diana de 11 años, fue condenado por los jueces a vivir con sus padres por al menos tres años, terminar la primaria y asistir a un centro de rehabilitación.
Esto se determinó en la última audiencia privada que se llevó a cabo en el Centro de Justicia Penal que se encuentra en el municipio de Frontera.
Javier, apodado “El Demonio”, no pisará la cárcel ni será internado en un centro psiquiátrico porque cuando cometió el crimen tenía 13 años de edad, y según la ley sólo se pueden recluir a los mayores de 14 años.
El homicidio se cometió en abril del 2016 en la colonia Guerrero del sector oriente de Monclova. Esa tarde del jueves 21 Javier entró a la casa de Diana y la apuñaló en más de 30 ocasiones por presuntos celos, pues anteriormente fueron novios.
Durante el juicio fue internado en un centro psiquiátrico y semanas atrás fue puesto en libertad.
Una vez que fue declarado culpable, los jueces especializados en materia de menores determinaron que el joven deberá vivir con sus padres por la supervisión familiar, acudir a un centro de rehabilitación en la colonia Miravalle para tratar su adicción a las drogas y regresar a clases porque no terminó la primaria.
La señora Blanca Estrada, madre de la víctima, lamentó que Javier esté libre: “La única vigilancia que tendrá será la de su madre, nada más, esto es una injusticia, es impunidad, Javier es un riesgo y no nada más para mí sino para la sociedad entera, imagínese en la calle a un asesino de 14 años”.
Asimismo la señora se dijo frustrada y desilusionada por las leyes pues considera que si un menor comete un delito grave debe ser juzgado como un adulto.
“Ojalá y reformen esa ley para que no pase otra situación como la de mi hija, porque los menores ya saben que pueden hacer lo que les plazca, al cabo no les van a hacer nada y con este caso pues ya están más que enterados”.
Mencionó también que Javier no muestra arrepentimiento y nunca se dirigió con ella para pedirle una disculpa, “pero allá hay un Dios y él lo va a juzgar”.