México

...Y traerá más irritación a los mexicanos, de por sí cansados de la política económica, afirman

20/01/2017 - 10:00 pm

El país tiene cuatro años en emergencia nacional, los problemas se acumulan y la llegada de Donald Trump a la Presidencia de EU, sólo viene a complicar el panorama nacional y el enojo ciudadano, dicen analistas y líderes sociales. El modelo de gobierno está agotado, afirman, y ante este escenario se empieza a conformar un nuevo liderazgo ciudadano encabezado por religiosos liberales, activistas y quienes se quieran sumar.

Más de 20 años de TLCAN exigen un giro completo para que el país pueda reinventarse en lo económico y en lo social, señalan.

Ciudad de México, 20 de enero (SinEmbargo).– México vive hace años una “emergencia nacional” advertida, entre otros, por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), formado por víctimas de la violencia agudizada en el sexenio pasado. Más de 200 mil personas han sido víctimas de asesinato o de desaparición desde entonces, de acuerdo con los datos oficiales.

“Pero los muertos siempre son los muertos de otro”, dice el escritor Javier Sicilia Zardain, padre de un joven que fue víctima de asesinato y luego dirigente del Movimiento por la Paz.

“Nosotros desde 2011 hablamos de una emergencia nacional, de la tragedia humanitaria que está viviendo el país, que vivía entonces y sigue viviendo [...]. Sucedió con Ayotzinapa y el zapatismo, también fue un movimiento muy fuerte y que mostraba mucho antes que nosotros que ya había una emergencia nacional grave y que se iba a deteriorar el país; pero, bueno, los indios también son otra cosa aparte para la mentalidad de los mexicanos”, agrega.

Distintos analistas coinciden con Sicilia en que Donald Trump vendrá a agravar los problemas que de por sí viven los mexicanos. “Somos el país que más afectado por el regreso del proteccionismo, porque la economía depende de Estados Unidos”, dice Graciela Bensusán, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana–Xochimilco.

El poeta Javier Sicilia expuso que Gómez fue fundamental para abrir las fosas de Tetelcingo. Foto: Margarito Pérez Retana, Cuartoscuro
El poeta Javier Sicilia advierte el surgimiento de nuevos liderazgos que van a hacer contrapeso en el país. Foto: Margarito Pérez Retana, Cuartoscuro

El aumento en el costo de la gasolina, sin embargo, motivó una serie de movilizaciones por casi todos los estados de la República y que el escritor considera más expandidas que las generadas para protestar por la violencia.

El motivo, dice, es que si bien los delitos de más impacto social, como los asesinatos y las desapariciones, afectaron de manera directa a las familias de las víctimas. Y la amenaza de una mayor precariedad económica se presenta sobre la mayor parte de la población mexicana.

“Tuvo que llegar justamente el gasolinazo, que toca directamente a todos los mexicanos, para que, por lo menos en la conciencia ciudadana, se empezara a entender que el asunto es gravísimo y que lo que no había despertado la conciencia ciudadana, Ayotzinapa, el Movimiento por la Paz y las víctimas o el movimiento indígena de los zapatistas, se reconcentra en esto, el gasolinazo, que toca directamente a todos y a todo lo demás que se viene acumulando como un agravio”, dice Sicilia.

“Entonces, sí creo que hay una conciencia muy clara en la ciudadanía de que este país está absolutamente roto, desfondado, que hay una emergencia”, agrega.

Varios frentes están abiertos en la economía mexicana. La amenaza de Donald Trump a las inversiones extranjeras en el país, uno de los pilares del poco empleo formal que hay en este país, se suma a unas finanzas públicas de por sí impactadas por la caída en los precios del petróleo, de los que dependía hasta un tercio de los ingresos del sector público presupuestario.

... algo se quebró y es probable que ningún discurso evite un colapso mayor, ni aun la aplicación de medidas extremas por calmar una protesta que se expande poco a poco y de manera continua. Foto: Cuartoscuro
... algo se quebró y es probable que ningún discurso evite un colapso mayor, ni aun la aplicación de medidas extremas por calmar una protesta que se expande poco a poco y de manera continua. Foto: Cuartoscuro

LA SUMA DE TODAS LAS AMENAZAS

El peso ha sido la moneda más golpeada por el resultado de la elección en Estados Unidos, registrando una devaluación de más del 70 por ciento con respecto al inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto.

Y el precio de los combustibles, liberados al mercado internacional como parte de la Reforma Energética, aumentaron un 20 por ciento en el último mes, desatando una ola de protestas sostenidas en todos los estados de la República.

A ese escenario se suma la amenaza de un mayor desempleo o mayor empleo informal por causa de la cancelación de inversiones más una también eventual llegada de connacionales deportados o que vuelvan al país ante la hostilidad animada desde la Presidencia de Estados Unidos.

El Gobierno federal, mientras, ha reaccionado pidiendo paciencia y unidad a la población al tiempo que, ante Trump, de acuerdo con analistas, muestra sometimiento y vulnerabilidad derivados de la dependencia económica.

Y es precisamente por ese “entreguismo”, dice Sicilia, más la lista de agravios acumulados en décadas de pobreza, violencia, impunidad y la captura del Estado mexicano por una élite sólo interesada en el dinero, que la ciudadanía debe reclamar finalmente su lugar en las decisiones políticas.

“Es eso, porque la clase política y particularmente la Presidencia pues están arrodillados ante Trump; parece que es un entrega absoluta del país y de la dignidad del país. Entonces, creo que esto puede ser un factor para una alianza civil importante de dignidad, de recuperar la vida política, porque con esta gente, nomás les interesa el dinero y son corruptos y se han arrodillado y entregado la dignidad del país a Trump”, dice el autor.

“Y simplemente la ciudadanía tampoco quiere eso. México no se merece eso”, agrega.

El padre Alejandro Solalinde encabezó la segunda marcha registrada esta tarde en la Ciudad de México. Foto: Cuartoscuro
El padre Alejandro Solalinde encabezó una de las megamarchas en la Ciudad de México en contra del gasolinazo. Foto: Cuartoscuro

NUEVOS LIDERAZGOS EN CAMINO

En entrevista, Sicilia informa que diversos liderazgos nacionales, como el de los sacerdotes Raúl Vera y Alejandro Solalinde, sostienen encuentros para formar un frente común que trate de aglutinar las diferentes causas.

“Un frente ciudadano que aglutine todos estos referentes nacionales y que se sumen los demás y con un programa de rescate para refundar a la nación, muy específico, con cuatro o cinco puntos importantísimos para devolvernos el suelo nacional y crear un pacto”, dice.

Y la ruta, agrega en coincidencia con otros entrevistados, debe ser a través de las urnas, en la elección por la Presidencia de la República en 2018.

“Creo que de aquí emergerán movimientos que van precisamente a tratar de refundar a la nación; ya salió el zapatismo, cambió su estrategia y ahora sí van por la Presidencia, van por la lucha electoral, porque es algo que también tenemos que recuperar los ciudadanos, porque lo han usurpado las partidocracias, han usado la democracia para que les entreguemos un cheque en blanco cuyas consecuencias son esto, asesinados, inseguridad, desaparecidos, gasolinazo, miseria, destrucción, todos están implicados”, dice.

“No creo que haya otra alternativa (más que las elecciones). Si no se va por ahí, los grados de violencia a los que puede llegar el país son inimaginables, ya los que estamos viviendo son terribles y los que podrán venir serían peores, mucho peores”, agrega.

MODELO A JUICIO

Casi un cuarto del trabajo formal que se genera en la iniciativa privada en México proviene de empresas multinacionales que, como las firmas automotrices, importan todo tipo de insumos para que aquí se ensamblen y, en un 80 por ciento, se exporten a Estados Unidos.

Pero este modelo, intensificado sobre todo a partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), entró en cuestionamiento en Estados Unidos y otros países industrializados, como Reino Unido, sobre todo a partir de la crisis financiera de 2008.

En Estados Unidos, desde la izquierda encabezada por el ex precandidato demócrata, Bernie Sanders, se advirtió que la apertura económica en general, y en particular con el Tratado de Libre Comercio con un país con salarios más bajos, como México, había motivado un declive en los niveles de vida de la clase media y trabajadora norteamericana.

Desde la derecha, mientras, el hoy Presidente Donald Trump culpó directamente al TLACN de haber traído a México los trabajos que antes estaban en Estados Unidos y de ser el “peor acuerdo comercial de la historia”.

“Los automóviles solían estar hechos en Flint, y no podías tomar el agua de México. Ahora los automóviles se hacen en México y no puedes tomar el agua en Flint”, dijo Trump en septiembre pasado.

En México, diferentes movimientos y organizaciones han advertido por más de 20 años las consecuencias derivadas del modelo económico vigente –basado en la privatización de bienes del Estado, en la reducción del gasto público y en una dependencia de la inversión extranjera–, como la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (RMALC), fundada desde 1991. O el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que irrumpió públicamente justo el día de entrada en vigor del TLCAN para exponer la marginación en la que viven desde hace siglos los indígenas en México.

Las protestas contra la cumbre de la Organización Mundial de Comercio en 1999 en Seattle motivaron a inicios del Siglo XIX una racha de manifestaciones en diferentes países, organizadas por sindicalistas, ambientalistas, estudiantes y jóvenes, miles inspirados por el zapatismo.

Desde 2000, la élite económica y política norteamericana, a través del Presidente mexicano Ernesto Zedillo, desestimó estas protestas llamándolas “globalifóbicas”, o temerosas de la globalización económica y acusándolas de frenar el desarrollo de los pueblos que decían defender.

Esto, explicó Zedillo desde el Foro Económico Mundial de Davos, debido a que había evidencia histórica de que a las naciones les iba mejor con la apertura económica.

“La evidencia histórica del siglo pasado muestra claramente que en todos los casos en que una nación pobre ha superado significativamente la pobreza, lo ha logrado incursionando en la producción para los mercados de exportación y abriéndose al flujo de bienes, inversión y tecnología del extranjero. Es decir, lo ha hecho participando en la globalización”, dijo Zedillo entonces.

De acuerdo con el historiador José Antonio Crespo, la diferencia de estas críticas al libre comercio que antes se llamaban “globalifóbicas” y las que se presentan ahora es que éstas última proceden del Gobierno en esos países industrializados.

“Siempre ha habido cuestionamientos. Pero ahora son gobiernos los que están en contra; eso es algo distinto”, dice Crespo.

“Hay gente dentro de la política en distintos países que se oponen a continuar con ese esquema, a buscar esquemas proteccionistas y tienen el respaldo de muchos ciudadanos. Entonces sí es algo diferente porque esa postura está llegando al gobierno, y antes eran grupos marginales”, agrega.

El ex Presidente de México Ernesto Zedillo. Foto: Cuartoscuro
El ex Presidente de México Ernesto Zedillo, uno de los principales promotores del discurso antiglobalifóbico. Foto: Cuartoscuro

CUANDO NOS CREÍMOS RICOS

Más de 20 años después del TLCAN y a 17 del discurso pronunciado por Zedillo, indicadores de la economía mexicana muestran que la apertura comercial, las privatizaciones y la dependencia de la inversión extranjera no dejaron los beneficios anunciados en todos los sectores de la población.

El salario mínimo, por ejemplo, de acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Prevención Social, sufrió una contracción del más del 70 por ciento desde finales de los años 70. El crecimiento se mantuvo estancado alrededor del dos por ciento y, de acuerdo con expertos, el modelo “exportador” se basó en la importación de insumos que terminan dejando los empleos en otros lados.

“La lógica es convertir en una fábrica global lo que eran fábricas independientes una de otra”, explicó Alberto Arroyo Picard, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (AUM) y fundador de la RMALC.

“Antes la industria automotriz producía todo el carro aquí, unos modelos aquí otros en otra parte. Ahora se trata de integrar, como una sola fábrica global, dispersa, pero integran las plantas que tienen en el mundo, y se olvidan del país, y eso es lo que hace que se pierdan empleos, porque se crean empleos en la punta, por decirlo así, en el sector exportador, y se pierden en el grueso”, agregó el experto en temas de globalización.

La dependencia económica de México de Estados Unidos es tal que un solo tuit del nuevo Presidente norteamericano ha sido capaz de provocar una devaluación del peso.

“Somos el país que más afectado por el regreso del proteccionismo, porque la economía depende de Estados Unidos”, dice Graciela Bensusán, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana–Xochimilco.

“Otros países están diversificados entre mercados con varios países o con mercado interno y externo, y además hay un estancamiento brutal en cuestión de pobreza, porque el modelo no nos permitió reducirla”, agrega.

En entrevista, la politóloga menciona que, en el fondo de las problemáticas sociales mexicanas, como la inseguridad, la impunidad, la corrupción, la pobreza, la desigualdad y la creciente precariedad económica, está un modelo de desarrollo que ha marginado a las mayorías y está “capturado” por los intereses económicos de una élite.

“Creo que es una discusión sobre el modelo. En muchos ámbitos es ‘qué bárbaro Trump, nos va a cerrar las exportaciones o va a impedir que vengan las inversiones’, pensando que todo estaba maravilloso y que ahora el problema es que llegó Trump, y no es así”, dice.

“No estaba maravilloso; teníamos problemas serios, han regalado todo, con Pemex, con la Comisión Federal de Electricidad; con este Estado totalmente capturado por los intereses de las élites, todo eso es algo que ya estaba, no tiene nada que ver con el Trump. Él viene a agravar la situación porque lo poco que teníamos no está funcionando”, insiste.

El Gobierno mexicano, con el nombramiento de Luis Videgaray Caso en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), ha decidido mandar el mensaje de que se sigue por la ruta de la apertura económica pero, de acuerdo con analistas, la extrema dependencia económica de México lo coloca en posición de vulnerabilidad ante cualquier negociación del TLCAN.

Por eso en México, señalan analistas, se debe comprender que parte del mundo se está volviendo “proteccionista” y diversificar la economía.

“El mundo se está volviendo proteccionista y no nos va a quedar de otra. Era algo de lo que era muy difícil de convencer aquí a las élites, que había que pensar en los mercados internos, y ahora no va a quedar de otra, se está cerrando todo el mundo. Había Brexit por una parte, pronto puede pasar en Francia con Lepen, y si no gana la derecha francesa va en esta dirección”, dice Bensusán.

“Entonces, nos está quedando China como el único país interesado en continuar la Globalización”, agrega.

Para la académica y experta en desarrollo del capitalismo, cualquier convergencia de causas ciudadanas requiere considerar que, en el fondo, está un modelo de desarrollo “excluyente” que no erradicó la pobreza y profundizó la desigualdad.

“Creo que van más a criticar a Enrique Peña Nieto, que en efecto es un desastre, pero (…) ‘el problema no es el hombre, el problema es la estrategia”, dice.

“Unos luchan por el problema del agua en el norte, y tienen toda la razón, otros por el precio de la gasolina, otros el problema de la corrupción, todas estas luchas por separado, los padres de Ayotzinapa, y todas las luchas tienen que ver con lo mismo: un modelo económico con una estructura tan fallida que no está funcionando ni está incorporando ni incluyendo a la gente”, agrega.

De acuerdo con Sicilia, si bien puede no haberse generalizado la articulación de un discurso que aglutine a todas las causas, como la violencia y la precariedad económica, la población sabe que están relacionadas.

“Yo creo que sí, porque la indignación es muy fuerte, es la acumulación de muchos agravios. Quizá no esté en la conciencia de manera muy clara, pero sí en las emociones, en el sufrimiento que ha padecido la nación desde 2006, se acumula y se reacciona aunque no esté muy claramente determinado en la conciencia”, dice.

“Creo que probablemente vamos a ver emerger otro u otros movimientos que cambien la estrategia y vayan a buscar una refundación nacional por medio de las urnas, y arrancarles a las partidocracias el instrumento de la democracia que nos han arrebatado, y a los partidos devolverle su condición de partidos porque están copados por élites muy corrompidas”, agrega.

 

Sandra Rodríguez Nieto
Periodista en El Diario de Ciudad Juárez. Autora de La Fábrica del Crimen (Temas de hoy, 2012), ex reportera en SinEmbargo
en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video