Ciudad de México, 20 de enero (SinEmbargo).– El 2015 no será el año en el que se verán los resultados de las reformas estructurales tal y como lo prometió el gobierno federal, debido a problemas como la falta de generación de empleos de calidad, la baja de la capacidad de compra en los hogares por los nuevos impuestos que generó la Reforma Fiscal; por ello, los beneficios prometidos por el Presidente Enrique Peña Nieto se verán hasta 2016, advirtió Carlos Serrano Herrera, economista en jefe de BBVA Bancomer.
El 2 de enero de este año, durante un evento en Oaxaca, Peña Nieto prometió que los efectos de las reformas aprobadas en dos años se verían en los próximos meses. Inclusive, pidió a los ciudadanos ser jueces para medir y evaluar los resultados de dichas disposiciones legislativas, principalmente en el rubro energético, de competencia, financiero, fiscal y de telecomunicaciones.
“Este año se estarán sintiendo los primeros efectos de estas reformas y en el paso del tiempo se estarán sintiendo a mayor dimensión y a mayor intensidad. Hoy nos ocupamos por hacer realidad estos efectos, materializar lo que nos propusimos alcanzar en esta Administración”, dijo el Presidente.
“Serán las propias familias, serán los mexicanos, quienes sean los jueces de nuestro actuar, quienes puedan medir y evaluar los beneficios que deparen a partir de las reformas o a partir de los resultados que están arrojando las reformas que impulsamos”.
No obstante, Serrano Herrera afirmó que los niveles de productividad nacionales siguen negativos, lo que provocó que durante 2014 la economía nacional se contrajera y no llegara a las tasas de crecimiento esperadas, el ingreso familiar se viera afectado y la informalidad permaneciera con altos porcentajes. Hasta ahora, el crecimiento promedio del país para el año pasado está cifrado entre 2.1 y 2.2 por ciento, en lugar del 3.9 por ciento prometido por el gobierno.
En un informe presentado previamente por BBVA Bancomer sobre la situación de la Banca en México, se informó que durante el 2014 se registró una disminución en el crédito bancario, en especial en los créditos personales, captación a largo plazo por parte de las empresas y una disminución en el uso de las tarjetas de crédito, debido a que los ingresos disponibles se vieron contraídos por la ralentización [disminución de la actividad] de la economía nacional, la poca oferta laboral, los altos índices de informalidad, la calidad de los salarios percibidos por las familias mexicanas y la disminución de la confianza en el consumidor.
“El país tiene un problema para generar empleos bien pagados, y no hemos sido capaces de mejorar los niveles de productividad, niveles que se han mantenido en cero o negativo. Los empleos creados en el país no son bien remunerados, pues alrededor de dos tercios reciben un pago de uno o dos salarios mínimos. Además el año pasado por la Reforma Fiscal dio para las familias un escenario de menores ingresos disponibles”, dijo Carlos Serrano.
LAS ESPERANZA SE VA HASTA 2016
Asimismo, agregó el experto, los efectos de las reformas estructurales no se verán este año, como tiene previsto el Gobierno federal sino hasta el próximo año.
“Todavía los efectos de las reformas no se verán este año, sino hasta el 2016. Estos resultados están relacionados con dos fenómenos: con el crecimiento de Estados Unidos y un mayor uso del gasto público por proyectos que impulsará el gobierno. A partir del año que viene, esperemos que haya un mayor dinamismo en la economía”, expuso.
Aunque el pasado 8 de enero, el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, informó que la instrucción de Presidente Enrique Peña Nieto fue que si se mantienen y pronuncian las actuales condiciones económicas habrá un ajuste o reducción del gasto público para este año, Carlos Serrano aseguró que México se puede diferenciar del resto de los países a pesar del complicado entorno internacional de hoy en día, en donde Europa y Japón está creciendo a tasas bajas, y China presenta una economía contraída, incluyendo los problemas geopolíticos serios y la caída de los precios del petróleo.
“Dentro de todo este problema hay una luz que brilla más y es la economía de Estados Unidos. Hay cadenas productivas integradas, en especial en la plataforma exportadora. Con esto México puede alcanzar las tasas de crecimiento estimadas debido a lo que ocurra con Estados Unidos”, explicó.
Datos del gobierno federal apuntan que con las reformas, principalmente la Energética, en el país podrán crearse en 2018 un millón de empleos al año, meta que no se la logrado alcanzar desde hace tres sexenios.
Otras cifras, como las del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), plantean que, en conjunto, con las reformas Energéticas y Fiscal, México podría alcanzar un crecimiento anual de hasta 6 por ciento, nivel por encima del promedio de América Latina.