Ciudad de México, 20 de enero (SinEmbargo).- En medio de dos bufandas con rostros históricos del Manchester United como Sir Alex Ferguson y George Best, la cara de Javier “Chicharito” Hernández estaba perfectamente bien ilustrada en una playera negra. Eran principios de 2011y en la localidad de Trafford, perteneciente a la Gran Manchester, se escuchaban palabras en español en las tiendas y los bares tapizados de rojo. Alrededor de un recinto histórico al norte de Inglaterra, un lugar yace gracias a todo lo que se ha vivido dentro de aquel teatro donde los sueños dependen de una pelota. En ese ambiente, un mexicano encontró la admiración internacional conquistando a la mejor liga del mundo.
Old Trafford es la casa del United donde se conviven la tradición y la modernidad mientras uno de los equipos más grandes del planeta, aportan su legado para seguir encumbrando al deporte más popular del mundo. Hace tres años, esas gradas se llenaron de sombreros de mariachi y de banderas mexicanas. La incursión de Chicharito en la filosofía inglesa sorprendió hasta a los más optimistas. Más allá de sus dos docenas de goles en la temporada, se convirtió en un refrescante hasta social. En la mayoría de las veces, sus anotaciones significaron salvar a los Red Devils de perder puntos. Entre su racha, hubo un club tan grande como el United que sufrió del talento del exchivas.
El ocho de agosto de 2010, Chicharito debutó vestido de rojo en Wembley ante el Chelsea. Dos de los equipos más importantes de la Liga Premier se disputaban la Community Shield, un trofeo que se disputan a principios de temporada el campeón de liga y el ganador de la F.A. Cup. En ese marco definitorio, con su “14” en la espalda, Javier anotaría su primer gol, utilizando la cara, tras haber rematado mal un centro. La noticia recorrió el país, inaugurando la idolatría hacia el Chicharito y una racha impresionante ante un club místico del sur de Londres.
Eran las semifinales de Champions League. Messi se disponía a cobrar un penal que le daría vida al Barcelona en desventaja. Lio estrelló la pelota en el travesaño, ante el festejo del gigante Peter Cech. El arquero checo es el único guardameta de élite que no ha visto celebrar al astro argentino luego de anotarle un gol. En cambio, han sido ocho veces en 13 partidos las que tuvo que recoger la redonda del fondo de las redes mientras Javier Hernández gritaba con la boca bien abierta, alguno de sus 57 goles con el United. Chicharito vive hoy un presente tan alejado del feliz inicio de su travesía, pero aún en ese letargo, ayer volvió a provocar enfados en los aficionados locales de Stamford Bridge en la derrota de su equipo frente al Chelsea de Mourinho.
El daño de Chicharito al cuadro azul abarca desde liga, copa y Champions League. En el recuerdo está ese gol a los 37 segundos de haber iniciado el partido en Old Trafford, determinando el futuro campeonato para el United. De aquel primer gol con la cara, Cech ha visto al mexicano convertirse en un peligro constante para su marco. A 10 días de que el mercado invernal se cierre, los rumores sobre la partida de Hernández siguen generando contenido informativo. Mientras, Chicharito sigue entrenándose como “un jugador ejemplar”, como lo calificó su entrenador, a pesar de no darle muchos minutos de juego.
“Es uno de los jugadores más profesionales que he conocido en mi carrera”, declaró el arquero de los Diablos Rojos, David De Gea. Esta campaña, ese profesionalismo se ha convertido en el bastión mental de uno de los mejores delanteros en las historia de la Selección Mexicana de Futbol. David Moyes fue el elegido para sustituir al jubilado Sir Alex Ferguson. La decisión aplaudida al principio de campaña, es ahora una pesadilla. El United está lejos de la zona alta de la tabla y Miguel Herrera está preocupado por la poca actividad de un baluarte que en teoría estaría vestido de verde en Brasil.