No es un secreto que la lucha libre tiene lugar como shows organizados que cuenta con sus propios programas y sus propios guiones. Y estos guiones a menudo incluyen lesiones que los luchadores supuestamente sufren, un truco que ayuda a hacer más dramático el espectáculo, no obstante, a veces la lucha libre se convierte en una actividad bastante peligrosa.
Ciudad de México, 19 de noviembre (RT).– La lucha libre profesional es una forma de performance que combina disciplinas de combate y representación teatral, y es muy popular en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, México y Japón. Pero muchos la consideran una industria controvertida y una de las preguntas principales que la rodean es la siguiente: ¿se trata de un deporte o una farsa?
No es un secreto que la lucha libre tiene lugar como shows organizados por varias empresas —las llamadas promociones—, cada una de las cuales cuenta con sus propios programas y sus propios guiones.
Y estos guiones a menudo incluyen lesiones que los luchadores supuestamente sufren, un truco que ayuda a hacer más dramático el espectáculo. Uno de los ejemplos más vívidos en los últimos años es el programa semanal Lucha Underground, en el cual el mexicano Pentagón Jr. se hizo conocido principalmente por “romperle los brazos” a sus rivales, aunque en realidad nadie quedó lesionado.
No obstante, a veces la lucha libre se convierte en una actividad bastante peligrosa: en un esfuerzo para maximizar el impacto visual del combate, los luchadores usan técnicas traumáticas y, aunque todos ellos están especialmente entrenados para minimizar las posibles lesiones, muchos no escapan de las duras consecuencias.
EPISODIOS VIOLENTOS DURANTE EL WWE TLC 2019
El tema de las lesiones se ha vuelto bastante actual luego de que el evento TLC: Mesas, escaleras y sillas –de la promoción de lucha libre más conocida, la WWE, y celebrado el pasado 15 de diciembre– estuviera marcado por varios incidentes, en los cuales los luchadores sufrieron traumas que no eran parte del guión.
Así, la japonesa Kairi Sane sufrió una aparente conmoción cerebral tras recibir fuertes golpes de la estadounidense Charlotte Flair. Al final, la luchadora consiguió terminar el combate, en el que ella y su colega Asuka defendieron con éxito sus títulos del Campeonato Femenino de Parejas de la WWE, e inlcuso se llevó el aplauso de sus rivales por resistir hasta el final. Pero el caso es que, luego de examinarla, los médicos determinaron que la también llamada “Princesa Pirata” no estaba en condiciones de subirse al ring de momento.
Was this the point Kairi got concussed? #WWETLC pic.twitter.com/Ai31pHhmLU
— Italo Santana (@BulletClubIta) December 16, 2019
Por su parte, el ex campeón de la NXT, el neerlandés Aleister Black, sufrió lo que al inicio parecía ser una fractura de nariz durante su pelea contra el australiano Buddy Murphy. Pese a que su rostro estaba ensangrentado, Black logró resistir hasta el final de la pelea y obtener la victoria. Según reportan portales especializados, el luchador en realidad no sufrió una fractura sino solo una lesión, y los médicos ya le dieron la autorización para seguir luchando.
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— Italo Santana (@BulletClubIta) December 16, 2019
Asimismo, el pasado domingo el mexicano Andrade no solo perdió ante su compatriota Humberto Carrillo, sino que también sufrió una dolorosa herida en un ojo.
Los incidentes sufridos por Sane, Black y Andrade son un nuevo ejemplo de que la lucha libre no es simplemente una “parodia” de combates reales. De hecho, en la historia de la lucha libre profesional se han registrado momentos mucho más violentos y trágicos.
UNDERTAKE CONTRA MICK FOLEY
Uno de los incidentes más conocidos tuvo lugar en 1998, durante un combate tipo Hell in a Cell entre Undertaker y Mankind (Mick Foley), en el marco del evento King of the Ring. Entonces los dos luchadores subieron a la cima de la jaula para que Undertaker arrojara a Foley desde unos seis metros de altura. Aunque esto estaba planeado, el impacto que sufrió Mankind resultó ser mucho más duro de lo que estaba previsto y acabó con un hombro dislocado.
Mankind logró levantarse y volvió a subir a la jaula, pero allí ocurrió lo que nadie esperaba: al recibir la famosa derribada “chokeslam” de Undertaker, la jaula se rompió, provocando la segunda caída de Foley, que lo dejó con una conmoción cerebral, el brazo y la mandíbula dislocados, riñones gravemente lesionados y dientes rotos.
EL CUELLO ROTO DE STEVE AUSTIN
En 1997 tuvo lugar un combate entre Steve “Stone Cold” Austin y Owen Hart, durante el evento SummerSlam, por el título de Campeón Intercontinental de la WWF (antiguo nombre de la WWE).
Durante la pelea, Hart aplicó la derribada “piledriver” contra Austin, pero la hizo de manera incorrecta y “Stone Cold” terminó con una ruptura de su cuello que lo dejó parcialmente paralizado.
Aunque el luchador regresó al ring tras recuperarse, esa lesión dejó una huella en su salud de por vida y fue una de las razones del final de su carrera en 2003.
VADER Y SU OJO
Otro combate destacado tuvo lugar entre Stan Hansen y Big Van Vader, durante el evento AJPW / NJPW Supercard, celebrado en Japón en 1990.
Los problemas comenzaron incluso antes de que se iniciara la pelea, pues Hansen, al ver a Vader acercarse al ring, lo golpeó en la cara con una cuerda especial de vaquero llamada bullrope, que le rompió la nariz y dañó su hueso orbital.
Más tarde, ya durante el combate, Hansen le dio a su rival un golpe fatal, que hizo que un ojo de Vader se saliera de la cuenca. El luchador se vio obligado a tomar un descanso, se quitó la máscara, simplemente “puso” el ojo en su sitio y luego continuó el combate, que terminó en empate.
ADVERTENCIA: LAS SIGUIENTES IMÁGENES PUEDEN HERIR SU SENSIBILIDAD
LA FRACTURA DE SID VICIOUS
En un episodio del programa semanal WCW Nitro en 2001, durante un combate contra Scott Steiner, Sid Vicious sufrió una fractura abierta de su pierna izquierda tras aterrizar sobre ella con su masa de 135 kilogramos.
Sus tibia y peroné se partieron por la mitad. Vicious se sometió a cirugía y le insertaron una varilla de metal. Durante algún tiempo se vio obligado a caminar con un bastón, pero al final pudo rehabilitarse.
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JOEY MERCURI Y LA ESCALERA
Otro terrible incidente ocurrió en el 2006, durante un combate de cuatro parejas en el evento de la WWE Armageddon. Entonces, Joey Mercury se destrozó la cara con una escalera, cortesía de los Hardy Boyz. El luchador tuvo que detener la lucha de inmediato y posteriormente recibió 20 puntos de sutura en el rostro.
CAÍDA SOBRE UN PISO DE CONCRETO
El combate que New Jack y Vic Grimes se disputaron en el marco del evento Living Dangerously de la ECW, en 2000, estaba programado para terminar con ambos luchadores cayendo desde un andamio a través de varias mesas, pero algo salió mal: los dos perdieron la contención de la mayoría de las mesas y golpearon contra el piso de concreto. New Jack quedó permanentemente cegado de un ojo y sufrió daños cerebrales leves por el incidente.
MUERTES EN PLENO COMBATE
La historia de la lucha libre conoce también casos fatales, de luchadores que fallecieron en pleno combate.
Una de las muertes más recordadas ocurrió en el 2015, cuando el luchador mexicano Perro Aguayo Jr., de la AAA, se enfrentaba a Rey Mysterio en Tijuana. El hijo del famoso luchador Perro Aguayo quedó inconsciente en las cuerdas tras recibir un golpe del “maestro del 619” y, de acuerdo con los médicos, falleció debido a un paro cardiaco causado por la fractura de tres vertebras.
Otro incidente muy conocido es la muerte del famoso luchador japonés Mitsuharu Misawa, en el 2009. En un combate de equipo en el Hiroshima Green Arena, en el que junto con Go Shiozaki se enfrentó a Akitoshi Saito y Bison Smith, Misawa sufrió una grave lesión en la columna vertebral tras la derribada ‘belly-to-back suplex’ que le propinó Saito. Quedó inconsciente y posteriormente murió en un hospital.
MENOS TRUCOS PELIGROSOS NO EVITAN LESIONES
Aunque la WWE ha decidido abstenerse de la realización de trucos de alto riesgo en los últimos años, siguen produciéndose casos de lesiones en los luchadores. Así, en un episodio de la NXT emitido en noviembre, la japonesa Io Shirai le rompió la nariz a Mia Yim con una escalera.
También dio mucho para hablar el episodio ocurrido durante un reciente encuentro de SmackDown LIVE, cuando Becky Lynch quedó con la nariz rota al recibir un duro golpe en la cara por parte de Nia Jax.
Asimismo, muchos recuerdan el inesperado rodillazo que Seth Rollins le propinó a John Cena en el 2015, que resultó ser mucho más brutal de lo planeado y dejó al múltiple campeón de la WWE con una dolorosa fractura en la nariz.
El luchador suizo Cesaro tampoco pudo evitar una lesión durante el evento No Mercy 2017 de la WWE, cuando fue lanzado por Dean Ambrose hacia una de las esquinas del ring y chocó contra ella la parte frontal del rostro, lo que le provocó el hundimiento de sus dos incisivos centrales superiores. Desde entonces se ve ogligado a llevar protector bucal durante los combates.
AL FINAL ¿ES UN DEPORTE O UNA FARSA?
Para resumir todo lo antes mencionado, hay que tener en cuenta que aunque últimamente no se han producido incidentes graves en esta industria, los luchadores continúan constantemente sufriendo lesiones.
Al final, ¿la lucha libre profesional es un deporte o una farsa? Parece que no existe una respuesta única a esta pregunta. Sigue siendo un tipo de “entretenimiento deportivo” con tretas, movimientos y golpes predeterminados, pero a menudo ocurren situaciones imprevisibles que pueden incluso terminar con la carrera de uno u otro luchador.