Hace unos días Nvidia Corporation, publicó un documento que implica un gran avance para la tecnología de Inteligencia Artificial, pero a su vez representa una amenaza para la humanidad, específicamente en la forma en la que percibimos nuestra realidad gráfica.

Todos aquellos que somos (o fuimos) fans de los videojuegos reconocemos a Nvidia, por la capacidad gráfica de sus tarjetas de video, desde que surgieron fueron objeto de deseo entre los gamers de la era del dot com y el post internet crash (la explosión de la burbuja).

Esa visión los llevó a incursionar hace poco más de 10 años, en el aprendizaje profundo (deep learning), principalmente enfocado en la interpretación gráfica inteligente del mundo exterior a las computadoras. El resultado fue que Nvidia, se volvió pieza clave en el desarrollo de los coches autónomos de Tesla y hoy también de los de Google.

El proyecto hace un honor a su nombre “Deepfake”, que se puede traducir como “profundamente falso”, tiene como misión producir artificialmente imágenes de individuos que puedan engañar la percepción de (casi) cualquier ser humano que las vea.

¿Puedes identificar cuál de estas imágenes es falsa?

La realidad es que todas son falsas, fueron generadas por la Inteligencia Artificial de Nvidia. ¡Qué miedo!

Todo comenzó en 2014, con un grupo de investigadores liderado por Ian Goodfellow, quienes escribieron un artículo científico, en el que describían un nuevo concepto de aprendizaje automático denominado “redes de confrontación generativa” (generative adversarial networks).

La idea es genialmente simple, pues implica la confrontación de dos redes neuronales, en la que una actúa como el generador y otra como el evaluador. La misión de la red neuronal que genera, es crear imágenes originales de perros (en el caso del experimento) para mezclarlas con imágenes reales; la misión de la que evalúa, es identificar cuáles imágenes son reales y cuáles falsas. El resto es sólo aprendizaje por prueba y error.

Los investigadores de Nvidia, tomaron este concepto y adicionaron sus principios de transferencia de estilo, -una técnica que implica recomponer una imagen en el estilo de otra- lo que resulta en otra completamente original y diferente pero basada en los archivos origen combinando rostros para crear uno nuevo.

En mi experiencia estudiando el comportamiento de los bots en redes sociales, me había encontrado con que sus creadores estaban incursionando en métodos cada vez más sofisticados para crear granjas de bots editando imágenes de personas reales, para modificar sus características y minimizar el riesgo de detección. Esto lo hacían contratando diseñadores gráficos expertos en Photoshop, “es solo cuestión de modificar los ojos de la persona para que se vea diferente”, me confesó alguna vez uno de los implicados.

Pues hagan de cuenta que es lo mismo, pero sin Photoshop y con Inteligencia Artificial. El resultado del experimento de Nvidia es impresionante por sus resultados, pero más por sus posibles implicaciones. Ahora sí que ya no bastará más ver para creer. Quiere decir que ya somos capaces de generar realidades alternativas tan realistas como la realidad en la que vivimos, lo que nos pone en la antesala de La Matrix de las hermanas Wachowski.

Más allá de todas las implicaciones negativas relacionadas con la falsificación de personajes y personalidades que nos pueden hacer creer falsos posicionamientos, el mayor impacto lo veo en la capacidad que adquirimos en la creación ambientes protegidos de entrenamiento para humanos, la exposición a circunstancias que viviremos, por ejemplo en el caso de una, -cada vez más probable-, colonización de Marte.

¿Recuerdan cuando en The Matrix, meten a Neo en varios programas de entrenamiento y lo preparan para su enfrentamiento con el sistema maligno?, pues lo mismo, pero en este caso cualquiera podremos tener acceso a desarrollar nuestras capacidades en una realidad virtual generada con Inteligencia Artificial y no solo El Elegido (Neo, the One).

Javier Murillo

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Javier Murillo Acuña Fundador y Presidente de Metrics. Es un reconocido experto en tecnología aplicada en campos como ciencia de datos, inteligencia artificial y otras ramas del campo del comportamiento social digital humano.

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