Villeneuve no es el primer cineasta que se atrevió a fantasear con hacer Dune, pero es el primero en ver su visión realizada de una manera que podría satisfacer tanto a los fans como a los novatos.
Por Lindsey Bahr
Estados Unidos, 19 de octubre (AP).- Mucho antes de que decidiera ser cineasta, Denis Villeneuve era sólo un adolescente cuando vio en una librería la portada de la novela de 1965 Dune (Duna), de Frank Herbert. Tenía 14 años y, obsesionado con la biología, ya había aprendido que la ciencia ficción era una forma de soñar a gran escala.
Entonces leyó el libro y quedó hipnotizado por la historia poética y atmosférica del viaje heroico de un joven que lidiaba con religión, política, destino, herencia, medio ambiente, colonialismo y gusanos espaciales gigantes.
“Se convirtió en una obsesión”, dijo Villeneuve, de 54 años.
Y fue sólo el comienzo de un sueño de décadas que finalmente se hizo realidad con su propia versión de Dune, que se estrena esta semana en cines de Norteamérica.
Villeneuve no es el primer cineasta que se atrevió a fantasear con hacer Dune, pero es el primero en ver su visión realizada de una manera que podría satisfacer tanto a los fans como a los novatos.
Para un libro que ha inspirado tanta ciencia ficción los últimos 50 años, desde Star Wars hasta Alien, las adaptaciones cinematográficas han resultado difíciles. Primero fue la película casi mítica de Alejandro Jodorowsky que habrían protagonizado Mick Jagger, Orson Welles, Gloria Swanson y Salvador Dalí (narrada en el documental de 2013 Jodorowsky’s Dune). Luego, la versión de David Lynch fue un fracaso comercial y entre la crítica cuando apareció en 1984.
Dune parecía maldita hasta que los productores Mary Parent y Cale Boyter adquirieron los derechos a través de Legendary y descubrieron que Villeneuve, quien se había establecido como un cineasta con esa rara capacidad de hacer películas a gran escala intelectuales y comercialmente viables, era un fan de toda la vida. Se pusieron en marcha planes para intentar hacer Dune una vez más, con un presupuesto de 165 millones de dólares.
“Mi película no es un acto de arrogancia”, dijo Villeneuve. “Es un acto de humildad. Mi sueño era que un fanático incondicional de ‘Dune’ sintiera que le puse una cámara en la mente”.
El libro fue su biblia y su brújula durante todo el proceso. Lo mantuvo en el set para que el espíritu siempre estuviera presente y animó a su equipo y elenco a leerlo detenidamente también. Y no se dejó intimidar por las enormes expectativas. Después de todo, fue él quien hizo una secuela de “Blade Runner” (aunque esa es otra historia y aún piensa que fue mala idea, aunque la volvería a hacer en un santiamén).
“No voy a decir que Dune es una tarea imposible. Creo que es difícil”, dijo Villeneuve. “La creatividad está ligada al riesgo. Me encanta saltar sin red de seguridad. Es parte de mi naturaleza”.
Parte de esa dificultad radicaba en concentrarse en una película que atraería a fanáticos y novatos por igual. El primer paso fue convencer al estudio de que necesitaría dos películas para contar toda la historia. A pesar de que estuvieron de acuerdo, la segunda aún debe recibir “luz verde” oficial.
Él y los guionistas Jon Spaihts y Eric Roth simplificaron la estructura para centrarse en Paul Atreides, el joven aristócrata cuya familia toma el control del peligroso planeta desértico Arrakis, hogar del recurso más valioso del universo, mientras un poder intergaláctico que lucha entre las familias gobernantes se caldea. Sólo tenía un nombre en mente para el papel: Timothée Chalamet.
“No hay muchos actores como Timothée”, dijo el director. “Timothée tiene un alma vieja. Para ser un joven de su edad, tiene una madurez realmente impresionante. Al mismo tiempo, Timothée parece muy joven ante la cámara”.
Y tiene ese carisma de “estrella de rock” que le daría credibilidad a su evolución como una figura mesiánica que “conducirá al mundo al caos”.
La película está repleta de actores elogiados, entre ellos Rebecca Ferguson como la madre de Paul, Lady Jessica, y Oscar Isaac como su padre. También cuenta con Jason Momoa, Josh Brolin, Stellan Skarsgård, Javier Bardem, Charlotte Ramping, Stephen McKinley Henderson y Zendaya, a quienes llevó en un viaje trotamundos por Hungría, Jordania, Abu Dhabi y Noruega.
“He estado en cintas de aventura que realmente intentan agregar mucha emoción. Pero hay algo muy poético en la forma en que Denis aborda esta enorme película y su escala”, dijo Isaac. “Incluso si hay explosiones, incluso si hay gusanos gigantes, siempre lo mira a través de su lente poético, que para mí es totalmente único”.
Era especialmente importante estar en el desierto para filmar las escenas de Arrakis, lo que implicó condiciones difíciles y arena metiéndose, bueno, por todas partes.
“Habría sido imposible hacerlo en un escenario o en un estudio”, dijo Villeneuve. “Quizás soy demasiado anticuado, pero así es como trabajo”.
Originalmente, Dune iba a llegar a las salas de cine el año pasado, antes de que la pandemia trastornara la mayoría de los estrenos cinematográficos. Villeneuve utilizó ese tiempo en beneficio de su filme.
“Fue muy bueno para mí tener la oportunidad de dejar que la película durmiera un poco, volver a ella, hacerla chisporrotear”, dijo. “Si a la gente no le gusta la película, no tengo excusas porque tuve el tiempo y los recursos para hacerla”.
Pero así de bienvenido como fue el tiempo adicional, la pandemia también llevó a la decisión de estrenar todas las cintas de Warner Bros. para 2021 simultáneamente en cines y el servicio de streaming HBO Max. Villeneuve respondió en ese momento con una fuerte carta abierta publicada en Variety en la que hablaba no sólo de su película sino de las implicaciones para el futuro del cine.
Diez meses después, la pandemia continúa y la estrategia de lanzamiento ha seguido su curso, incluso mientras aumenta la asistencia al cine.
“Estamos en una pandemia y esa realidad es retorcida en este momento, y entiendo totalmente si la gente no puede ir al cine o le tiene miedo al cine. Respeto eso y esa es la prioridad. La salud es la prioridad”, dijo Villeneuve. “Pero la película fue hecha, diseñada, soñada para ser vista en pantalla grande”.
La cinta ya ha recaudado 129 millones de dólares en el extranjero. Ahora está por verse cómo le va con la audiencia norteamericana, que tendrá la opción de ir al cine o verla por HBO Max. En riesgo está la secuela o, más exactamente, la conclusión de la primera película.
“No sé cuándo se decidirá, pero se reducirá a si la película genera suficiente entusiasmo, si hay suficiente pasión por ella. Ya veremos. Estoy en paz con eso. Espero que haya una parte 2”, dijo el director. “Sabía las reglas y acepté jugar el juego. Es un buen desafío y estuve dispuesto a hacerlo. Espero que suceda. Cruzo los dedos”.
Villeneuve está agradecido de tener la oportunidad de mostrarle al mundo al menos parte de lo que ha estado soñando durante casi 40 años.
“Pasé los mejores momentos de mi vida haciendo ‘Dune’”, aseguró.