Las autoridades de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) alertaron que la vulnerabilidad de los migrantes ha aumentado en el mundo a causa de la pandemia de COVID-19; según la organización son necesarias más políticas de integración.
París, Francia, 19 de octubre (EFE).- El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, alertó este lunes de un agravamiento de la vulnerabilidad de los migrantes en todo el mundo a causa de la pandemia e insistió en la necesidad de mantener las políticas de integración, necesarias para una recuperación sólida.
Gurría, que presentó junto a la comisaria europea de Asuntos Interiores, Ylva Johansson, el informe anual de migraciones de la OCDE, mostró su preocupación porque las restricciones a la entrada de migrantes y la mayor presión de salida en los países de origen por la crisis “van a generar más tensiones a largo plazo”.
“Si no hay una buena integración, eso generará problemas”, añadió después de haber advertido de que con el parón de los flujos migratorios a causa de la COVID-19 y sus consecuencias, los avances de los últimos años en materia de migración y de inserción de esas comunidades migrantes “se han reducido a nada”.
En su informe, la OCDE constata que las concesiones de visados o permisos de residencia por los países de la organización se han hundido un 46 por ciento en el primer semestre, la mayor caída de las entradas de inmigrantes de la serie histórica.
La caída ha sido particularmente pronunciada en países como Chile, Grecia, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, que han impuesto las restricciones más estrictas y/o más largas.
Estados Unidos, que históricamente es el primer receptor de migrantes en términos absolutos, redujo progresivamente y suspendió desde primavera la entrada de extranjeros desde muchos países. En junio su Presidente, Donald Trump, prolongó la suspensión de ciertos visados hasta finales de 2020.
En Chile, la reducción del 72 por ciento de permisos en la primera mitad del año responde a las restricciones a la entrada de venezolanos desde finales de 2019, así como a la suspensión de las entrevistas presenciales para tratar nuevas demandas de residencia.
MENOR DESCENSO EN EUROPA
El movimiento ha sido globalmente menos marcado en los países europeos de la organización, con un retroceso del 35 por ciento en el primer trimestre y del 59 por ciento en el segundo.
Los autores del informe se refieren a España como uno de los países en los que no se ha suspendido la tramitación de las demandas de visado, aunque haya limitaciones prácticas para su concesión, y que ha jerarquizado y simplificado los procedimientos para los trabajadores agrícolas y del sector de la sanidad.
Por lo que respecta a los demandantes de asilo, las primeras estimaciones apuntan a que en Europa en los seis primeros meses del año disminuyeron un 33 por ciento (un 66 por ciento en el segundo trimestre).
Johansson suscribió el argumento de Gurría de que “la migración es una inversión de largo plazo” y un fenómeno que ha existido siempre y que va a continuar, tras defender su propuesta de pacto europeo de migración y explicar que en este terreno “la UE debe ser un ejemplo” a nivel mundial.
Antes de que se hiciera sentir esa crisis, los flujos de migrantes se habían mantenido en 2019 al mismo nivel que en 2018, con 5.3 millones de entradas en los países de la OCDE, excluidos los casos excepcionales de Colombia (por la llegada de venezolanos) y de Turquía (por los sirios).
ESPAÑA SUBIÓ LAS ACOGIDAS EN 2019
Bajaron el pasado año los migrantes a los dos primeros países receptores de la organización, que son Estados Unidos (-6 por ciento a un millón 31 mil) y Alemania (-3 por ciento a 612 mil 100), mientras que España se colocó en tercera posición con un incremento del 19 por ciento a 408 mil 500, con lo que superó al Reino Unido (+1 por ciento a 345 mil 700).
España no había registrado cifras de ese orden desde 2008 y eso se debió, sobre todo, a los títulos de refugiado que se concedieron, con un 66.2 por ciento de respuestas positivas de los 58 mil expedientes examinados.
El pasado año se duplicaron con creces las demandas de asilo en España, hasta unas 115 mil, en su mayoría de venezolanos (40 mil), colombianos (29 mil) y hondureños (6 mil 700).
En los países de la OCDE para los que hay datos, en 2019 retrocedieron un 25 por ciento las entradas de migrantes por razones humanitarias, sobre todo a causa de Estados Unidos, pero también de Reino Unido, Suecia y Austria.
Las demandas se quedaron en torno a 1.2 millones, lejos de los más de 1.6 millones del pico de 2016.