EL ¡BASTA! AL CÁNCER DE MAMA, ESTÁ EN TUS MANOS

19/10/2014 - 12:00 am

Hoy, en el Día Mundial del cáncer de mama, esta terrible enfermedad es la segunda causa de muerte en mujeres en el mundo, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Lo preocupantes es que en México 1 de cada 10 está en riesgo de padecerla y lamentablemente el 60 por ciento de las pacientes son diagnosticadas hasta en etapas avanzadas.

La autoexploración es la primera forma de detección cuando la mastografía es la más oportuna para determinar el padecimiento en etapas tempranas. Preocupa también que la incidencia del cáncer de este tipo se presenta en mujeres menores de 40 años.

Es posible decirle basta al cáncer. De hecho, está en tus manos…

Foto: Shutterstock
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Ciudad de México, 19 de octubre (SinEmbargo).– “Ya hasta tenía mi peluca”, dice Clara, mujer profesionista de 50 años, al recordar a los médicos que le detectaron el cáncer de mama. Determinaron que el tratamiento a seguir sería la quimioterapia.

Luego de un check up rutinario donde le ubicaron una cicatriz radiada con un tumor de tres centímetros encapsulado en el seno izquierdo, tuvo que someterse a una serie de procedimientos que lesionaron uno de sus pechos hasta verlo cambiar de color y temer por el desprendimiento.

El cáncer de mama deja cada año más de 450 mil fallecimientos alrededor del mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y es, para las mujeres, la segunda causa de muerte más común. Se calcula que anualmente un millón 300 personas se suman a los diagnósticos de esta enfermedad y en México tan solo en 2012 mató a 15 de cada 100 mil mujeres mayores de 20 años.

“En México ya también estamos detectando pacientes que son menores de 40 años con cáncer de mama, muchos, cada vez más […] el proceso de detección oportuna es realmente por mastografía, la exploración física sí ayuda cuando te detectas un tumor, la gran mayoría se detectan por arriba de un centímetro”, dice a SinEmbargo, Roberto Hernández Peña, cirujano oncólogo, del Centro Médico ABC.

Octubre es en México y el resto del mundo el mes en el que monumentos históricos se iluminan de color rosa y listones del mismo color se colocan en las fachadas de los edificios para sensibilizar a la población sobre la importancia de la detección temprana de esta enfermedad; las organizaciones de la sociedad civil hacen campañas para llamar a las mujeres a autoexplorarse y acudir al médico en caso de encontrar alguna anomalía.

Hernández Peña aclara que ante el riesgo que representa esta condición, el ginecólogo ya no es el especialista adecuado para detectar un tumor de esta índole: “Tiene que ser ya de rutina, eso es lo que tenemos que hacer que la población cambie, que ya la gente con la que tienen que ir de rutina es con el cirujano oncólogo o un gineco-oncólogo”.

De acuerdo con datos de la doctora Rosa María Álvarez especialista del Instituto del Nacional de Cancerología, una de cada 10 mujeres mexicanas está en riesgo de padecer cáncer en alguno de sus senos y un 60 por ciento de las pacientes son diagnosticadas hasta etapas avanzadas, asimismo, mencionó en conferencia de prensa que cada vez se dan más casos en menores de 40 años y en hombres, la mayoría de estos implican un historial familiar en el que se ha padecido ya cáncer.

Sin embargo, varias de las causas devienen de comportamientos evitables, como menciona el oncólogo, “hay factores de riesgo ya bien establecidos como son la obesidad, el paciente que no hace ejercicio, que fuma, que toma terapia hormonal de reemplazo, esos son factores de riesgo establecidos y que se pueden llegar a controlar. El paciente obeso, sedentario y fumador, pues el riesgo que tiene de padecer cáncer de mama puede ser hasta 15 veces mayor que alguien que no es obeso, no fumador y es deportista”.

Por su parte, Rosa María Álvarez señaló otros que tienen también que ver con el modo de vida que lleva la mujer, tales como no haber tenido embarazos o que el primero de ellos sea después de los 30 años, tener menstruación por más de 40 años y concluir el ciclo menstrual después de los 52 años de edad. También señaló que el peso corporal, la actividad física y la alimentación tienen una relación directa con el aumento en el riesgo de padecerlo, así como el consumo de bebidas alcohólicas y el tabaquismo.

Alternativas para enfrentarlo

– Detección En México, el principal método de detección es la autoexploración, mientras que en otros países es la mastografía, es decir, una radiografía de las glándulas mamarias.

“Hablando propiamente de detección lo más importante es la mastografía, recomendable a partir de los 40 años y en mujeres menores de 40 años un ultrasonido por lo menos manual y la exploración por medio de un especialista que se recomienda ya sea un cirujano oncólogo o un gineco-oncólogo, ya no un ginecólogo, a partir de los 18 años, una vez al año”, dice Roberto Hernández.

“Para precisar algún otro tipo de enfermedad se utiliza también la resonancia magnética, estudios más avanzados, la tomosíntesis también, que es un estudio nuevo que es complementario a la mastografía para analizar tumoraciones en específico”, continúa.

Aunque las opciones probadas para tratar el cáncer han salvado miles de vidas, las personas que una vez desarrollaron la enfermedad tienen hasta 30 por ciento de probabilidad de que la enfermedad regrese a su sistema en un fenómeno llamado recurrencia, por ello, científicos e investigadores de todo el mundo se encuentran constantemente en búsqueda de nuevas alternativas de detección y tratamiento para terminar con esta afección.

Por ejemplo, está la unión del ingeniero mexicano Jorge Soto y la doctora en biología molecular Fay Christodoulou, proveniente de Grecia, quienes se encuentran en el desarrollo de un sistema de detección temprana del cáncer y otras enfermedades metabólicas que reduce hasta 50 veces el costo de los métodos actuales, pues se basa en la identificación de diferentes tipos de micro ARN, biomarcadores presentes en el mapa genético del ser humano que pueden ser detectados en la sangre, que están asociados a ciertos tipos de cáncer.

“Este sistema nos permite monitorizar en tiempo real los micro ARN que tenemos activos en nuestro cuerpo y detectar la enfermedad de forma temprana. No es lo mismo combatir un cáncer con un 7 % de posibilidad de sobrevivir que hacerlo con un 70 %”, dijo el desarrollador a la agencia EFE.

 – Tratamiento En ese entonces de 45 años, Clara pasó por dos cirugías, una para retirarle el tumor y una más para ver si éste no había afectado los ganglios, pero gracias a que consultó una segunda opinión y que se le detectó en una etapa temprana no requirió un tratamiento más agresivo. “Afortunadamente todo fue muy a tiempo y no hubo necesidad de hacerme quimioterapias, nada más tuve 27 radioterapias”, dice.

Y aunque se congratula por no haber necesitado una quimioterapia acepta que no fue un proceso fácil: “Fue doloroso cuando me hicieron el marcaje para llevarme a cirugía, me metieron una aguja para que el doctor pudiera determinar donde estaba el tumor, eso casi fue en vivo, fue lo más molesto”.

“De tantas radios que me dieron, el seno se me puso obscuro de las radiaciones, es como si te quemara el sol ¿no?, entonces lo que pasó con tanta constancia fue que se me puso el seno totalmente obscuro de forma que estaba a punto hasta desprenderse mi aureola, mi pezón, entonces ahí tuvieron que pararlas, me dejaron descansar una semana y después le di continuidad a las tres, cuatro citas que me faltaban. Sí es agresivo el tratamiento, pero realmente yo no tuve molestias que digas ‘ay me duele’ no, en lo absoluto, nada más que te sacas de onda, que ves cómo se va deformando tu pezón, se va poniendo obscuro”.

Por su parte el experto ahonda en el tema:

“El tratamiento se ha ido cambiando mucho, desde el tipo de cirugía, porque hoy en día podemos tener tanto cirugía convencional, que es quitar toda la mama, como cirugía conservadora de mamas donde, como su nombre lo dice, se conserva la mayor parte con el único fin de que sea algo estético, pero no todas las pacientes son candidatas porque tienen indicaciones muy precisas y depende las características del tumor que tenga, las características de su mama, el conocimiento que tenga el médico que va a hacer esto, porque también no todos están calificados para hacer cirugía conservadora”, dice.

“De ahí ya deriva todo el tratamiento con base en la quimioterapia y tenemos ya estudios genéticos que se le hacen al tumor, hay dos que existen en el mercado, uno donde se estudian 21 genes y otro donde se estudian 70 genes, en lo particular uso en el que se analizan 70, que se llama mammaprint– donde se valora en pacientes que convencionalmente requieran de quimioterapia, se manda a estudiar el tumor y este estudio muchas veces nos puede decir que es un tumor de bajo riesgo donde el beneficio de la quimioterapia es muy poco, entonces nos evitamos la toxicidad de darle quimioterapia a estas pacientes. Y en cambio tenemos tumores pequeños donde está la duda de si va a servir o no la quimio y mandamos hacer el estudio y sale un tumor de alto riesgo, en estos pacientes sí vale la pena la terapia”, continúa.

¿Es necesario hacer cirugía en todos los casos?

“Siempre, el tratamiento o el armamentario que tenemos para tratar el cáncer de mama es cirugía, quimioterapia, radioterapia y hormonoterapia, y depende de cada paciente si va a requerir uno, dos, tres o todo el tratamiento completo”

-La cirugía: “Es la piedra angular siempre, hay pacientes que se llegan a presentar en condiciones avanzadas en donde no es recomendable operar de primera instancia, entonces se tiene que dar quimioterapia”.

-La quimioterapia: “Es un tratamiento sistémico, a través de medicamentos que sirve para erradicar células o tumores que ya están fuera de la mama.

-La radioterapia: La cirugía y la radioterapia son tratamientos locales, esta última sirve para disminuir el riesgo de que vaya a recurrir o presentarse el tumor en la zona de la mama, con rayos X de alta potencia, partículas o semillas radiactivas para destruir las células cancerígenas.

-La radioterapia intraoperatoria: Es una modalidad nueva, que en el momento que se hace la cirugía aún en el quirófano se da la radioterapia y ya no hay necesidad de dar radiaciones post operatorias. (Los únicos lugares en México donde hay terapia intraoperatoria son el Centro Médico ABC Observatorio, el Fucam (Fundación de Cáncer de Mama) y el Instituto Nacional de Cancerología).

-La hormonoterapia: Llamado más propiamente tratamiento antihormonal, es porque el tumor tiene receptores y se alimenta de las hormonas que produce el cuerpo, entonces se le da un tratamiento para bloquear esta producción de hormonas y con esto se disminuye en un 50 por ciento el riesgo de que el tumor vaya a aparecer en otro lado o regrese a la mama.

No hay un tratamiento más recomendable que el otro, depende totalmente de las características de cada paciente.

“Depende de cada quien, por eso cada paciente se debe estudiar de manera individual, no es lo mismo un tratamiento que debe de recibir una mujer que sea joven a una que esté por arriba de los 70 años, es diferente”.

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Foto: Shutterstock
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La mastectomía bilateral

Éste es el procedimiento quirúrgico en el que se extirpan ambos senos, aunque sólo uno de ellos esté dañado.

“Hay cierto tipo de tumores, como el carcinoma lobulillar de mama, donde es recomendado hacerlo porque hay un riesgo hasta del 30 por ciento de que la paciente tenga el mismo cáncer en la otra mama, entonces haciendo la cirugía se disminuye hasta en el 95 por ciento el riesgo de padecerlo. La otra indicación es cuando hay una alteración genética, que se llama BRCA1 y BRCA2, de índole hereditario, como el famoso caso de Angelina Jolie, donde la paciente llega a tener hasta un riesgo de 85 por ciento de desarrollar cáncer de mama y hasta un 40 por ciento de cáncer de ovario, en estas pacientes también está indicado hacer una mastectomía disminuidora de riesgo o profiláctica”, dice el médico.

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Recurrencia

La recurrencia es cuando después de recibir tratamiento contra el cáncer el tumor vuelve a aparecer, mientras que la enfermedad metastásica o metástasis es cuando la afección se propaga desde la parte del cuerpo donde comenzó a otros órganos.

“Ahí tiene que ver el tipo de cáncer, las características que va a presentar este tumor y el estadío en el que se diagnostica de manera inicial, no es lo mismo una persona que se le diagnostica en etapas tempranas a una en etapas avanzadas, en éstas, más o menos el riesgo de recurrencia o de enfermedad metastásica llega a ser hasta arriba del 30 por ciento, aquí lo que hace la diferencia es la sobrevida que se marca a cinco y a 10 años dependiendo por la etapa clínica en la que se diagnostica”, dice Hernández Peña.

Costos

El oncólogo pone en perspectiva el desgaste económico que implica tratarse contra esta enfermedad: “Obviamente es un tratamiento caro porque si se hace cirugía conservadora de mama, de entrada vamos a necesitar radioterapia, y el tratamiento de radioterapia es también caro, varían los costos dependiendo el equipo y el hospital donde se haga, pero más o menos cuesta entre 40 y 60 mil pesos nada más la radioterapia, si se hace radioterapia intraoperatoria, aproximadamente el costo de la pura radioterapia sin contar la cirugía, también es como de 40 mil pesos”.

Tras las más de 20 radioterapias, Clara tomó diariamente a lo largo de 5 años el medicamento llamado Nolvadex, que por sugerencia de su doctora, a quien visita cada seis meses, ha vuelto a tomar, pues un estudio mencionó que el efecto era mejor si se ingería por 10 años, y tras documentarse sacó la carne de su alimentación, “tengo cuatro años que no consumo carne ni embutidos, nada más pescado y vegetales”, dice.

“Al principio no me había ‘caído el 20’ de lo que realmente me había pasado, si soy honesta, como todo fue tan rápido, a mí inmediatamente me canalizaron, me hablaron de probabilidad de vida y todo lo quise hacer muy rápido como me lo planteó mi doctor, de forma que no tuve oportunidad de tener trastornos, mi vida cambió de forma posterior  ahora que ya lo asimilo, al término de las radios que me hicieron me comenzó a ‘caer el 20’ y empecé a valorar ciertas cosas que de pronto no cuidé como no tomar alcohol.

A lo mejor es como evadir un poco, o estaba pasando un momento difícil por otra circunstancias que me llevó a no tomarlo tan en serio, pero evidentemente después de eso claro que te cambia la vida, das gracias de pensar que lo hayas hecho a tiempo, que haya tenido la fortuna de que ni siquiera me hayan tenido que quitar el pelo”, finaliza.

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