Después de que nació su hija, las cosas no mejoraron en la cama, y ella decidió buscar ayuda ginecológica. El experto le hizo muchas preguntas, fue juntando ideas y atando cabos, hasta que finalmente le dijo: “¿Lisa, te das cuenta de que en realidad todavía eres virgen?

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Mamá virgen Seguramente te preguntas cómo demonios Lisa pudo ser una mamá virgen. Su ginecólogo le diagnosticó vaginismo, un padecimiento en el que la parte exterior de la vagina se contrae con espasmos musculares que no puede controlar. Cuando una mujer tiene vaginismo, la penetración puede ser muy dolorosa y los espasmos dificultan o imposibilitan la penetración.

En casos muy raros, una mujer puede quedar embarazada sin que haya penetración, si el hombre eyacula cerca de la vagina, y no exactamente dentro. Eso es exactamente lo que le pasó a no menos de 10 de 260 mujeres en un estudio Chileno presentado en el Congreso Mundial de Salud Sexual en 2010. Todas ellas tenían una relación estable y visitaron un clínica de ginecoobstetricia porque no podían tener sexo con sus esposos.

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Miedo En el vaginismo, los espasmos musculares no son sólo un problema antes de la penetración – también se dan, ya sea entre las sábanas con un/a compañero/a sexual, en una exploración ginecológica, o simplemente al imaginarse teniendo sexo. Es muy común que una mujer que lo padezca, nunca se haya masturbado o usado un tampón.

Una de las causas asociadas al vaginismo es que la mujer tiene miedo de que si su pareja mete el pene en su vagina le va a doler mucho. Algunas mujeres pueden desarrollar vaginismo si nunca han tenido educación sexual y no tiene idea de lo que es la penetración. Por ejemplo, pueden pensar que su vagina es demasiado pequeña como para que le quepa un pene. Otras veces es por una estricta educación religiosa, donde hablar de sexo es tabú.

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Tratamiento exitoso Pero hay buenas noticias para quienes lo padecen. El tratamiento a veces hace maravillas. Por ejemplo, en el caso del estudio chileno, después de un tiempo en la cínica, todas las mujeres pudieron tener sexo con sus esposos.

Tratar exitosamente el vaginismo significa actuar tanto en el aspecto físico, como en el psicológico del padecimiento. Los fisioterapeutas trabajan con la mujer para enseñarle a relajar la vagina y tomar control sobre sus espasmos. Al mismo tiempo, los psicólogos le brindan toda la información que necesita acerca del sexo y le ayudan a superar su miedo a la penetración y cualquier ansiedad que pudiera tener.