En 2009, el entonces Presidente estadounidense Barack Obama también tuvo el honor de prestar su rostro para acuñar las pastillas de éxtasis.
Por Laura Calderón
Ciudad de México, 19 de septiembre (InSight).- Desde el Presidente estadounidense Donald Trump hasta el astro argentino del fútbol Lionel Messi, caras reconocidas sirven a las bandas narco no solo para marcar su producto, sino también para sobresalir entre la multitud.
Las imágenes de políticos parecen ser favoritos de siempre. Este verano, en un operativo antinarcóticos en São Paulo se incautaron paquetes de cocaína que portaban la cara del Presidente brasileño Jair Bolsonaro. Las pegatinas se usaban para indicar a los consumidores que las drogas eran de superior calidad, según fuentes de la policía citadas por el portal de noticias UOL, aunque a la hora de la verdad no había ninguna diferencia en la pureza del producto.
En marzo de 2019, también se encontró la cara de Bolsonaro adornando varios paquetes de marihuana a la venta en São Paulo.
En varios países han aparecido píldoras de MDMA con la forma de la cara de Donald Trump. Inicialmente decomisadas en Alemania en 2017, las píldoras con la imagen de Trump se descubrieron en Estados Unidos en 2019, y en Chile y el Reino Unido este año.
No se sabe si fueron obra de un fabricante o de varios, pero algunas parecen haber sido elaboradas en los Países Bajos. Un vocero de la policía británica dijo a The Guardian después del decomiso más reciente que “las Donald Trumps son pastillas peligrosas con un contenido extremadamente alto de MDMA que podrían poner en grave riesgo a quien las tome”.
Los líderes políticos cambian con el tiempo. En 2009, el entonces Presidente estadounidense Barack Obama también tuvo el honor de prestar su rostro para acuñar las pastillas de éxtasis.
También se han usado rostros detestados como el de Osama Bin Laden, líder de al-Qaeda y autor intelectual de los ataques del 11 de septiembre. En 2019, la policía incautó casi dos toneladas en paquetes de marihuana “cripa” en Colombia que llevaban la fotografía del capo del Cartel de Medellín Pablo Escobar. El comandante de la Policía del Cauca, Fabio Alexánder Rojas García declaró a la prensa que los grupos usaban la “marca” Escobar “para catalogar y vender” la droga.
Entre los favorecidos ha habido deportistas y cantantes. El astro del fútbol Lionel Messi decoraba un gran cargamento de cocaína hallado en el puerto de Callao en Perú, que estaba dirigido a Bélgica en 2017. Aunque su imagen es un icono entre los consumidores de cannabis, Bob Marley apareció en la cocaína incautada en Paraguay en junio de este año.
Pese a que la técnica de usar estampillas para identificar paquetes de narcóticos comenzó a usarse en la época de Pablo Escobar, principalmente con fines logísticos, el uso de rostros famosos también les da un aire de refinamiento e ironía.
En un momento en que se producen cantidades récord de cocaína, los grupos narcotraficantes pueden recurrir a estos marcadores para diferenciar su producto del de sus rivales. En algunos casos, estos permiten a quienes manejan los narcóticos dar fe del origen o el destino de un cargamento.
Pero la estrategia puede volverse en contra suya. Estos marcadores también han permitido a las autoridades rastrear con mayor facilidad a bandas narcotraficantes específicas. “Estamos viendo una serie de delfines que aparecen recurrentemente en las drogas incautadas en Bolivia. Esos delfines… están reapareciendo en decomisos en el exterior, por lo que vemos que hay una red que opera en esta zona”, declaró a medios locales Thierry Rostan, representante de la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD) en Bolivia en febrero pasado.
Otro alto oficial de policía boliviano dijo a la prensa que esas marcas también se ponían en cargamentos de drogas de diferentes grupos cuando almacenaban juntos el producto.
Con las drogas sintéticas, el uso de imágenes de celebridades también sirve para aumentar las ventas.
Según un reportaje del Daily Mail, las tabletas de éxtasis con la imagen de Donald Trump resultaron tener bastante buena acogida entre sus clientes en el Reino Unido por su forma.
“Termina siendo un juego de quién tiene la pastilla más guay”, declaró una fuente al periódico.