La gran diversificación que se dio entonces entre los invertebrados, de la que surgieron las algas verdes, los peces primitivos, los cefalópodos y los corales, fue una adaptación al nuevo clima, según según se desprende del estudio publicado en la revista Science Advances.
Ciudad de México, 19 de septiembre (RT).- Hace unos 466 millones de años, la Tierra experimentó una era de hielo inusual y de corta duración. La caída de la temperatura congeló las aguas y la glaciación cubrió gran parte del planeta, lo que provocó que el nivel del mar cayera.
Ese período creó las bases para uno de los cambios más importantes en la historia del planeta: la biodiversidad. Antes del enfriamiento, la mayoría de las especies habitaban en los océanos. Después ocurrió un "explosión" en la biodiversidad y los animales invertebrados tuvieron que evolucionar para aprovechar al máximo las regiones más frías, recién formadas en el mundo.
Aunque el proceso en sí era ya conocido por los especialistas, no se sabía qué fue lo que desencadenó ese cambio de temperatura. Ahora un grupo de investigadores de la Universidad de Lund (Suecia) descubrió que ese periodo coincidió con el estallido de un asteroide de 150 kilómetros de diámetro entre las órbitas de Marte y Júpiter, donde aún hoy corre un amplio cinturón de cuerpos rocosos.
La desfragmentación de tal cuerpo celeste habría sido causada por una colisión con otro similar o un cometa. Tras ese impacto, enormes cantidades de polvo se habrían extendido a través del sistema solar, al punto de impedir que parte de la luz del Sol llegara hasta la Tierra. Ese efecto de "bloqueo" habría inducido temperaturas más frías.
La gran diversificación que se dio entonces entre los invertebrados, de la que surgieron las algas verdes, los peces primitivos, los cefalópodos y los corales, fue una adaptación al nuevo clima, según según se desprende del estudio publicado en la revista Science Advances.
La evidencia presentada por los científicos proviene de estudios detallados de sedimentos del fondo marino, de edad ordovícica (hace entre 443 y 485 millones de años), recopilados en la montaña Kinnekulle, en el sur de Suecia, y el río Lena, cerca de San Petersburgo, en Rusia.
En una cantera en Kinnekulle se encontraron más de 130 "meteoritos fósiles", rocas que cayeron en la Tierra en el pasado antiguo, que se incrustaron en los sedimentos del fondo marino y se conservaron de manera similar a los fósiles de animales. Con ellos se determinó que la colisión de asteroides tuvo lugar hace 466 millones de años.
Además, al estudiar la distribución de polvos de grano muy fino y micrométrico en los estratos sedimentarios, los investigadores detectaron helio y otras sustancias de origen extraterrestre. Ese descubrimiento solo podría explicarse por el viento solar, que habría "bombardeado" ese polvo, enriqueciéndolo con tales elementos en su camino a la Tierra.
Las enormes cantidades de polvo de grano fino llegaron a la Tierra no mucho después del estallido. Y el registro geológico muestra que poco después de llegar ese polvo, el nivel del mar bajó drásticamente en todo el mundo y comenzó la era de hielo, según el estudio.