Los vecinos del Multifamiliar se organizaron desde el día de la contingencia y el 20 de septiembre se instauraron en una Asamblea para defender su patrimonio y buscar acceso a recursos del Fondo para la Reconstrucción.
Desde agosto comenzaron los trabajos para reforzar los edificios del Multifamiliar Tlalpan, los vecinos lograron que ninguno fuera demolido y que se sumen proyectos estructurales, por lo que los tres edificios que estaban habitados fueron desalojados para que comenzaran los trabajos de rehabilitación.
Por Rocío Melgoz
Ciudad de México, 19 de septiembre (EconomíaHoy/SinEmbargo).- A un año del sismo del 19 de septiembre, la vida de los vecinos del Multifamiliar Tlalpan cambió radicalmente. Unas 2,000 personas que vivían en 500 departamentos en 10 edificios, uno de los cuales colapsó. Los vecinos se reacomodaron en campamentos aledaños, otros rentan o fueron acogidos por familiares y tienen la esperanza de que los trabajos de rehabilitación puedan terminar en nueve o diez meses. Mientras, sobreviven y tratan de asimilar la realidad.
Héctor Toledo Sánchez, damnificado del Multifamiliar Tlalpan, ingeniero civil de profesión y administrador del edificio 3-C, dijo en entrevista para Economía Hoy que la situación no ha sido fácil desde el 19 de septiembre, pero que gracias a la unión ya lograron sentar un precedente no solo para los del ‘Multi’, sino para otras contingencias en el futuro.
A finales de julio, la Comisión para la Reconstrucción, Recuperación y Transformación de la Ciudad de México aprobó 45 proyectos ejecutivos para la rehabilitación de inmuebles afectados, entre estos el Multifamiliar Tlalpan.
UNIDOS POR LA RECONSTRUCCIÓN
Para llegar a este logro, los vecinos del Multifamiliar se organizaron desde el día de la contingencia y el 20 de septiembre se instauraron en una Asamblea para defender su patrimonio y buscar acceso a recursos del Fondo para la Reconstrucción.
Héctor Toledo comentó que hicieron presión para que las autoridades les dieran un trato serio, formal con “estudios de mecánica de suelos, de licencias de materiales, fotografía, entre otros, para que pudiéramos tener certeza de las condiciones de nuestros edificios”.
“A partir de que nos organizamos, defendimos que nada iba a estar en venta, ni a permitir que nos sacaran de aquí y que sabíamos que los edificios podían tener arreglo”: Héctor Toledo
La primera Asamblea General está compuesta por representantes de edificios, con dos como mínimo para tener comunicación y son los enlaces entre sí, explicó Toledo, “aparte tenemos una coordinación general de cuatro vecinos, yo soy uno de ellos, que fuimos los que empezamos a convocar, pero a la vez tenemos la comisión de prensa, la comisión técnica, la comisión de campamento, todo esto ayudó a que tuviéramos una organización, sino, quien sabe de qué estuviéramos hablando”.
Su movimiento también sumó a otros predios “de ahí formamos un grupo de damnificados para damnificados sin intermitentes ni intermediarios”.
En ese contexto, dijo que entre ellos y las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México el diálogo es directo, pero que gracias a la unión vecinal, lograron tener acceso a los recursos para la reconstrucción de sus edificios, algo que no estaba contemplado de origen.
“Estamos generando política pública en torno a la atención de desastre por sismo en la Ciudad de México, que no lo había, lo que había son recomendaciones, pero la vivienda no estaba contemplada, lo que había era servicios urbanos, infraestructura hospitalaria, escolar, etcétera, banquetas, postes, pero vivienda no estaba contemplada”, dijo el vecino del Multifamiliar.
ESPERAR NUEVE O DIEZ MESES
Desde agosto comenzaron los trabajos para reforzar los edificios del Multifamiliar Tlalpan, los vecinos lograron que ninguno fuera demolido y que se sumen proyectos estructurales, por lo que los tres edificios que estaban habitados fueron desalojados para que comenzaran los trabajos de rehabilitación.
“Logramos que no solo se refuerce nuestro edificio, sino también ser un antecedente en política pública para la atención de desastres”
Actualmente hay 100 personas en campamentos desde el 19 de septiembre de 2017, otros se fueron con familiares, otros rentan o tienen casa en otro lugar, muchos tuvieron que vender o regalar sus cosas porque no cabían donde se alojan, incluso otros rentaron bodegas.
“Como dice uno de los vecinos, conformémonos con tener de aquí a diez meses un techo donde pasar, no van a ser las comodidades a las que estamos acostumbrados, pero por lo menos que estemos en condiciones de tener donde llegar y está la situación de que muchas familias tienen mascotas o son muchas personas y tienen problema para acomodarse”, mencionó Toledo.
Personalmente, dijo, “ha sido muy complicado porque tienes que combinar la cuestión familiar, la cuestión laboral, los pocos tiempos libres que tienes y trasladarlos a la cuestión del Multifamiliar”.
En cuanto a las necesidades de los que están en campamentos, dijo, tienen muchas por cubrir, si bien, la ayuda fue constante y en abundancia hasta diciembre de 2017, a lo largo del año disminuyó.
Por ahora, los campamentos necesitan materiales para mejorar sus condiciones por la cuestión de la temporada de lluvias, electrificación, baños, regaderas “porque pues ahora sabemos que prácticamente esto se va a un proceso de al menos otro año, entonces la gente de campamento tiene que estar en las mejores condiciones posibles, por dignidad, pero también por cuestiones de salud mental y física, no podemos dejar ningún punto descuidado, requieren cableado, cintas, material eléctrico, locas, material para lluvias, impermeables, productos de higiene personal”.
Por último, Héctor Toledo recomendó a aquellos que quieran ayudar, que acudan directamente con la gente de campamentos y les pregunten de manera precisa qué es lo que se necesita “para no caer en algo que no se va a utilizar”.