Tanto el desplegado del CCE, uno de los mayores sindicatos empresariales de México, como la exhibición de donantes para la organización de Claudio X. González, muestra una realidad: muchas de las grandes fortunas, aunque no todas, no perdonan a López Obrador por haber irrumpido en sus planes presidenciales para 2018. Y tampoco se quedan contentos con el resultado electoral de 2024, que ratificó no sólo a la izquierda en el poder sino que le entregó 36 millones de votos a Claudia Sheinbaum para gobernar con un bono democrático que ni el actual Presidente tuvo.
Ciudad de México, 19 de agosto (SinEmbargo).– Parecen dos eventos separados. Uno de la semana pasada, otro de la que corre. El miércoles 14 de agosto, durante la conferencia de prensa de las mañanas, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) Pablo Gómez mostró las finanzas de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) para denunciar al Gobierno de Estados Unidos por inyectar recursos a grupos de oposición en el país. Y este lunes 19, el Presidente respondió a un desplegado del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) donde pide al Instituto Nacional Electoral (INE) detener a Morena en el escritorio, es decir, no darle la mayoría constitucional en el Congreso. “Son una vergüenza”, dijo el mandatario.
Los dos momentos tienen varios denominadores comunes, pero uno de ellos es muy poderoso como para ser ignorado. En ambos se hace evidente que la misma élite empresarial que conformó un frente anti Andrés Manuel López Obrador hace ya 20 años, en 2004-2005, sigue activa. Entonces intentaban evitar a toda costa que fuera candidato presidencial de la izquierda en 2006; después le mantuvo la presión para “cancelarlo”, es decir, para descarrilar su camino a la Presidencia con campañas de desprestigio que requirieron inversiones de cientos de millones de pesos en prensa y en otras vías de comunicación masiva como el cine, las redes sociales y los espectaculares.
Pero tanto el desplegado del CCE, uno de los mayores sindicatos empresariales de México, como la exhibición de donantes para la organización de Claudio X. González –él mismo un cachorro de uno de los millonarios más activos contra López Obrador– muestra una realidad: muchas de las grandes fortunas, aunque no todas, no perdonan al líder social nacido en Tabasco por haber irrumpido en sus planes presidenciales para 2018. Y tampoco se quedan contentos con el resultado electoral de 2024, que ratificó no sólo a la izquierda en el poder sino que le entregó 36 millones de votos a Claudia Sheinbaum para gobernar con un bono democrático que ni el actual Presidente tuvo.
EL FRENTE ANTIAMLO AYER Y HOY
Pero, ¿quiénes son los empresarios agrupados en el CCE?, ¿a qué empresas representan?, ¿cuál es su problema con el Presidente? La historia comenzó en los años 2004 y 2005 cuando Andrés Manuel López Obrador era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y tenía muchas posibilidades de llegar a la Presidencia en 2006, lo que representaba un obstáculo para los intereses de esta élite.
El CCE, creado en agosto de 1976, es el máximo órgano de representación del sector privado en México que agrupa a 13 organizaciones cúpula empresariales, como la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Si bien los empresarios siempre fueron cercanos al poder, pues sus presidentes están vinculados con los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), el CCE se había mantenido alejado de la vida política hasta la elección de 2006.
Dado que la Ley Electoral de ese 2006 lo permitía, el CCE lanzó spots en radio y televisión a favor del entonces candidato panista Felipe Calderón y hostiles contra el político tabasqueño. En los mensajes participaron Jumex y Sabritas al llamar al voto con los colores o slogan de la campaña panista; se transmitieron spots que atemorizaban sobre una inestabilidad económica con leyendas como “apostar a algo distinto es retroceder”; o señalaban directamente que las propuestas del entonces abanderado del PRD endeudarían, y provocarían inflación y desempleo, por lo que el ciudadano podría perder su vivienda. “No votes por una crisis”, alarmaba uno.
En el año 2006, el CCE estaba dirigido por José Luis “Chacho” Barraza González (1949, Delicias, Chihuahua), un empresario que fue acusado por varias organizaciones de financiar la campaña del productor y consultor político español Antonio Solá, quien creó el famoso: “AMLO un peligro para México”.
Años más tarde, ese mismo empresario compitió como candidato independiente a la gubernatura de Chihuahua en la elección de 2016.
Por la presidencia del CCE han pasado varios empresarios que se han confrontado abiertamente con López Obrador, el más conocido es Claudio X. González Laporte, dueño de Kimberly-Clark y cuyo hijo es el fundador de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.
González Laporte dirigió por dos periodos el CCE: de 1985 a 1987 y de 2000 a 2002.
En la elección de 2006 este grupo empresarial pudo concretar su objetivo: evitar a toda costa que López Obrador llegara a la Presidencia, pero su intervención ilegal quedó para la posteridad y a raíz de eso se modificó la Ley Electoral.
En los años posteriores este grupo empresarial siguió alimentando el discurso de que López Obrador era una amenaza para México y aunque en la elección de 2012 el tabasqueño volvió a competir, esto no les preocupó mucho porque durante un sexenio construyeron la imagen de quien sucedería a Calderón: el priista Enrique Peña Nieto, un candidato creado con el apoyo de Televisa.
Para el año 2018, la idea de que el tabasqueño se convertiría en el próximo Presidente de México era irreversible y, en un último intento desesperado, el CCE difundió en redes sociales la iniciativa “Construyamos un mejor futuro” para advertir con videos de animación que “un país no se construye mágicamente” y pidió defender “juntos lo que hemos construido”.
Magnates como Germán Larrea Mota Velasco (Grupo México y Cinemex); el finado Alberto Baillères (Grupo Bal) y Héctor Hernández Pons-Torres (Herdez) emitieron cartas a sus empleados para “concientizar el voto”.
Además, circuló el anuncio de la serie “Populismo en América Latina”. En el discurso de señalarlo como populista o comunista, la imagen del promocional mostraba a López Obrador junto con los mandatarios sudamericanos Ignacio Lula Da Silva, Hugo Chávez y Juan Domingo Perón.
No obstante, estas advertencias no hicieron eco en los votantes, quienes cansados de los gobiernos priistas y panistas, dieron su voto de confianza a Andrés Manuel López Obrador con 30 millones 113 mil 483 sufragios.
En el sexenio de López Obrador, que está a unos días de llegar a su fin, este grupo empresarial tuvo algunos roces con el Presidente en temas como la cancelación del aeropuerto de Texcoco, la Reforma al Poder Judicial y la asignación de curules en el Legislativo, este último en un intento por frenar el llamado Plan C.
#Comunicado | Las autoridades electorales tienen la responsabilidad histórica de decidir con base en la voluntad ciudadana expresada en las urnas pic.twitter.com/3Ox9PwCYdK
— Consejo Coordinador Empresarial CCE (@cceoficialmx) August 18, 2024
“De una vez también aprovecho para decir que lamento mucho el que el Consejo Coordinador Empresarial esté pidiendo que se viole la Constitución, en pocas palabras. Están, primero, descarándose. Están definiéndose por la corrupción y no quieren un auténtico Estado de Derecho, quieren un ‘Estado de chueco’, y es mucha prepotencia que los que se sienten dueños de México quieran tener a sus pies a jueces, a magistrados y a ministros”, dijo el Presidente este lunes en su conferencia de Prensa.
López Obrador aseguró que “el Consejo Coordinador Empresarial no son nada más los que representan a ese organismo, son los más afortunados de México, que no dan la cara, pero son los que tienen a su servicio a ministros de la [Suprema] Corte y ellos lo saben”. “Nada más que no voy a mencionar sus nombres, pero sí saben ellos que me estoy refiriendo a una actitud que es completamente inmoral”, afirmó.
UNA ONG FINANCIADA POR EMPRESARIOS ANTIAMLO
En La mafia que se adueñó de México y el 2012, López Obrador ahondó en el rol que tuvo el empresario Claudia X. González Laporte: “En víspera de las elecciones junto con Gastón Azcárraga, presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, y José Luis Barraza González, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, promovió y difundió la campaña de televisión, violando la ley electoral, para atemorizar con mensajes nada subliminales, en los cuales se decía que votar por el cambio iba a significar el cierre de empresas, desempleo y caos, todo lo cual ha sucedido y pudo evitarse si gente como ellos no hubiese actuada de manera fraudulenta y perversa”.
“Además, esta tercia de malandrines eran los que más le insistían a Emilio Azcárraga en el sentido de que Televisa debía lanzarse a golpearnos de manera abierta, y cuando éste se resistía con el argumento de cuidar la imagen pública de la empresa, ellos le replicaban que, en todo caso, sólo sería cosas de unos meses y que, luego, Televisa recuperaría la credibilidad perdida”, describió López Obrador sobre cómo se maquinó esa guerra sucia que consistió en la difusión de spots en los que se advertía un mar de males en caso de que ganara la Presidencia.
Hoy, a 18 años de ese episodio, de nueva cuenta un Claudio X. Gonzalez, en este caso el hijo de aquel empresario, ha tomado las riendas del bloque opositor, promotor de Gálvez Ruiz.
Claudio X. Gonzalez Guajardo, de hecho, se ha escudado en la supuesta sociedad civil para atacar al Presidente López Obrador, a quien abiertamente ha acusado de ser un narcotraficante aún cuando las publicaciones que intentaron ligarlo con el crimen organizado no demostraron nada y pese a que el Gobierno de Estados Unidos ha dicho que no hay ninguna indagatoria abierta contra el mandatario mexicano.
La semana pasada, Pablo Gómez Álvarez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), reveló que una élite de empresarios y corporativos mexicanos donó un total de 502 millones 588 mil 208 pesos a Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad entre 2015 y 2023.
En entrevista para el programa “Los Periodistas”, el funcionario recordó que esta oligarquía rapaz que desde 2006 ha promovido y financiado en forma sistemática campañas en contra Andrés Manuel López Obrador, tiene como objetivo el denostar al Presidente, al Gobierno de la Cuarta Transformación y a la virtual Presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo.
“Eso de que en México había una oligarquía a la que el entonces candidato López Obrador le llamó la ‘mafia del poder’, no era un invento del actual Presidente, es un hecho socio político económico que tiene un peso específico muy fuerte en la lucha política del país, pero también en la economía nacional”.
Pablo Gómez desnudó las cuentas de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, asociación civil que tiene como apoderados legales a Claudio Xavier González Guajardo y María Amparo Casar Pérez, y que ha sido relacionada con la oposición en México: su fundador convenció en su casa particular a los representantes de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y el extinto De la Revolución Democrática (PRD) a fusionarse en un frente tanto electoral como legislativo para oponerse al Gobierno de México.
De acuerdo con el informe de la UIF, entre los donantes de MCCI está una élite de empresarios y corporativos mexicanos, además del Gobierno de Estados Unidos vía la Embajada en México.