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Siete series que debes ver (y algunas de ellas son de culto) aunque no pasaron de la primera temporada

19/08/2018 - 9:30 am

Algunos de estos trabajos se han convertido en series de culto con los años, a pesar de que sólo tuvieron una temporada. Se defendieron en su género y la audiencia debería haberles dado el beneficio de la duda.

En ocasiones, la tiranía de la audiencia va más allá y acaba por sepultar ficciones que, quizá, no lo merecían.

Por Eider Calvo
Ciudad de México, 19 de agosto (ElDiario/SinEmbargo).-Por crudo que suene, en la mayoría de los casos malos proyectos conllevan resultados discretos. Pero en otras ocasiones, la tiranía de la audiencia va más allá y acaba por sepultar ficciones que, quizá, no lo merecían. Otras, es la falta de presupuesto la que condena al fracaso a una buena serie.

Es posible que la siguiente lista esté compuesta de títulos que tal vez nunca habrían podido optar al Emmy a Mejor Drama, si bien es cierto que tampoco tuvieron tiempo para crecer, madurar y prosperar, pues fueron canceladas tras la emisión de una única temporada. Algunas de ellas incluso se han convertido en series de culto con los años y contiene, además, una que fue planteada para relanzarse en forma de reboot.

AWAKE 
Jason Isaacs (Harry Potter) protagoniza Awake, un thriller dramático en el que encarna al detective Michael Britten, quien sufrirá un accidente de coche fatal junto a su mujer y su hijo. Al despertar, descubrirá que su esposa ha fallecido, lo que le conducirá a un episodio de depresión al tratar de superar la pérdida.

Sin embargo, cuando parece haberlo conseguido, entrará a formar parte de una realidad paralela en la que no es su mujer la que se va, sino su hijo. Empezará así a vivir una incomprensible doble vida entre ambas dimensiones, donde se pondrán sobre la palestra las consecuencias personales y laborales que deriven de cada caso.

La arriesgada propuesta de Kyle Killen (Lone Star) invita al espectador a reflexionar en un desgarrador viaje emocional que posiblemente le agote. Awake derrocha complejidad y buen gusto pese a su frío planteamiento, en el que profundiza en la pérdida y sus consecuencias a través de una interesante comparativa que amenaza con derribar la cada vez más frágil cordura de su protagonista.

CAPRICA 
El spin-off de la serie Battlestar Galactica duró, exactamente, 18 capítulos antes de darlo por cancelado. Caprica se situó más de 50 años antes de lo acontecido en la ficción original, enfocándose en las disputas entre las familias Greystone y los Adama mientras, simultáneamente, se desarrollaba la tecnología que daría vida a los cylons que terminarían provocando la aniquilación de las Doce Colonias de Kobol.

Al contrario que Battlestar Galactica, esta precuela compartía con el espectador el dulce néctar del éxito, mostrando unas colonias en estado de gracia. Además, inició un debate en televisión que diseccionaba las implicaciones de la ética en los avances en inteligencia artificial.

Es cierto que no todo estaba bien; algunas tramas adolecían de cierta falta de ritmo y entorpecían la lectura audiovisual, llegando a generar confusión en el espectador. Pero, definitivamente, las ideas eran buenas. Quizá otro modo de enfocarlas habría evitado su tan temprano desenlace.

MY SO CALLED LIFE 
Una serie aclamada por la crítica y ampliamente premiada que abordaba el conflicto en la adolescencia como ninguna otra antes. Y, sin embargo, su recorrido en televisión se saldó con una única temporada en antena de 19 episodios. ¿Qué podría haber salido mal? Pues que su protagonista, Claire Danes (Homeland), prefirió desarrollar su faceta cinematográfica sin dar oportunidad a una segunda entrega.

My so called life giraba en torno a la vida de Angela Chase (Danes), una joven de 15 años que estudiaba lo que aquí sería 2º de la ESO en el Instituto Liberty. Como la mayoría de sus compañeros, Angela trataba de encontrar su propio camino, para lo cual se cuestionaría prácticamente todo y a todos mientras intentaba construir su propia identidad.

Así, el teen drama presentó a uno de los primeros -o tal vez el primer- personajes adolescentes que no tenía ningún reparo en proclamar su homosexualidad -pese a los problemas que ello le trajo-, como es el caso de Ricky Vázquez (Wilson Cruz); mostró la relación más perfectamente imperfecta que se recordaba del género por entonces: la vivida entre Angela y Jordan (Jared Leto); y abogó por la realidad en un territorio hasta entonces tratado a base de ensueños.

STUDIO 60 ON THE SUNSET STRIP
Detrás de Studio 60 estaba Aaron Sorkin (Steve Jobs, El ala oeste de la Casa Blanca, The Newsroom), quien sostuvo la aclamada dramedia durante 22 capítulos antes de ver cómo se escindía. El proyecto, que apuntaba maneras, contaba el día a día de un estudio de televisión. Una cirugía entre bambalinas que destapó el cómo, el cuándo y el porqué de un ficticio programa de sketches con nombres tan sonados como Sarah Paulson y Matthew Perry entre su reparto.

Los medios la engordaron con alabanzas; desde inteligente y cargada de potencial a otras críticas más atrevidas que hacían de ella el mejor retrato televisivo del momento. Probablemente no era para tanto, pero ponía sobre la palestra algunas de las verdades más crudas del mundillo contra las que, aún hoy en día, se sigue luchando. Como ejemplo, la de tildar a un guionista de «fracasado» cuando su talento queda relegado a un pequeño nombre en una posición secundaria de los títulos de crédito.

COMMON LAW
Wes Mitchell (Warren Kole) y Travis Marks (Michael Ealy) son dos policías de Los Ángeles que no se soportan. Sin embargo, como su capitán necesita que funcionen como equipo, decide enviarlos a terapia de pareja.

Aunque Common Law no es precisamente algo que no haya visto antes -no dejan de ser dos personajes que se llevan como el perro y el gato y que se ven forzados a pasar mucho tiempo juntos-, el dúo formado por Kole y Ealy tenía la suficiente química como para procurarse un porvenir en pantalla -eran puro ‘bromance’-. No obstante, tal vez fuera la ‘no novedad’ del procedimental per se lo que acabara por lastrar el interés de su audiencia.

La serie era entretenida y fácil de ver, con situaciones que llevaban a la media sonrisa y la mediana carcajada en un género no muy dado a la broma. Además, contaba con la acción propia de un CSI cualquiera. Esto es, daba ni más ni menos que lo se pedía de ella. Y con eso debería de haber bastado.

TERRA NOVA
Se ambientaba en 2149 y planteaba un futuro apocalíptico en el que la contaminación obliga a sus habitantes a realizar un viaje al pasado. Serán unos pocos afortunados los que podrán regresar al cretácico y construir, de cero, una nueva civilización que bautizarían como Terra Nova.

Para excusar su cancelación 13 episodios después se dijo que Fox era una cadena muy pequeña para una serie tan grande. Con «pequeña» quisieron decir «generalista» y con «grande» se referían a una ficción que reventó el presupuesto al dotarse de los mejores efectos especiales, propios de todo buen proyecto de ciencia ficción. Unos ingredientes que, a la larga, hicieron de él un producto con poca o nula estabilidad.

Fue precisamente Steven Spielberg quien decidió llevar adelante esta serie sobre dinosaurios que ha sido calificada por muchos como otro de sus grandes fracasos televisivos. Sin embargo, en aras de romper una lanza en favor de Terra Nova, cabe indicar que la distopía gozaba del mejor de los envoltorios; era puro espectáculo desde el primer hasta el último frame pese a que las tramas y sus personajes no fuesen lo más pulido del conjunto.

FIREFLAY
Firefly es un Club de la lucha; triunfadora a título póstumo. Joss Whedon (Buffy la cazavampiros) fue el encargado de llevar a efecto la serie ambientada en 2517 que narraba las aventuras de un equipo intergaláctico, inmerso en su cruzada a través del espacio exterior en una nave cuya morfología da nombre a la ficción.

Pese a su predominante carácter futurista, la serie era un compendio de géneros como el western, la comedia y el drama que dio lugar a un producto muy diferente en sí mismo; además, aprendió a jugar con la perspectiva e ideó una original manera de contar historias. Por otra parte, Nathan Fillion fue el encargado de capitanear el reparto como comandante de una tripulación dedicada al contrabando espacial, lo que también resultó un acierto.

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