Tras el intento de atentado en su contra, sumado a la decadente candidatura demócrata de Joe Biden, es posible que el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos se convierta en una realidad. Frente a este escenario, reviven retos comerciales que el nuevo gobierno de México, con Claudia Sheinbaum, tendrá que enfrentar como las negociaciones para la renovación del T-MEC o evitar la imposición de aumento de aranceles.
Ciudad de México, 19 de julio (SinEmbargo).- Donald Trump, expresidente y candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, ha mostrado partes de su plan de política exterior que implementará si gana un segundo mandato de cuatro años. Una propuesta con la que insiste es la de enviar al Ejército estadounidense a México para “combatir” a los cárteles del crimen organizado. Pero hay otra en materia económica, la de imponer aranceles expansivos a países “amigos y enemigos” por igual.
Lo hizo en mayo de 2019, durante su primer mandato, cuando amenazó con un arancel del 5 por ciento en todos los productos importados de México como castigo por la migración irregular. En esa ocasión dijo que dicho gravamen iría aumentando gradualmente —hasta el 25 por ciento— hasta que viera “control” de las personas que ingresaban a Estados Unidos. Días después suspendió esta medida pero quedó registro de las advertencias a México.
En esta ocasión, el amago es por la entrada de inversión china en el sector automotriz en México, bajo la lógica del nearshoring; Donald Trump ha declarado que si regresa a la Casa Blanca, impondrá aranceles del 10 por ciento a todos los productos que vengan de otros países, incluido México, y a los automóviles fabricados en el país vecino por empresas chinas un arancel de hasta 100 por ciento pues sostiene que se benefician de pagar menos impuestos por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Ante este posible escenario, ¿qué consecuencias traería para México?, ¿qué puede hacer el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo para evitar medidas tan drásticas? Jesús López Almejo, internacionalista miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Conahcyt, explicó que todas las amenazas de Trump van de la mano, como utilizar el tema del tráfico de fentanilo o la migración para amagar a México con sanciones económicas, aunque no descarta otras intenciones como exigir más participación en la política mexicana para impulsar políticas públicas que favorezca sus intereses.
“Me parece que se quieren agarrar del plan del tema del fentanilo, culpar a México y poder amenazarnos con sanciones o solicitar más participación en la política mexicana, lo que sería gravísimo porque cuando ellos tienen más participación en la política de los países generan o tratan de impulsar políticas públicas que les favorezca sus intereses, incluso a veces en contra de los propios intereses nacionales de los países a los que influye. No es poca cosa. También se tiene que renovar el T-MEC”, dijo López Almejo en entrevista con SinEmbargo.
Brenda Estefan, especialista en asuntos internacionales coincidió con el panorama complejo que enfrentaría México con el regreso de Trump a la Casa Blanca y la llegada de J. D. Vance a la vicepresidencia: “es una dupla con una visión bastante negativa respecto a la relación con México y respecto a los efectos que ha tenido el Tratado de Libre Comercio que aunque son menos críticos porque fue una renegociación encabezada por Trump, sí son muy analíticos de los efectos iniciales de la integración comercial de América del Norte”.
La especialista sostuvo que Trump fortalecerá la política de proteccionismo comercial con estrategias más agresivas de negociación, incluso de coerción, con amenazas de aranceles a cambio de que México implemente medidas en materia migratoria o de seguridad. “Esto traería consecuencias tremendas para la economía mexicana y con la renovación del T-MEC, Trump y su equipo podrían tomar una actitud de mayor coerción”.
“Hay mucha gente que dice ‘bueno, no fue tan malo para México, no estuvo tan mal [la primera administración de Trump]’, pero hay que tomar en cuenta que en aquella edición Trump no tenía el conocimiento profundo de Washington, encontró muchas resistencias a sus proyectos, muchos obstáculos, decisiones de jueces que hicieron que no pudiera avanzar, pero en esta segunda edición seguramente ya tiene armado un equipo especialistas que le va a ayudar y cristalizar su proyecto”.
Con esta misma idea concordó María Pía Taracena, especialista en asuntos internacionales, porque sostuvo que la renegociación del T-MEC será complicada pues Trump buscará “sacar ventaja”; y aunque dijo que la estrategia de imponer aranceles puede ser muy coyuntural dependiendo del contexto económico global y bilateral, es una realidad que el candidato republicano se mantiene con su propuesta de aumentar estos impuestos.
CRECIMIENTO DE CHINA, PUNTO A FAVOR DE MÉXICO
¿Qué tiene México a su favor frente a las posibles advertencias económicas de Donald Trump, si llega a la Presidencia? Quizás lo más importante sea que es su principal y mayor socio comercial, o que sin México, Estados Unidos no podría manejar su sistema migratorio. También el crecimiento de China, y en general los países asiáticos, puede ser una ventaja.
La especialista Brenda Estefan destacó como ventaja para México ante el posible regreso de Trump, el hecho de que es su mayor socio comercial: “necesitan a México en términos comerciales, una buena cantidad de los estados de la Unión Americana tienen como principal fuente de empleos el comercio con México, además producimos de manera conjunta porque no solamente enviamos a Estados Unidos productos, sino que muchos de lo que México envía Estados Unidos son productos no terminados que regresan a Estados Unidos como parte de un proceso de elaboración conjunta”.
Jesús López Almejo agregó como una ventaja el crecimiento, poderío y dinamismo de China y en general de los llamados “tigres asiáticos”: “¿esto qué significa? que mientras el centro de gravedad comercial, económica y financiera está virando hacia el continente asiático, en América como región y más en América del Norte como región como subregión, nos estamos quedando atrás”.
“Como región estamos dejando de ser competitivos, China nos está rebasando por mucho y en quien principalmente va a repercutir el que el centro de gravedad económico y comercial salga de Nueva York es a Estados Unidos, donde la decadencia social se está traduciendo una decadencia económica. Necesitan fortalecerse y esto es algo donde México puede ser bastante útil. Entonces: o nos ven como un aliado, o se hunden y los chinos se salen con la suya más pronto de lo esperado”, agregó.
Otra situación que México tiene a su favor, de acuerdo con López Almejo, podría ser el grupo de personas que Claudia Sheinbaum designe para las negociaciones pues vislumbra que podrían ser funcionarios con experiencia lidiando con Trump, esto retomando las relaciones que hubieron en la primera administración del republicano.
Para Estefan, otra situación a la cual podrían sacarle ventaja es al tema migratorio porque México se ha convertido en un aliado para la administración estadounidense en gestión de flujos migratorios: “Estados Unidos tiene un sistema migratorio completamente roto con el cual no puede hacer frente a los actuales flujos y no hay voluntad de llevar a cabo una reforma migratoria integral que pudiera permitirles mejor gestión del fenómeno”.
“Desde luego que México tiene elementos para negociar y tendría que estar pensando en políticas ‘a prueba de Trump’, y lo que están haciendo diversos países aliados, qué se puede poner sobre la mesa que pueda evitar que llegando Donald algunos de nuestros principales acuerdos se vayan por la borda”, finalizó.