Los muchachos que den positivo a la COVID-19 estarán en una situación penal más complicada que el resto, pues “estarían cometiendo delito contra la salud pública”.
La Paz, 19 jul (EFE).- La Policía Boliviana detuvo a más de medio centenar de jóvenes que rompieron la cuarentena con una fiesta organizada en una vivienda privada en Santa Cruz, la mayor ciudad y la más golpeada por la COVID-19 en el país.
Un total de 53 jóvenes, 42 hombres y 11 mujeres, fueron detenidos el viernes en la noche en plena fiesta y en esta jornada permanecían en dependencias de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC) cruceña.
Canales de televisión mostraron a los muchachos parados en un patio guardando la distancia correspondiente mientras una brigada de médicos del Servicio Departamental de Salud (Sedes) tomaba muestras uno por uno para verificar si alguno tiene COVID-19.
Entre los detenidos está el encargado de la música y también hay cuatro menores de edad que recibirán asistencia de la Defensoría de la Niñez, dijo al canal privado Bolivisión el director departamental de la FELCC, Rubén Barrientos.
Según Barrientos, la fiesta fue convocada a través de las redes sociales y, “creyendo que no iban a tener un control de la Policía o del Ministerio Público, pues se han animado a reunirse entre ellos”.
Los 53 jóvenes deberán cumplir una cuarentena en espacios dispuestos por el Sedes y la Alcaldía cruceña, explicó por su parte el Fiscal departamental Roger Mariaca.
“El Ministerio Público va a poner ante el Juez, ya sea de instrucción penal a los mayores como ante el Juez de la niñez a los cuatro adolescentes menores infractores, a objeto que se sometan a la investigación”, declaró Mariaca a Bolivisión.
Los muchachos que den positivo a la COVID-19 estarán en una situación penal más complicada que el resto, pues “estarían cometiendo delito contra la salud pública”, indicó el Fiscal.
Una abogada de varios de los aprehendidos dijo a los medios que pedirá medidas sustitutivas a la detención y apuntó como responsables a los organizadores de la fiesta.
Bolivia tiene declarado desde finales de marzo estado de emergencia sanitaria, con una cuarentena que ha ido variando por fases y se ha ampliado a todo julio en el conjunto del país, aunque con distintas restricciones por regiones y municipios en función de un mapa de riesgo de la enfermedad.
Pero sí hay medidas nacionales que se mantienen, incluida la prohibición de realizar eventos que supongan una aglomeración de gente, como las fiestas.
Santa Cruz, que ha ido levantando algunas restricciones de la cuarentena, ha registrado en los dos últimos días récords de contagios diarios de COVID-19, en lo que las autoridades sanitarias regionales consideran un “turbión epidemiológico” que está golpeando con una velocidad de 40 a 50 contagios por hora.
La región cruceña presenta más de la mitad de los casos confirmados de COVID-19 en Bolivia y el mayor número de fallecidos, con 28 mil 989 y 778, respectivamente, de 56 mil 102 y dos mil 049 del total nacional.