En México, debe quedarnos un puño de políticos autenticamente preocupados por su prestigio y honorabilidad. Si lanzamos la pregunta al aire y obtenemos una lluvia de nombres, difícilmente el nombre de Humberto Moreira, expresidente del PRI y exgobernador de Coahuila, aparecerá en la mente de alguno de ustedes. Sin embargo, en una aparente defensa de su prestigio manchado, Moreira ha emprendido una batalla jurídica contra el Dr. Sergio Aguayo a quien acusa de daño moral.

El legado de las políticas financieras durante la gubernatura de Humberto Moreira fue una deuda de 18 mil millones de pesos que, dentro de la mega deuda, no se han podido justificar ni en obra pública, ni en gasto corriente, no se reflejan tampoco en programas sociales o de perdida en servicios personales. Recordemos que cuando Enrique Martínez y Martínez concluyó su periodo (1999 a 2005), Coahuila reportaba solamente una deuda de 323 millones de pesos.

Hay más deudas injustificadas, la derivada de la integración de todas las áreas captadoras de impuestos estatales, el registro público de la propiedad, la promotora para el desarrollo minero y la promotora inmobiliaria para el desarrollo económico que se le entregaron en un solo paquete a Javier Villareal, cercano colaborador de Humberto Moreira. Solo para financiar este bloque, endeudaron al Coahuila por 33 mil 867 millones de pesos, lo que representó una deuda 105 veces más alta que la que dejó su antecesor.

Otro regalo que dejó a los coahuilenses el periodo de Gobierno de Humberto Moreira, fue el presupuesto ejercido para gasto social, que en el 2010 alcanzó un total de 13,273 millones de pesos, con lo que cuadriplicó lo ejercido en 2009. Sin embargo de acuerdo con un análisis de El Siglo de Torreón, el 86 por ciento de este gasto no está justificado. Es perdidizo el destino de esos recursos, su desaparición impactó irremediablemente en el crecimiento de la pobreza. Entre 2010 y 2012 se sumaron 25 mil coahuilenses al conjunto de pobres y 10 mil al de pobres extremos.

Al parecer la demanda que Humberto Moreira presenta contra el Dr. Aguayo, responde a una rabieta porque en una de sus columnas opinó que “su carrera olía a corrupción y que era un ejemplo de impunidad”. Esto podría costarle al Dr. Aguayo 10 millones de pesos que Humberto Moreira solicita como reparación al daño moral que asegura lo aqueja.

La hipótesis de Sergio Aguayo sobre el posible interés de Moreira para inhibir su trabajo como académico y columnista, recae en que actualmente se encuentra dirigiendo una investigación desde el Colegio de México sobre la masacre de Allende, sucedida un año después de que Humberto Moreira dejara la gubernatura en manos de su hermano Rubén.

¿Habrá en esta investigación algo que incomoda a ese grado al expresidente del PRI? ¿Esperará que una demanda por daño moral detenga el trabajo que el equipo del Dr. Aguayo ha emprendido para esclarecer el contexto y los antecedentes que derivaron en la matanza de Allende?

Las obras y resultados del Gobierno de Humberto Moreira describen nítidamente su trayectoria. Basta enlistarlas, no hace falta calificarlas. No es el individuo, son sus acciones. El daño financiero que su Gobierno ocasionó, ha sido incluso subrayado por la Auditoria Superior de la Federación.

Usar la denuncia por daño moral como una espada de reivindicación, funcionará más como un bumerang de luz que sólo hará más evidente la pérdida de prestigio.

Maite Azuela

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Analista Política y Activista por los derechos humanos y la rendición de cuentas. Maestra en Políticas Públicas por la Universidad de Concordia, Canadá. Colaboradora de Uno Noticias. Dirige la organización Dejemos de Hacernos Pendejos y forma parte de redes ciudadanas para el impulso de los derechos políticos y la defensa de los derechos humanos. Fue servidora pública durante una década y entre las instituciones para las que laboró están el Instituto Nacional Electoral (INE), el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) y el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública (INAI).

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