De estilo discreto y reservado, López Hernández es hombre de todas las confianzas del Presidente López Obrador. Muchos reconocen su manejo político y otros tantos insisten en verlo no sólo como un aspirante más, sino como uno de los principales contendientes. Así se interpretó su presencia el domingo pasado.
Ciudad de México, 19 de junio (SinEmbargo).– El Secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández se metió de lleno en la elección de 2024, fiel a una encomienda que en el pasado le tocaba asumir al ocupante de Bucareli. Hombre de todas las confianzas del Presidente Andrés Manuel López Obrador, formado en la disciplina del Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue él quien trazó la ruta electoral que Morena deberá seguir y no el dirigente del partido, Mario Delgado.
No es de extrañar que el Secretario de Gobernación se ocupe de conducir a buen puerto la sucesión presidencial. Dentro de la denominada Cuarta Transformación se tiene la certeza del triunfo en la contienda de 2024. El mismo Presidente ha minimizado a los posibles abanderados opositores que en cada una de las encuestas que se han difundido aparecen muy por detrás de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, del Canciller Marcelo Ebrard e incluso del propio Adán Augusto, cuyo rol también se ha encaminado en mantener la unidad anunciada hace una semana, como antes lo ha hecho en otras disputas que han amenazado al movimiento.
“Vamos a ganar en el 24, pero tenemos que ir juntos. Dejemos de lado la aspiración personal porque además, y esa es mi convicción, no tenemos derecho a regatearle al hombre que está transformando el país, la unidad y el apoyo total”, fueron las palabras de Adán Augusto López Hernández hace una semana en la Asamblea que llevó a cabo Morena, y en la cual se pronunciaron, como él, Sheinbaum y Ebrard.
Oriundo, como el Presidente, de Tabasco, la relación de Adán Augusto y López Obrador data de dos décadas en el pasado, tiempo en el que el ahora titular de la Segob ha acompañado al actual Presidente en su lucha. Al sacarlo del Gobierno de su estado y nombrarlo al frente de Gobernación, el mandatario federal lo reconoció como su “paisano, amigo y compañero entrañable”. Meses antes, en junio de 2021, se había referido a él como “un cuadro, un profesional, un buen gobernante, una buena persona, un hombre íntegro, una gente honesta”.
De estilo discreto y reservado, López Hernández ha sabido conducirse tanto con aliados como con opositores. Muchos reconocen en ese manejo político la confianza del Presidente López Obrador y otros tantos insisten en verlo no sólo como un aspirante más, sino como uno de los principales contendientes. Así se interpretó su presencia el domingo pasado. Pero los detalles que se han conocido de este encuentro lo colocan además en la operación política.
“Me han platicado, los que asistieron (al desayuno de la unidad) que ahí se definió la ruta al 2023 y al 2024. Y ahí estaba quien dio toda la ruta, no era el presidente del partido, (era) el Secretario de Gobernación le dicen […] se hablaron de las encuestas”, compartió el martes pasado a SinEmbargo Al Aire el Senador Ricardo Monreal, quien no estuvo en la asamblea y que asegura que no fue invitado a este desayuno, en el cual se definió a detalle la operación de Morena rumbo a 2023 y 2024.
Adán Augusto inició su carrera política, al igual que López Obrador y muchos otros integrantes de Morena, en el PRI, en donde militó por más de 20 años. En el tricolor se desempeñó como Secretario General del partido, fue candidato a Gobernador interino de Tabasco en 2001 y un año después coordinador de campaña de Manuel Andrade, quien gobernó la entidad de 2002 a 2006.
López Hernández dejó el tricolor para sumarse al Partido de la Revolución Democrática (PRD) en 2003. Para 2006, López Obrador le encomendó una de sus primeras tareas en el movimiento: coordinar su campaña a la presidencia de la República en el sureste mexicano, una contienda manchada por acusaciones de fraude que favorecieron al panista Felipe Calderón Hinojosa.
Con el PRD se desempeñó como Diputado federal y Senador hasta que en enero de 2014 anunció su salida del Sol Azteca para sumarse a Morena en su consolidación como partido. “He decidido continuar mi trabajo político en Morena, lo he hecho desde hace varios años, junto al licenciado Andrés Manuel López Obrador; me ha tocado ser ahora coordinador de los legisladores federales y senadores afines a Morena en el tema de la Reforma Energética”, dijo en ese entonces.
Como uno de los fundadores del partido guinda, López Hernández saltó en 2019 a la gubernatura de Tabasco, posición desde la cual recibió distintos elogios del Presidente López Obrador, quien en diferentes ocasiones sopesó la posibilidad de sumarlo a su Gabinete hasta que esto ocurrió en agosto de 2021 cuando asumió como Secretario de Gobernación.
Desde Bucareli se ha destacado como un interlocutor al interior del partido, como cuando limó asperezas entre Sheinbaum y Monreal en septiembre del año pasado, precisamente en el marco de la candidatura, o cuando apagó las diferencias que surgieron en el Senado entre la bancada del partido y el propio Monreal cuando el líder parlamentario cerró filas con el Senador Dante Delgado, líder máximo de Movimiento Ciudadano, en las acusaciones en contra el Gobernador morenista Cuitláhuac García por supuestamente haber apresado con motivos políticos al emecista José Manuel del Río Virgen, acusado de homicidio.
También ha sido reconocido por los opositores por su capacidad de diálogo, como cuando se sentó con miembros del PAN para establecer unas mesas de conversación que nunca lograron concretarse, o cuando se vio junto al Consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, un personaje que se ha confrontado constantemente con el Presidente, pero que lució sonriente junto al Secretario de Gobernación.
Todos estos factores han apuntalado su perfil como presidenciable. Ha sido mencionado por el Presidente López Obrador en esta lista, la cual encabezan según todas las mediciones, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, quienes prácticamente están empatados. Es precisamente que en esta situación ha surgido López Hernández como el bateador emergente, el plan B en la sucesión presidencial, el heredero de la 4T que pueda continuar con el proyecto de Gobierno de López Obrador, como señalan columnistas y analistas políticos.
Esa fue la lectura que se dio a la Asamblea de la Unidad. En la que Marcelo Ebrard, quien no es fundador de Morena, habló que “la unidad se construye con el respeto, cuando hay suelo parejo, cuando se escucha al pueblo”. En la que Claudia Sheinbaum cerró filas con el llamado de unidad pedido por el Presidente. Y en el que Adán Augusto advirtió: “Les agradezco las muestras de cariño, pero ¿les digo algo? Ni antes ni después, los tiempos del Señor son perfectos. Todo llega a tu tiempo. Ahora es el tiempo de la unidad, es el tiempo de la transformación del país, y eso sólo será posible si vamos todos juntos”.