Los resultados presentados en el Journal of Thrombosis and Haemostasis apoyan las recomendaciones actuales de tratamiento e insisten en la importancia de un diagnóstico rápido para tratar lo antes posible al paciente.
Madrid, 19 de mayo (Europa Press).- Médicos del Departamento de Medicina I de la MedUni de Viena y del Hospital General de Viena han tratado con éxito un caso agudo del síndrome de trombocitopenia trombótica inducida por la vacuna (VITT), una trombosis en lugares inusuales del cuerpo asociada a un bajo recuento de trombocitos (plaquetas de la sangre) y a un trastorno de la coagulación que se produce tras recibir una vacuna contra la COVID-19 como Janssen o AstraZeneca.
La causa más probable de la VITT es una respuesta inmunitaria defectuosa, en la que se producen anticuerpos activadores de los trombocitos que provocan trombocitopenia (bajo recuento de plaquetas) y trombosis. La tasa de mortalidad en la VITT es elevada (40-50 por ciento) y el síndrome requiere un tratamiento inmediato y adecuado. Sin embargo, las recomendaciones actuales son sólo empíricas y se basan en datos in vitro.
Ahora, estos médicos austríacos han tratado con éxito a una paciente que sufría VITT. La paciente ingresó en el hospital con un recuento bajo de plaquetas y niveles bajos de fibrinógeno. El fibrinógeno es una proteína que desempeña un papel importante en la coagulación de la sangre. “Aparte de eso, sus valores de dímero D, que indican trombosis, eran muy elevados y un ensayo dio un claro resultado positivo de anticuerpos contra la heparina-PF4, todos ellos signos de trombosis incipiente”, explica uno de los líderes del estudio, Paul Knöbl.
Take a look at this case report of a successful treatment of vaccine‐induced prothrombotic immune thrombocytopenia (#VIPIT), by Johannes Thaler, @Cihan_Ay_MD & team.
Read it for free in @JTHjournal: https://t.co/NyRvriuwu9#COVID19 #vaccines @isth pic.twitter.com/AvG0zTDsvi
— Wiley Oncology & Hematology (@WileyOnc_Hem) May 18, 2021
Los médicos actuaron con rapidez y el paciente respondió inmediatamente al tratamiento con una dosis elevada de concentrados de inmunoglobulina intravenosa, cortisona y anticoagulantes específicos, de modo que se evitó la trombosis. Los concentrados de inmunoglobulina contienen anticuerpos que pueden bloquear la respuesta inmunitaria mal dirigida. Los preparados habituales de heparina no deben utilizarse para prevenir la coagulación, ya que pueden desencadenar la trombosis o agravarla.
“En este caso hemos podido describir, por primera vez, la eficacia de una estrategia de tratamiento potencialmente vital para la trombosis inducida por vacunas”, afirma Knöbl. Estos nuevos resultados se han publicado en la revista Journal of Thrombosis and Haemostasis.
Por un lado, los resultados apoyan las recomendaciones actuales de tratamiento, pero también muestran que es necesario un diagnóstico rápido y el inicio inmediato del tratamiento para evitar una trombosis que ponga en peligro la vida. “Esta experiencia podría ser de gran ayuda para tratar a otros pacientes con afecciones similares”, remacha el científico.