De Uruguay a Canadá hasta ciertos estados de EU hasta Asia, la mariguana se ha legalizado en distintos sitios del mundo, pero algunos de los argumentos para avalar este tipo de regulaciones, como la reducción del mercado ilegal, del consumo en general y los ingresos tributarios no se han cumplido todavía, revela un reporte.
Ciudad de México, 19 de marzo (SinEmbargo).– En el breve periodo en que distintos países y jurisdicciones han despenalizado y legalizado el consumo de mariguana con fines no médicos o lúdicos, las promesas de reducir las tasas de consumo, el freno al mercado ilegal y la expansión de la delincuencia organizada no se han cumplido, indica un nuevo informe publicado en los últimos días.
“Las repercusiones de la legalización en la salud y la seguridad públicas y en la economía son difíciles de medir y varían en función de los distintos modelos de legalización”, advierte el Informe 2022 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), publicado en marzo.
“Partiendo del relativamente breve período de aplicación, puede observarse que, hasta la fecha, la legalización no ha logrado superar con éxito los problemas más acuciantes, como el aumento de las tasas de consumo, la criminalización de las personas que consumen drogas, el crecimiento del mercado ilícito y la expansión de la delincuencia organizada”, concluye el apartado dedicado a las tendencias de la legalización del consumo recreativo de cannabis.
La JIFE señala que en las jurisdicciones que han legalizado la mariguana, “el consumo sigue siendo más elevado que en las que no lo han hecho y la prevalencia parece estar aumentando a más velocidad que en las comunidades en las que no se ha legalizado, lo cual ha traído consigo consecuencias sanitarias y sociales evidentes”.
Además, la legalización “no ha logrado disuadir a la juventud de consumir cannabis. Los mercados ilícitos se han reducido parcialmente, pero perviven e incluso prosperan en algunos países. El lugar de la delincuencia organizada ha sido ocupado en parte por una industria del cannabis legal en expansión que aspira a obtener beneficios mediante el incremento de las ventas. En suma, cabe afirmar que las jurisdicciones que han legalizado el cannabis no han logrado los objetivos que aspiraban a alcanzar con la legalización”.
LOS RETOS DE LA LEGALIZACIÓN
La JIFE, sin embargo, y a pesar de sus conclusiones, asegura que evaluar los cambios causados por la legalización “es una tarea difícil” y, para evaluarlos, es importante comparar los datos anteriores y posteriores a la entrada en vigor de la legalización. ”
No obstante, si únicamente se comparan la situación previa y la situación posterior, no se demostrará necesariamente la existencia de una relación clara de causalidad entre la legislación, su aplicación y los resultados estadísticos”, indicó.
El informe subraya que el aumento de determinadas cifras “podría deberse a cambios en la manera de presentar la información o de realizar las mediciones o a factores completamente distintos”.
“Los estudios sobre las repercusiones de la legalización son cada vez más numerosos, aunque, a veces, contienen resultados y conclusiones diametralmente opuestos”, completa, esto debido a los datos y métodos utilizados y a las fechas de la legalización y las políticas que se tuvieron en cuenta. “En ocasiones, los estudios se han realizado bajo el influjo de grupos de promoción que están a favor o en contra de la legalización”, advirtió.
Ante esta aclaración, el Informe 2022 encontró que en todas las jurisdicciones que han legalizado la mariguana “se puede observar un aumento de su consumo en la población general”. “En la mayoría de estas naciones o estados al interior de ellas, el consumo de cannabis era más elevado que en otros países desde antes de la legalización”, indicó.
Por ejemplo, en Estados Unidos, la prevalencia en la población general “era notablemente más alta” en los estados que legalizaron el consumo de mariguana que la media general del país, tanto antes como después de la legalización. “Sin embargo, después de la legalización, la prevalencia aumentó de manera ostensiblemente más rápida en las jurisdicciones que legalizaron el cannabis que en las demás jurisdicciones”.
El consumo juvenil es más difícil de medir, ya que hay estudios que concluyen que sí aumentó, pero otros indican que la prevalencia no cambió en ese rango de edad e incluso otros donde se presume que podría haber disminuido tras la legalización de la mariguana lúdica.
Otra situación que el documento también descarta es la relación del consumo de mariguana con la cocaína: “De las estimaciones realizadas a nivel de los estados en los Estados Unidos se desprende que no hay un nexo claro entre la legalización del cannabis y el consumo de cocaína”.
INCB_annual_report-SpanishPero lo que sí concluye el Informe 2022 de la JIFE es que en todos los lugares donde fue legalizada la cannabis no médica, “la incidencia de los problemas de salud relacionados con esa droga aumentó después de que se legalizara” y esa evolución “vino a sumarse a los aumentos que ya se habían registrado anteriormente, cuando se legalizó el uso médico”: “Allí donde la legalización ha abierto el acceso a productos del cannabis más nocivos, como los comestibles, se puede observar un aumento drástico de los daños para la salud en general causados por el cannabis”, indica.
LOS PENDIENTES TRAS LA LEGALIZACIÓN
La mariguana es la droga ilegal más consumida en el mundo, ya que en 2020 tenía unos 209 millones de personas, dice la JIFE, es decir, un cuatro por ciento de la población mundial. En la última década, la población que la consume –legal o ilegalmente, con fines médicos o lúdicos– creció un 23 por ciento. Las tasas más elevadas de consumo, por su parte, se encuentran en Norteamérica –con EU como epicentro–, así como Oceanía y África Occidental.
“La producción de cannabis, que en un principio iba destinada a los mercados internos y se concentraba en algunos países en desarrollo, está ahora más globalizada y se encuentra prácticamente en todos los países”, dice la JIFE. “Aunque el alcance de la producción ilícita de cannabis es amplio e imposible de calcular con exactitud, ya que la sustancia se produce de manera ilícita en todas las regiones, en el período comprendido entre 2010 y 2020 al menos 154 países informaron acerca de su cultivo”, añadió.
Con el tiempo y con las nuevas legislaciones, la producción también se ha modernizado. En 2019 y 2020 aumentó el número de países que notificaron un incremento del cultivo de cannabis en interiores, que a nivel mundial parece haber superado al cultivo al aire libre, precisó el informe.
Con la modernización de su producción, alerta la JIFE, han aparecido nuevas variedades de productos del cannabis que tienen un alto contenido en delta-9-tetrahidrocannabinol (delta-9-THC), principal componente psicoactivo del cannabis. sobre todo en productos comestibles, para vapear y de otras clases.
Pero, precisamente como la mariguana se ha vuelto más fácil de conseguir en varias partes del mundo, y con el cambio de enfoque de los gobiernos y sus legislaciones, ahora “goza de una aceptación social cada vez mayor en algunas regiones”. “Esto va unido a una menor percepción de los riesgos que comporta el consumo de cannabis”, lo cual “ha contribuido a normalizar y trivializar el consumo de cannabis y, por ende, a que se reduzca la percepción de los daños relacionados con ese consumo”.
Otro reto es el de los ingresos. Los gobiernos esperan que, legalizando su consumo lúdico, se produzca una economía importante de la cannabis que implique empleos, ingresos y otros. Pero la JIFE advierte en su informe que “este es el argumento que esgrimen a menudo las empresas privadas, algunas de ellas vinculadas a grandes corporaciones, para apoyar una legalización que se espera que genere beneficios en ese mercado legal nuevo y supuestamente lucrativo”.
Y es que el informe concluye que, “durante mucho tiempo después de que entrase en vigor la legislación correspondiente, en todas las jurisdicciones en las que se legalizó el cannabis persistió un mercado ilícito, aunque en distinto grado, desde alrededor del 40 por ciento del total de la oferta en el Canadá hasta casi el 50 por ciento en el Uruguay y el 75 por ciento en California”.
Además, en algunas de las jurisdicciones en las que se ha legalizado la mariguana recreativa que esperaban un aumento de los ingresos tributarios sí los han visto, pero “han resultado ser más bajos de lo esperado y, en todos los estados en los que se ha legalizado la mariguana, representan menos del uno por ciento del presupuesto estatal”.
Por último, el informe también menciona que en algunos sitios donde se legalizó la mariguana “los organismos reguladores parecen haber favorecido los modelos de comercio al por menor que generan ingresos fiscales abundantes, sin haber prestado una atención suficiente a las repercusiones en la salud pública”. “En ocasiones, la comercialización de la producción y la venta de cannabis se regulan de modo que se crean incentivos comerciales que impulsan unos niveles de consumo más altos”, indicó.
Por último, la JIFE realiza una serie de recomendaciones genéricas a los estados para proteger la salud pública y evitar el consumo entre jóvenes: “Establecer mejores programas de educación, prevención y tratamiento (…); optar por las medidas sustitutivas de la condena o la pena que están previstas en los tratados internacionales (…); reducir la carga que pesa sobre sus respectivos sistemas de justicia penal aplicando las sanciones sustitutivas y el principio de proporcionalidad (…)”, así como impulsar campañas de sensibilización para evitar una idealización de su consumo y de sus consecuencias.
EL CASO MEXICANO
La iniciativa para la regulación del consumo de la mariguana cumplió en diciembre un año de estar congelada en el Senado de la República. Si bien los primeros avances en la materia se generaron en la Cámara de Diputados en el 2021, desde entonces se ha estancado a falta de consenso entre senadores en temas como la edad mínima para su consumo, la comercialización de semillas y la creación de un instituto regulador, lo cual pone en duda si en esta legislatura se logrará regular sobre el uso del cannabis.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ya resolvió en 2018 que la ley por la que se prohibía el consumo recreativo de cannabis en el país era inconstitucional. En mayo de 2022, el máximo Tribunal del país declaró inválidos los artículos de la Ley General de Salud que autorizaban la posesión de un máximo de cinco gramos de cannabis para consumo personal ante la inacción legislativa. El uso medicinal de la mariguana está avalada desde 2017.
Apenas la semana pasada se dio a conocer que Desart Mx, susbidiaria de la firma canadiense Xebra Brand, será la primera empresa de Latinoamérica en obtener permisos para importar y adquirir semillas, así como cultivar, cosechar, procesar, producir y hasta vender productos de cannabis en México con fines industriales.
La Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobó la autorización a Xebra a finales de febrero, pero fue hasta el jueves pasado que la Corte confirmó la decisión final a favor de la firma que cotiza en la bolsa canadiense.