A través de su cuenta de Facebook, Rangel Sostmann expresó que si bien la disculpa que el Gobierno de México ofrecerá a los padres de los alumnos es “un acto de humildad”, queda la duda de si el caso se ha resuelto de fondo y si se han identificado a los responsables del crimen. Hoy, la Secretaria de Gobernación pedirá perdón a los padres de los estudiantes.
La noche del 19 de marzo de 2010, Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo salía de la biblioteca del Tecnológico de Monterrey cuando se suscitó un enfrentamiento entre miembros del crimen organizado y militares. Los estudiantes fueron abatidos por elementos castrenses, quiene les sembraron armas y desaparecieron los documentos de los jóvenes, para vincularlos con el crimen organizado.
Ciudad de México,19 de marzo, (SinEmbargo).– El ex Rector del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Rafael Rangel Sostmann, externó su preocupación por que las personas que ordenaron el asesinato de dos estudiantes se mantengan en altos cargos, ya que existe el peligro que “se repitan los actos bárbaros del pasado”. Además, cuestionó quién dio la orden para cometer los crímenes registrados hace nueve años.
A través de su cuenta de Facebook, Rangel Sostmann expresó que si bien la disculpa que el Gobierno de México ofrecerá a los padres de los alumnos es “un acto de humildad”, queda la duda de si el caso se ha resuelto de fondo y si se han identificado a los responsables del crimen.
“¿Pero realmente se ha resuelto el problema de fondo? ¿Se ha identificado quiénes fueron los responsables en el ejército a nivel nacional de dar esta orden tan primitiva? Porque hubo cientos de inocentes que murieron en condiciones similares y parece que nadie se acuerda de ellos”, escribió el académico.
La noche del 19 de marzo de 2010, Jorge Antonio Mercado Alonso, estudiante de la maestría en Ciencias, y Javier Francisco Arredondo, del doctorado en Ciencias, salían de la biblioteca del Tecnológico de Monterrey cuando se suscitó un enfrentamiento entre miembros del crimen organizado y militares. Según versiones de algunos compañeros, los jóvenes se encontraban en el campus revisando sus tesis. Tardaron varias horas en el campus y a su salida, durante la madrugada, fue cuando se encontraron con la balacera.
Los estudiantes fueron abatidos por elementos castrenses, luego que los confundieran con integrantes de la delincuencia organizada.
Posteriormente, los militares les sembraron armas y desaparecieron los documentos de los jóvenes, para vincularlos con el crimen organizado. El Gobierno del Presidente Felipe Calderón identificó en esa ocasión a los jóvenes como sicarios.
Una investigación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) arrojó que los jóvenes no murieron instantáneamente, ya que presentaban golpes en la cara, mientras uno de ellos recibió dos disparos a corta distancia.
Además, los cuerpos fueron movidos y se les colocó armas, para simular que pertenecían a los jóvenes. A ello se agregó la destrucción de una cámara de vigilancia en la zona.
También indicó que la Procuraduría General de la República (PGR), la Procuraduría de Nuevo León y la Procuraduría de Justicia Militar obstaculizaron la investigación y casi no colaboraron.
A nueve años del hecho, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, pedirá una disculpa pública a los padres de los jóvenes, en una ceremonia que se realizará a las 11:00 horas al interior del campus del ITESM en Monterrey, Nuevo León.
La medida atiende la recomendación 45/2010 de la CNDH para reparar el daño y comprometer al Estado a evitar situaciones similares.
LOS CUESTIONAMIENTOS
En su texto, Rangel Sostmann puntualizó que el crimen de fondo en el caso de los jóvenes fue “haber desaparecido a los dos alumnos y haber eliminado sus pertenencias, que incluían los documentos de identificación, con el fin de negar que eran estudiantes del Tecnológico de Monterrey y después acusarlos de que eran parte del crimen organizado”.
Por ello, cuestionó sobre quién dio la orden de abatir a los estudiantes, desaparecer evidencia y vincularlos con el crimen organizado.
“¿Se han excluido o por lo menos identificado a las personas en el ejército y en el gobierno federal que tomaron esta decisión primitiva de eliminar y acusar a personas inocentes de ser parte del crimen organizado?”, agregó.
El ex rector también cuestionó si las personas que ordenaron el crimen “serán ahora los responsables de la seguridad nacional” o si formarán parte de la Guardia Nacional. Ya que, enfatizó, en caso de ser así “lo más seguro es que se repitan los actos bárbaros que se dieron en el pasado: eliminar y desaparecer a tu propia gente”.
También pidió que la Secretaria de Gobernación incluya en sus disculpas públicas a todas aquellas personas que hayan sido asesinadas extrajudicialmente.
Finalmente expresó su “esperanza” para que “las nuevas autoridades identifiquen quiénes tomaron esa decisión tan brutal”.
