Cuando ellos gobernaban, dijo el Presidente, en realidad lo que había era “el dominio de una oligarquía corrupta”. “La democracia de ellos es la del poder sin pueblo”, aseguró.
Ciudad de México, 19 de febrero (SinEmbargo).– El Presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a referirse este lunes a la manifestación “en defensa de la democracia” que se movilizó el domingo en el Zócalo capitalino, y aseguró que se trata de personas que defienden un Gobierno de minorías y que, cuando tuvieron en sus manos el país, estaba sumido en la corrupción. Luego, señaló a varios de los participantes de ser “operadores de fraudes electorales” en el pasado, incluidas las elecciones de 1988, 2006 y 2012.
“Los caciques duran hasta que el pueblo quiere y ya la gente está tomando consciencia, muy avispada. Nosotros no reprimimos, no hay autoritarismo, es decirle a la gente que no se deje engañar. Estos que fueron ayer se hicieron de la vista gorda cuando los fraudes electorales, hasta firmaron desplegados en contra de nosotros cuando reclamábamos porque nos robaban elecciones, se robaron la elección con el ingeniero [Cuauhtémoc] Cárdenas, porque no ganó [Carlos] Salinas”, dijo, en referencia a las presidenciales de 1988.
“Se robaron la elección cuando impusieron a Felipe Calderón [en 2006], son los mismos. [Enrique] Krauze hasta firmó que la elección había sido limpia y fueron operadores del fraude electoral, y luego se hicieron de la vista gorda cuando compraron millones de votos para imponer a [Enrique] Peña Nieto”, en 2012, subrayó.
“Así era con ellos, por eso no cabe duda que la doctrina de la derecha, la única doctrina del conservadurismo, es la hipocresía”, destacó.
Más temprano ya se había referido a la movilización del domingo. “Hay que seguir combatiendo la corrupción, antes el Gobierno estaba al servicio de una mafia. Por eso también son las protestas, los enojos, porque los que estaban antes –ya sea los que estaban en el Gobierno o los que se beneficiaban con la corrupción– están inconformes y quieren regresar. Yo también quiero que regresen, pero lo que se robaron”, dijo el mandatario en su conferencia matutina desde Puebla.
“Ahora se disfrazan de demócratas. cuando ellos eran los más tenaces violadores de los derechos del pueblo. Dicen: ‘Vamos a defender a la democracia’, pero ¿cuál es la democracia de ellos? Es la que funciona nada más como parapeto, cuando en realidad lo que había era el dominio de una oligarquía corrupta. La democracia de ellos es la del poder sin pueblo. Democracia es poder del pueblo, pero ellos la quieren sin pueblo, nada más para las minorías”, añadió.
Además, dijo que su único interés es económico. “Su dios es el dinero ¿Cuál es el dios de [Enrique] Krauze? El dinero. ¿Cuál es el dios de Claudio X. González? El dinero. De todos ellos. Puro corrupto. Pero vivimos en un país libre y adelante, que sigan, nada más que como escucho a la gente en la calle y visito los pueblos, me doy cuenta que no quieren que regresen los corruptos”, aseveró.
López Obrador también se refirió de nuevo a la campaña en su contra en redes, donde lo acusan de tener nexos con el narcotráfico. “Por eso están enojados, y las campañas llamándome “Narcopresidente”: como tengo autoridad moral, pues estoy protegido porque lo que estimo más importante en la vida es la honestidad y por eso no pueden. Y vaya que destinan muchísimo dinero a la compra de bots, ponen en redes ‘AMLO presidente narco’ y aparece que en las redes vieron ese mensaje 200 millones de personas o más, la verdad es que son robots, compran en redes sociales estas llamadas granjas de bots, no son personas de carne y hueso”.
“La otra lanzada”, agregó, “va en el sentido de que soy un dictador. Es como el mundo al revés: ellos son los demócratas, nosotros somos la dictadura”. “¿Ellos no tienen nada qué ver con el narcotráfico? Nosotros somos los narcotraficantes, pero cuando ellos estaban se padeció en México de un narcoestado. Genaro García Luna, que era el responsable de la Seguridad Pública, fue protegido por muchos de los que fueron ayer a la marcha y resulta que eso quieren que se olvide”, concluyó.
DOS PROYECTOS PARA EL PAÍS SE MUESTRAN EL DOMINGO
La capital de la República ha visto todo en quinientos años. Incluso más. Y ha sido testigo y protagonista del encontronazo entre los dos grandes proyectos de Nación que se han disputado México al menos desde el Siglo XIX: derecha e izquierda, conservadores y liberales. Y este domingo vio, también, dos eventos que marcan el futuro. En el Zócalo, una movilización que respaldó a la candidata derechista Xóchitl Gálvez; y al sur, en el Instituto Nacional Electoral (INE), la izquierdista Claudia Sheinbaum en el protocolo de registro de su candidatura.
La contienda por la Presidencia no ha iniciado todavía. Eso se supone. El extraño calendario electoral mexicano marca sutilezas entre precampaña, intercampaña y propiamente la campaña, se supone que arranca el 1 de marzo. Pero lo vivido hoy domingo en la Ciudad de México bien pudo ser un arranque de campaña de los dos grandes polos que se disputarán en las urnas el destino del país.
“Nos costó mucho tener órganos electorales que fueran autónomos de poder e independientes de los intereses de los partidos políticos. Hoy todo eso está bajo amenaza. Nos pasamos más de 40 años construyendo una escalera cada vez más sólida, cada vez más robusta, cada vez más firme para que quien tuviera los votos pudiera acceder al primer piso. Y hoy desde el poder, quien llegó a ese primer piso por la libre voluntad de la ciudadanía pretende destruir esa escalera para que nadie más pueda transitarla””, dijo Lorenzo Córdova, quien salió como consejero presidente del INE este mismo año y este mismo año confirmó lo que la izquierda dijo de él: que era parte de la derecha. Hoy caminó con la derecha, se plantó con la derecha y fue el único orador de un evento al que asistieron, vestidos de “rosa ciudadano” o de blanco, los líderes de PAN y PRD.
Minutos después, luego del acto protocolario de su registro, Claudia Sheinbaum reviró a Córdova: “resulta importante y más aquí en este recinto señalar la falsedad hipocresía de aquellos que hablan o marchan por la democracia cuando en su momento promovieron fraudes electorales o nunca vieron la compra de votos o se les olvidó respetar a los pueblos indígenas promoviendo la discriminación y el clasismo”.
Esas dos posturas se confrontaron este día. Primero salieron a las calles del corazón de la capital del país los ciudadanos que conciben un México autoritario, y que están seguros que el Presidente de la República es un “dictador”, un “tirano” que debe “quitar las manos de las elecciones” de este año. Ellos se concentraron este domingo en la plancha del Zócalo de la CDMX y en decenas de ciudades más.