El Presidente López Obrador remarcó que el objetivo es que la obra se inaugure a finales de 2023.
Cancún, 19 enero (EFE).- El Tren Maya, una de las obras insignia de la administración del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, entrará en operación en 2023 a pesar de los cambios en su trazo original, aseguró este miércoles Javier May Rodríguez, nuevo director del Fondo Nacional de Turismo (Fonatur), a cargo de la obra.
Además, dijo que habrá una “suspensión inmediata” de las obras del tren que se llevan a cabo desde hace varios meses en el balneario de Playa del Carmen, al tiempo que avisó del arranque de nuevos estudios para la ruta que ya no pasará por zonas urbanas y tampoco será elevado.
“El tren va a ras de tierra, no se va a elevar y no va a tocar la zona urbana, esta estrategia, esta decisión nos permite que la obra se va a concluir en el tiempo que fijó el presidente”, señaló May Rodríguez en conferencia de prensa en el balneario de Cancún.
Acompañado de Román Meyer, Secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), el nuevo encargado avisó que en los próximos días se llevarán a cabo los levantamientos topográficos para definir la nueva ruta y afectar lo menos posible zonas urbanas.
Este miércoles, el Presidente López Obrador remarcó que el objetivo es que la obra se inaugure a finales de 2023.
“Sin duda lo terminamos, pero queremos terminarlo con anticipación para operarlo (…) no queremos entregarlo 15 días antes de que termine (la administración), sino operarlo desde finales del año próximo”, dijo el mandatario en su conferencia de prensa de todos los días en Ciudad de México.
El Presidente explicó que se dificultó el tramo de Cancún a Tulum “porque hay mucho tráfico en esta carretera” y se busca “afectar lo menos posible con la obra”.
Además dijo que originalmente iba ser un tramo elevado “pero se elevaba el costo, también se afectaba y consumía más tiempo; por lo que se optó por buscar otro trazo para irnos abajo, a ras de tierra”.
Sobre los cambios, May Rodríguez reconoció que el planteamiento inicial para construir el Tren Maya sobre la carretera federal, a la larga iba a causar afectaciones viales y reconoció que esa es la mejor manera para trabajar con mayor agilidad.
“Tenemos que llevar a cabo nuevos estudios para terminar, pero es la mejor decisión que hemos podido tomar, que no afectamos a terceros y eso nos permite mantener la actividad económica de la región y cumplir con el objetivo que es la construcción del Tren Maya”, expuso.
NUEVO TRAZO
Por su parte, Román Meyer explicó que tras la publicación en el Diario Oficial de la Federación del decreto para expropiar 198 predios que se ubican en la zona donde irá el nuevo trazo, se encuentran en la etapa de notificaciones y solo faltan algunos procedimientos administrativos, pues ya habían avanzado las conversaciones con los propietarios.
Cabe destacar que, como parte de los trabajos preparativos para las obras del Tren Maya, tan solo en el tramo Cancún-Playa del Carmen en abril de 2021 inició la reubicación de más de 22 mil árboles.
Los trabajos que se realizaban en ese tramo, en su mayoría relacionados con estudios de mecánica de suelos y topográficos, ya provocaban retrasos de entre media hora y una hora en promedio para los automovilistas, situación que fue duramente cuestionada por prestadores de servicios turísticos y la población en general.
Organismos como el Consejo Coordinador Empresarial y la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, así como la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya, pidieron desde hace meses a Fonatur “que se reconsiderara el trazo original”, pues hicieron un estudio que arrojó un estimado de cuatro horas para trasladarse del aeropuerto de Cancún hasta Tulum, el doble de lo que se cumple actualmente.
El Tren Maya es un proyecto prioritario de López Obrador con una inversión de alrededor de 200 mil millones de pesos (unos nueve mil 300 millones de dólares) para construir cerca de mil 554 kilómetros en los cincos estados del sureste: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
La obra no ha estado exenta de algunas polémicas y ha sido criticada por algunas ONG y colectivos indígenas de la zona debido a su impacto ambiental en la región.