México, 23 Mar. (Notimex).- El mensaje del Papa Benedicto XVI a los ciudadanos puede alentar a promover un ambiente de paz y reducir la ola de violencia, señaló el presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, Humberto Benítez Treviño.
El clima de violencia no sólo es una característica de México, sino de varias naciones en el mundo, porque hay una relación directa entre la pobreza, la corrupción y la delincuencia, por lo que la visita del líder religioso puede traer un impacto favorable.
En entrevista, recordó que en términos del Artículo 24 constitucional, el país es un Estado laico donde toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia, de religión, y a tener o adoptar en su caso la de su agrado.
Por ello, agregó el legislador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) es respetable la bienvenida al Pontífice a tierras mexicanas.
A su vez, el diputado del Partido Acción Nacional (PAN), Agustín Castilla Marroquín, expuso que la separación de Estado-Iglesia en México está establecida de manera constitucional y ha sido respetada por los actores políticos.
“Estoy convencido que la visita del Pontífice no tiene tintes electorales, más bien, busca enviar a los mexicanos católicos un mensaje de aliento y fortaleza”.
Indicó que el PAN está convencido de que en esta visita no se tratará ningún asunto de carácter político-electoral, ”pues el Papa se va a referir a los aspectos de su religión, que es la católica”.
Refirió que el Papa Benedicto XVI viene en calidad de Jefe del Estado Vaticano y como líder de una de las religiones más importantes del país.
Por su parte, la diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Enoé Uranga Muñoz, consideró que preocupa que en la visita del Papa Benedicto XVI a México, se llegarán a tratar temas como la libertad religiosa.
Actualmente, la libertad religiosa es un asunto que se discute en el Congreso de la Unión, lo que podría atentar nuevamente contra la separación de poderes y la división Estado-Iglesia, añadió.
El Estado no es tan débil como para que se desbarate en la medida en que, quienes estamos a cargo de éste, seamos responsables y congruentes con su defensa.
“Lo que estamos legislando en este momento se llama libertad de religión, es esa que tenemos todos los ciudadanos de creer en lo que querramos, la libertad religiosa como ellos la perciben son los privilegios que tiene la Iglesia y que como Estado laico tenemos la obligación de evitar”, concluyó.