De los tres expresidentes que se han refugiado en España sólo Peña Nieto es investigado por las autoridades mexicanas que también han indagado a algunos de sus colaboradores.
Ciudad de México, 18 de diciembre (SinEmbargo).– Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón Hinojosa y Carlos Salinas de Gortari comparten mucho más que los señalamientos que ha hecho el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador sobre posibles actos irregulares cometidos en sus gestiones. Los tres expresidentes mexicanos también se han refugiado en España por diferentes vías como antes lo han hecho personajes buscados por la justicia como Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex, y el empresario acerero Alonso Ancira Elizondo.
Las gestiones de estos tres expresidentes, junto a las de Ernesto Zedillo y Vicente Fox, ya fueron sometidas en agosto de 2021 a una consulta popular para “esclarecer las decisiones políticas del pasado para garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas”. Aunque ganó el sí para llevar a cabo este esclarecimiento, el ejercicio no fue vinculante ya que sólo votaron 6.6 millones de mexicanos cuando se requería la participación de 37 millones de personas.
De todos ellos, sólo Peña Nieto es investigado por las autoridades mexicanas que también han indagado a algunos de sus colaboradores, un caso similar al de Felipe Calderón, cuyo Secretario de Seguridad, Genaro García Luna, espera a que inicie su juicio en Estados Unidos por delincuencia organizado, una situación sobre la que el expresidente panista no ha querido posicionarse.
“El expresidente Salinas de Gortari, Peña Nieto, Calderón han hecho solicitudes de visado de residencia como hacen miles de personas todos los años”, aclaró al respecto el Ministro del Exterior de España, José Manuel Albares. En efecto, El País reseñó en noviembre pasado cómo sólo en 2021 hubo más de 18 mil solicitudes de nacionalidad por parte de ciudadanos mexicanos.
El mismo diario español ha sido el que ha informado cómo los tres exmandatarios han obtenido en distintos momentos y por diferentes motivos su residencia legal en España. El caso más reciente es el de Calderón Hinojosa, quien gobernó México de 2006 a 2012, cuya autorización fue apadrinada por el expresidente del Gobierno español José María Aznar, quien lo fichó para trabajar en el Instituto Atlántico de Gobierno, una institución académica que fundó en 2014.
“Eso es normal, las empresas españolas fueron atendidas con privilegios durante los gobiernos de Calderón, del Presidente Peña”, criticó el viernes el Presidente López Obrador al ser cuestionado sobre el tema.
El plan de Calderón, según dijo un colaborador suyo a El País, es hacer de Madrid su base al menos durante el próximo semestre. La autorización de su residencia se da a semanas de que inicie en Estados Unidos el juicio García Luna, quien está preso en Nueva York acusado de vínculos con el narcotráfico, que en el papel tanto él como Calderón decían combatir. Si bien García Luna enfrenta a la justicia estadounidense, el expresidente no tiene, hasta donde se ha hecho público, una investigación en su contra en ese país, como tampoco la tiene en México.
Quien sí está en la mira de las autoridades mexicanas es Enrique Peña Nieto. La Fiscalía General de la República (FGR) tiene abierta una investigación en su contra por diversos delitos federales, tales como su presunta participación en el caso de las denuncias de sobornos de la transnacional española OHL y enriquecimiento ilícito. No obstante, el expresidente priista se encuentra instalado en la nación ibérica con una vida de lujos, sin ser requerido por las autoridades mexicanas a las que se las ha exigido que los señalamientos no queden impunes.
El Gobierno de López Obrador ha informado a través de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que familiares consanguíneos de Peña Nieto realizaron triangulaciones internacionales de muchos millones de pesos de dinero en efectivo cuyo origen es desconocido. Al mismo tiempo, se sabe que el político priista compró una “visa dorada” española para inversionistas. El País dio a conocer el 29 de mayo que el exmandatario se instaló en ese país con este permiso migratorio que permite regularizar a los grandes inversores que destinan al menos un millón de euros a la adquisición de activos españoles, que tienen un proyecto empresarial o que compran inmuebles por al menos 500 mil euros, como lo hizo el expresidente, que a lo largo de carrera política sólo desempeñó cargos burocráticos, una situación que ha generado dudas sobre el origen de su fortuna.
El expresidente vive en España junto a su pareja, la modelo Tania Ruiz, en un chalet localizado en la exclusiva urbanización Valdelagua. Este sitio pertenece a una constructora que lo adquirió por medio de una hipoteca de 889 mil 500 euros, el cual cuenta con seguridad privada y al cual no se puede acceder sin una autorización. El silencio que lo ha acompañado desde que dejó el poder contrasta con las publicaciones que ha hecho la prensa rosa sobre su vida íntima desde que dejó el poder en 2018.
Carlos Salinas de Gortari también ha obtenido su residencia en este país. El expresidente obtuvo la nacionalidad española a principios de 2021 a través de un procedimiento habilitado para sefardíes y los descendientes de judíos que fueron expulsados de la Península Ibérica en 1492, informó El País.
Desde el 2020, medios aseguraban que el expresidente mexicano estaría buscando tramitar su ciudadanía española como una maniobra para evitar alguna acción en su contra tras la detención de Emilio Lozoya. Sin embargo, El País cuestionó a Salinas de Gortari sobre su motivación para solicitar la nacionalidad española, a lo que él defendió que, según la Constitución, todos los mexicanos tienen derecho “por consanguinidad, residencia, matrimonio u otras condiciones a tramitar otra nacionalidad sin menoscabo de la mexicana”.
Carlos Salinas de Gortari, quien gobernó el país de 1988 a 1994, es considerado como el impulsor del Neoliberalismo en México y sobre su administración pesan varios señalamientos, entre los que destacan las privatizaciones de Telmex, la banca y la televisión, y el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
No sólo estos tres expresidentes mexicanos se han refugiado en España. Hay otros casos como el de Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex que fue detenido en ese país en febrero de 2020 y extraditado a México en julio de ese año. A raíz de su detención se dio a conocer que Lozoya se escondía en La Zagaleta, una zona residencial para futbolistas, empresarios y multimillonarios en Málaga, al sur de España. Fue El País el medio que también reseñó cómo las lujosas residencias de este lugar tienen precios de entre cinco y 50 millones de euros.
Un año antes, en mayo de 2019, el empresario Alonso Ancira Elizondo, conocido como “El Rey del acero” fue detenido el 28 de mayo en el aeropuerto español de Palma, en la isla mediterránea de Mallorca. En febrero de 2021 fue extraditado a México, en donde estuvo en prisión preventiva en el Reclusorio Norte de Ciudad de México hasta que en abril de 2021 dejó este penal luego de alcanzar un acuerdo con Pemex consistente en el pago de 216.6 millones de dólares para reparar el daño por el sobreprecio vinculado a la compra de la planta Agro Nitrogenados, un caso que también involucra a Lozoya.
El que políticos y empresarios mexicanos vivan en tierras españolas puede corresponder a un fenómeno que ya ha reseñado el propio diario El País, que en noviembre pasado reseñó como Madrid se ha convertido en una especie de “Nuevo Miami”. “A la capital han llegado en los últimos años acaudalados empresarios venezolanos, mexicanos, colombianos y peruanos, cuyo ritmo de éxodo siempre está marcado por la agitación política en sus países de origen”, escribió al respecto la periodista Sandra López Letón.