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AMLO y la pandemia de la COVID-19 son doble desafío para empresas de energías renovables: analistas

18/12/2020 - 3:57 pm

Las disposiciones del gobierno han trastocado la Reforma Energética, aseguran los analistas, pero el T-MEC garantiza que se respeten las inversiones de empresas norteamericanas en suelo mexicano.

Por Juan Luis García

México, 18 de diciembre (Economía Hoy).- La iniciativa privada de las energías verdes en México tuvo que enfrentar en 2020 un doble desafío, la crisis derivada de la pandemia y los cambios de reglas promovidos por el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Sin embargo, asociaciones empresariales creen que una nueva etapa está por comenzar, tras las elecciones en los Estados Unidos.

“Creo que va a ser muy importante el impulso que Biden le pueda dar a las energías renovables en Estados Unidos y, sobre todo, que le pida a México respetar los acuerdos a los cuales se ha comprometido, entre ellos, el T-MEC”, consideró Eduardo López, director de Solar Power México, la primera exhibición especializada en energía y tecnología solar.

El tratado garantiza que se respeten las inversiones de empresas norteamericanas en suelo mexicano, algo que podría tomar énfasis en las energías limpias durante la administración del virtual presidente Joseph Biden.

Biden llega con la promesa de alcanzar un estándar de generación de electricidad 100 por ciento limpia en Estados Unidos, y volver a firmar el acuerdo de París, luego de que Donald Trump sacara a Estados Unidos del mayor esfuerzo global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a través de, entre otras cosas, las energías limpias.

“Parte de la política actual en México es derivada de la política de la administración del presidente Trump, muy centrada en los hidrocarburos y combustibles fósiles. Creo que con el cambio de rumbo que seguramente traerá el presidente Biden ayudará a que México haga un viraje importante. Es lógico, la economía mexicana está ligada a la de Estados Unidos”, dijo Daniel García Valladares, presidente de Fabricantes Mexicanos en las Energías Renovables A.C. (Famerac).

2020, UN AÑO DE DISPUTAS

Los cambios regulatorios como el acuerdo del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), que impedía a nuevas plantas ponerse en marcha al bloquear pruebas operativas; la Política de Confiabilidad de la Secretaría de Energía, que daba prioridad a las plantas públicas sobre privadas; o el alza a las tarifas del porteo verde; han dejado un velo de incertidumbre a las inversiones, pese al atractivo de México por su potencial en energías limpias.

“El mercado de México no pierde valor ante las empresas internacionales, sin embargo, ellos en este momento tienen una incertidumbre muy alta para continuar estas inversiones”, dijo Eduardo López.

Pérdidas en la inversión se han suscitado en los últimos tres años. En junio la Plataforma México, Clima y Energía calculó que en México se han perdido 12 mil millones de dólares en dicho periodo, principalmente, porque en 2018 y 2019 no hubo convocatoria para subastas de energía eléctrica de largo plazo y a la cancelación de dos megalíneas de transmisión: Istmo de Tehuantepec al centro y de interconexión de Baja California con el resto del país

Las nuevas disposiciones del gobierno federal han trastocado la Reforma Energética aprobada en el 2013, comentó Sebastián Ramírez, vicepresidente del Consejo Directivo de la AMIF.

Si bien, hay un riesgo de que las empresas productivas del Estado no resulten competitivas contra las privadas, el país debe procurar la generación de energía a bajo costo para incentivar las fuerzas productoras de la economía, sostuvo Ramírez.

“Yo entiendo que lo que más conviene a los mexicanos es tener energía muy barata, porque cada quien hace lo que quiera con esa energía barata… es un beneficio para todos, y a nivel competitivo internacional es vital, porque entran más dólares en México por producir camiones y coches que por vender petróleo, pero si incrementas el costo de la energía eléctrica pues perdemos competitividad industrial”, dijo Ramírez.

POLÍTICAS CON FRENO

La suspensión en diciembre del 2019 a los cambios en las reglas del juego de los Certificados de Energías Limpias (CELs) fue la primera señal de una seguidilla de suspensiones a las decisiones del gobierno federal.

Ramírez comentó que con este cambio se quitó un aliciente para construir nuevas plantas de generación de energías limpias, al dotar a viejas plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de la capacidad para colocar CELs en el mercado.

Esto pese a que la reforma Energética del 2013 estableció que esta facultad sería para aquellas plantas eléctricas de energías limpias que inicien operaciones a partir del 11 de agosto de 2014.

“Haz de cuenta que vas a un juego de la silla, quitas una silla y todos buscan donde encontrarla, pero al momento que llegas y dices esto es muy injusto, vamos a meter 16 sillas y seguir jugando ocho personas, pues dejas de jugar”, ejemplificó Ramírez.

Más tarde, en julio de este año el Juzgado Segundo Especializado en Competencia Económica con sede en la Ciudad de México decidió suspender temporalmente el alza de 800 por ciento a las tarifas por el servicio de transmisión de energía, que plantas de energía verde debían pagar a la CFE.

Las políticas de la Sener dieron marcha atrás gracias al Poder Judicial. En septiembre un juez concedió a la organización Greenpeace una suspensión definitiva contra el programa sectorial derivado del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 de la Sener, que basa el desarrollo nacional en los combustibles fósiles.

Un mes antes la organización ambiental también había ganado una suspensión definitiva a la Política de Confiabilidad de la Sener y al acuerdo sobre la Cenace. De esta manera que los proyectos de energías renovables podrían continuar en el país gracias a estas suspensiones.

BUSCAN NUEVOS DOMINIOS

Sectores que antes no estaban en la mira para ser regulados como el de la generación distribuida, por ejemplo, aquella que se vale de paneles solares en el techo de las casas, fueron amenazadas con la Política de Confiabilidad.

“En generación distribuida, lo que nosotros vemos es que sí nos metieron en algunos deseos de control, que no se me hacen tan malos, como por ejemplo, hay algunas provisiones en la Política de Confiabilidad de que en un futuro la CFE pueda interactuar directamente con los inversores de los techos, para pedirles que entren o salgan de línea. O sea literalmente que la CFE pueda regular los techos, y si hay demasiada energía en la red, pedirles que no se metan, y que no produzcan más. Eso se hace en California o Hawai”, dijo Ramírez.

Sin embargo, en un clima de incertidumbre hay quienes temen que el gobierno utilizará estos controles para impedir que se produzca todo el tiempo energía solar sobre los techos; lo que podría afectar los financiamientos que recibe este sector, detalló Ramírez.

“El que te presta el dinero sospecha que los números que le propones de producción en 5, 10 ó 15 años pudieran variar si el gobierno o la CFE es capaz de apagar tu sistema, varios días o a diario”, dijo Ramírez.

ENERGÍAS VERDES

Pese a la turbulencia legal, las energías renovables no han sufrido retrocesos en sus niveles de generación durante la administración del presidente López Obrador, de acuerdo con datos del Centro Nacional del Control de Energía.

La generación de energía eólica en octubre del presente año creció 3 por ciento más en relación a enero del 2019, cuando inició la presente administración federal.

Siguiendo la comparación de ambos periodos, la energía hidroeléctrica creció 58.8 por ciento y la energía solar tuvo un incremento de 214; en tanto que la de biomasa ha disminuido en 93 y la geotérmica bajó 22.6.

SE NECESITA UN DIÁLOGO

Las disputas legales están lejos de cesar, coincidieron entrevistados por Economía Hoy. El 2021 estará marcado por una continuación de batallas legales. A las suspensiones definitivas les pueden seguir apelaciones por parte del gobierno federal en tribunales de circuito, una instancia mayor.

El sector de las energías verdes necesita entablar un diálogo con las autoridades que derive en puntos de acuerdo, dijo Ramírez.

“La reforma energética es un producto que hicimos los mexicanos que es gris y se puede mejorar, pero si hay un bando que lo ve blanco y otro negro, no podemos dialogar y el país necesita que dialoguemos.

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