En el Paquete Económico 2019 se atienden dos aspectos: por un lado la programación financiera “prudente” para dejar tranquilos a los mercados -luego de la volatilidad por el Nuevo Aeropuerto- y por el otro un cambio a la política social en cuanto a hacer transferencias directas a las personas, en vez de otorgar los servicios, concluyó el Centro de Investigación Económica Presupuestaria.
Ciudad de México, 18 de diciembre (SinEmbargo).- El Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP) planteó que “la filosofía” del Paquete Económico 2019 atiende por un lado la programación financiera “prudente” para dejar tranquilos a los mercados -luego de la volatilidad por el Nuevo Aeropuerto- y por el otro un cambio a la política social en cuanto a hacer transferencias directas a las personas, particularmente a jóvenes y adultos mayores, en vez de otorgar los servicios.
El director Héctor Villareal Páez calculó que estas transferencias “asistencialistas” ascienden a 400 mil millones de pesos, el 1.5 por ciento del PIB, “que es muchísimo”.
Respecto al espacio libre para el gasto público, se ha reducido más por la obligación del pago en pensiones (aumentó 18 por ciento a casi 1 billón de pesos), el costo de la deuda pública que asciende al 3 por ciento del PIB, y el incremento de 2.4 por ciento de participaciones y aportaciones a estados.
La presión de estos gastos “ineludibles” representan el 82.7 por ciento del gasto total.
A pesar de este incremento en el gasto federalizado, los gobernadores han manifestado molestia por el recorte de 69.4 por ciento al cuestionado Ramo 23, la disminución de 8 por ciento de otros fondos, así como reducciones en lo acordado en convenios con la Secretaría de Hacienda, y la priorización a la región sur por los índices de pobreza, destacó la investigadora Sunny Villa Juárez.
“Ese es el gran enojo de los gobernadores por la inequidad de distribución presupuestaria”, dijo la especialista en gasto público. “Es un llamado a presupuestar mejor”.
Sobre educación y los cuestionamientos a la reducción del presupuesto a universidades públicas, Villa aseguró que “hay rectores que ganan bastante bien”, por lo que es “una invitación” para que ajusten sus recursos en el gasto corriente (servicios personales, materiales…) y fortalezcan sus mecanismos de ingresos propios.
Villa Juárez destacó que 43 programas educativos prevén recortes.
El investigador Ricardo Cantú Calderón expuso los criterios macroeconómicos que se prevén para 2019.
La deuda estará en 45 por ciento del PIB, similar a 2018, y se estiman de ingresos 13.2 por ciento del PIB, sobre todo por el IEPS petrolero.
Sobre ingresos petroleros, documentó que los de Pemex subirán 10.4 por ciento, pero de la CFE se prevén bajas por la disminución en tarifas eléctricas. En cuanto al gasto en energía, el 57 por ciento va a hidrocarburos pese al intento de despetrolarizar la economía.