Entre 2007 y 2016, las tasas de feminicidio por cada 100 mil mujeres recrudeció en 29 de 32 estados de la República Mexicana, refieren datos de un informe de ONU Mujeres, Segob e Inmujeres. La gravedad de la situación, que en los últimos 32 años ha cobrado la vida de más de 52 mil mujeres, hoy día alcanza niveles similares a los del año más violento de todos: 2012, con 2 mil 769 defunciones.
La mayor parte de los exabruptos [41 por ciento] sucede en la calle, aunque la violencia en los hogares no se queda atrás [32 por ciento]. La brutalidad con que las mujeres son finadas incluye, en la mayoría de los casos, armas de fuego [48.4 por ciento], ahogamiento [17.2 por ciento], objetos punzocortantes [16.6 por ciento], entre otros. Y según el Inegi, las mujeres de entre 20 y 29 años de edad son las más propensas a ser violentadas.
Ciudad de México, 18 de diciembre (SinEmbargo).- Entre 2007 y 2016, el 90 por ciento de los estados de la República mexicana [29 de 32] experimentó un aumento en la tasa de feminicidios por cada 100 mil mujeres, refieren cifras obtenidas del informe “La violencia feminicida en México, aproximaciones y tendencias 1985-2016”. Sólo tres entidades federativas [Aguascalientes, Tlaxcala y Yucatán] lograron reducir este tipo de delito.
Colima es el estado que encabeza la lista. En 2007, dos de cada 100 mil mujeres fueron asesinadas. Nueve años después, la tasa se disparó a 16 por cada 100 mil. Es decir, en esos años la crisis se volvió ocho veces peor. Le siguen los estados de Chiapas y Zacatecas, donde la tasa de homicidios aumentó seis veces; Morelos, cinco; Baja California, Guanajuato y Tamaulipas, cuatro; Chihuahua, Guerrero, Hidalgo, Nuevo León y Veracruz, tres; y en Coahuila, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Sinaloa y Tabasco, la tasa se duplicó.
En las once entidades restantes, donde los feminicidios fueron al alza, el incremento no fue tan grave como en los 18 estados anteriormente mencionados. Sin embargo, el aumento es considerable y oscila entre el seis y el 81 por ciento. Este grupo lo encabeza Puebla, donde los asesinatos de mujeres se agravaron en 81.3 por ciento. Le siguen Sonora [66.7 por ciento], Querétaro [50 por ciento], Nayarit [48 por ciento], Oaxaca [36.1 por ciento], Baja California Sur [24 por ciento], Campeche [23.5 por ciento], Durango [18.2 por ciento], San Luis Potosí [15.8 por ciento], Ciudad de México [14.8 por ciento] y Quintana Roo [6.1 por ciento].
Yucatán, en cambio, es la entidad que en los últimos nueve años ha obtenido mejores resultados. En 2007, 1.4 de cada 100 mil mujeres fue asesinada. Para 2016, la cifra se redujo a 0.8 por cada 100 mil, lo que implica un decremento del 42.9 por ciento en el periodo. En los casos de Aguascalientes y Tlaxcala, la reducción fue de 40 y 23.8 por ciento, respectivamente.
De acuerdo con el informe, en los últimos 32 años se han registrado 52 mil 210 feminicidios en todo el territorio nacional. El 30 por ciento de ellos [15 mil 535 homicidios] ocurrió en los últimos seis años. Y mientras que la cifra más baja de exabruptos contra mujeres tuvo lugar en 2007 con 1 mil 089 casos, el año más infausto fue 2012, con 2 mil 769 defunciones.
Fue precisamente en 2007, a un año de iniciada la denominada “guerra contra el narcotráfico” durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, que los legisladores aprobaron la “Ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia”, que pretendía “sancionar y erradicar” las agresiones contra el género femenino [Artículo 1 de la Ley].
Unos años después de la promulgación de la Ley, 10 estados de la República [Ciudad de México, Colima, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Morelos, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz] reconocieron al feminicidio como un delito tipificado en sus respectivos códigos penales.
Ni bien estrenábamos la nueva normatividad, entre 2007 y 2008, los feminicidios pasaron de cobrar la vida de 1.9 mujeres, a 2.5 por cada 100 mil [a nivel nacional]. A partir de entonces, los asesinatos comenzaron a escalar sin interrupción hasta 2012, cuando la tasa de homicidios alcanzó su peor momento en más de tres décadas: 4.6 asesinadas por cada 100 mil mujeres.
Para junio de 2012, el delito de feminicidio fue incorporado al Código Penal Federal. La sanciones establecidas iban de 40 a 60 años de prisión; y en en el caso de las violaciones, la pena implicó castigos de ocho a 30 años de cárcel. Desde 2013 y hasta 2015, según datos del informe, el homicidio de mujeres a nivel nacional dio marcha atrás en un 11 por ciento [al pasar de 2 mil 613 a 2 mil 324 casos]. Para 2016, con 2 mil 746 casos, la crisis de feminicidios casi retrocedió a niveles de 2012, cuando 2 mil 769 mujeres perdieron la vida.
ADEMÁS
EL INFIERNO EN LOS MUNICIPIOS
En la actualidad, a nivel local, los 10 municipios más peligrosos de México para las mujeres se concentran en siete entidades federativas. Victoria, en el estado de Tamaulipas, encabeza la lista. Pese a que las cifras del informe no permiten conocer la evolución de su tasa de feminicidios, hasta 2016, ascendió a 37 asesinatos por cada 100 mil mujeres.
Acapulco, en el estado de Guerrero, no sólo se corona como la segunda demarcación más violenta, sino también como la localidad, que en un periodo de siete años, duplicó su tasa de feminicidios. Entre 2009 y 2016, este municipio guerrerense experimentó un alza de 138.6 por ciento. Hoy día, 24 de cada 100 mil mujeres pierden la vida por esta causa.
Tijuana, en Baja California, figura en tercer lugar. Allí, casi 11 de cada 100 mil mujeres son asesinadas. Sin embargo, desde 2009, su tasa de feminicidios decreció en cerca de 25 por ciento. Esto convierte al municipio en un de tres, de los 10 más peligrosos a nivel nacional, que han experimentado mejoras en el combate al feminicidio en los últimos siete años. Juárez, en Chihuahua, es la cuarta localidad más violenta con 10 homicidios por cada 100 mil mujeres. En dicho periodo, redujo la tasa de feminicidios en 48.3 por ciento. Lo mismo le sucedió al octavo puesto de la lista: Culiacán, en Sinaloa, donde el decremento fue de casi 43 por ciento. Seis de cada 100 mil mujeres son víctimas de feminicidio en la demarcación.
En niveles de violencia, siguen los municipios de Chihuahua, Chihuahua, con una tasa de ocho feminicidios y un incremento de 0.5 por ciento en el periodo; Naucalpan, en el Estado de México, con una tasa de casi ocho y un aumento de casi 21 por ciento en tres años [entre 2013 y 2016]; Ecatepec, también ubicado en la entidad mexiquense, donde la tasa es de siete y donde el aumento fue de 16.5 por ciento [entre 2009 y 2016]; y, finalmente, las delegaciones Gustavo A. Madero e Iztapalapa, en la Ciudad de México, con tasas de 4.3 y 3.2, respectivamente. Entre 2009 y 2016, ambas localidades decayeron con incrementos del 29.5 y 5.2 por ciento, cada uno.
LA BRUTALIDAD CON QUE SE ASESINA MUJERES
Entre los años 2000 y 2016, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el grupo más endeble de mujeres, por rango de edad, fue el de 20 a 29 años. En ese periodo, los feminicidios casi se triplicaron para este estrato demográfico, al pasar de 286 a 772 casos.
No obstante, los datos oficiales indican que los feminicidios para niñas y mujeres de entre 10 y 59 años fueron al alza en un promedio de 140.4 por ciento. Y en el caso de las mujeres de 60 a 80 y más años, el incremento fue de al menos 36.1 por ciento. El único estrato de mujeres en que los homicidios decrecieron fue el de las niñas menores de un año y no mayores de nueve años, con una reducción del 3.2 por ciento.
La mayor parte de los feminicidios [41 por ciento] son cometidos en la vía pública. En cambio, el 32 por ciento sucede en la intimidad de los hogares. Incluso, las cifras indican que entre los años 2000 y 2016, los feminicidios en la calle aumentaron en poco más de 41 por ciento, mientras que los homicidios en casa decayeron en 16 por ciento, refiere el informe realizado por la Secretaría de Gobernación (Segob), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la entidad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres.
El medio más utilizado para asesinar mujeres son las armas de fuego [48.4 por ciento], seguido del ahogamiento [17.2 por ciento], objetos punzocortantes [16.6 por ciento], objetos sin filo [1.5 por ciento] y sustancias y fuego [1.4 por ciento]. El resto de los casos no está especificado.
Entre 2009 y 2016, el uso de objetos cortantes para asesinar fue el que más se elevó [casi 17 por ciento de incremento]. Luego están las armas de fuego [casi 16 por ciento] y los objetos romos o sin filo [7.1 por ciento]. En cambio, las sustancias -como los venenos- y el fuego dejaron de ser utilizados, decayendo su uso en un 61.1 por ciento; y la estrangulación fue a la baja en 4.4 por ciento.