Ciudad de México, 17 de dic (SinEmbargo) – Walmart de México sobornó a las autoridades de San Juan Teotihuacán en 2003 con 52 mil dólares (alrededor de un millón de pesos) para modificar un mapa de zonificación que impedía la construcción de una tienda cerca de las pirámides, revela hoy The New York Times.
El rotativo dio a conocer una amplia investigación a cargo de David Barstow y Alejandra Xanic von Bertrab que incluye documentos, así como entrevistas con abogados y empleados del gigante del comercio minorista. El reportaje revela que en sus planes de expansión, Walmart no fue víctima de la cultura de corrupción que se le adjudica a México para hacer negocios, sino que por sí mismo fue un corruptor con iniciativa, y muy creativo.
Los sobornos se ofrecieron para someter al gobierno corporativo de la empresa, lo que incluía la alteración de las votaciones del concejo y la transparencia de los procedimientos. También para eludir las reglas de seguridad en la construcción de sus tiendas. Y, en general, para aventajar a sus competidores en el comercio retail. Por lo menos 19 sitios de México, en donde se construyeron tiendas de la cadena a partir de 2003, fueron blanco de estos sobornos.
CONSULTAR INFORMACIÓN RELACIONADA: Walmart de México y Centroamérica reiteró su disposición de cooperar plenamente con las autoridades competentes en cualquier investigación sobre los permisos o licencias que se le han emitido para abrir tiendas en el país. En respuesta al artículo que publicó el diario The New York Times titulado “El pasillo del soborno: ¿Cómo Walmart utiliza pagos para salirse con la suya en México”, la cadena minorista subraya que ha tenido como prioridades colaborar con la investigación interna sobre presuntos actos de corrupción y proteger la independencia de la misma. VER LA NOTA
Walmart, según la investigación, abrió la cartera y sobornó autoridades de varios niveles de gobierno: tantos locales, como nacionales.
DE LECTURA OBLIGADA: Un ejemplo de los sobornos de Walmart de México, revelados ayer en la amplia investigación de The New York Times, es el refrigerador construido en Cuautitlán Izcalli, al norte de la ciudad de México. El reportaje del periódico neoyorkino expuso cómo la mayor cadena de comercio minorista pagó para evadir las prohibiciones ambientales que protegían a ese terreno por el gasto excesivo de electricidad. Ese refrigerador –el más grande de Latinoamérica- también puede ser el microcosmos de las condiciones inseguras para los trabajadores mexicanos en que pudo haber incurrido la empresa. Los empleados se encuentran en un ambiente de 27 grados bajo cero, 12 horas, cuatro días a la semana, como lo muestra la historia de José Antonio Garfias Malagón, publicada por la revista Día Siete en 2011. IR A LA INFORMACIÓN
En el caso de Teotihuacán, ejemplifica el influyente diario neoyorquino con gráficos, Walmart quería construir junto a la entrada principal del sitio arqueológico de Teotihuacán, en un lugar atascado por eltráfico. Walmart de México autorizó, entonces, un pago de soborno por 25 mil 900 dólares para ganar la aprobación de las autoridades locales de tráfico, de acuerdo con los registros y las entrevistas. Así obtuvo un cambio de zonificación (EN EL MAPA: Abajo, el terreno asignado. Arriba, el que obtuvo con corrupción).
LA HISTORIA
En 2003, Walmart deseaba erigir una tienda en un campo de alfalta, propiedad de Elda Pineda. Era una ubicación ideal, junto al lado de la entrada principal de esta bulliciosa ciudad y apenas a una milla de las pirámides, que atraen a turistas de todo el mundo. Habituado a la precisión, el gigante minorista calculó que atraería a 250 clientes por hora, con sólo una tienda.
Pero la compañía tuvo un tropiezo, dice el Times.
El Ayuntamiento de San Juan Teotihuacan acababa de aprobar un mapa de zonificación, producto de años de estudio. La nueva zonificación limitaba el crecimiento urbano cerca de las pirámides porque consideraba que la entrada principal a San Juan Teotihuacan estaba congestionada. El mapa prohibía el desarrollo comercial en el terreno de Elda Pineda y le daba al traste a las esperanzas de Walmart.
The New York Times dice que a 30 kilómetros de Teotihuacan, en la sede de Walmart de la Ciudad de México, los ejecutivos no estaban dispuestos a ver frutrados sus planes de expansión por razones de zonificación. De modo que decidieron revertir la decisión de las autoridades locales con un soborno de 52 mil dólares.
“El plan era simple. El mapa de zonificación no se convierte en ley mientras no aparece en el Diario Oficial de la Federación. Walmart estaba dispuesto a sobornar al funcionario a cargo para modificar el mapa antes de que fuera enviado a impresión. Cuando el mapa fue publicado, la zonificación que rodeaba al campo de Elda Pineda estaba rediseñado y permitiía la instalación de la tienda”, agrega.
“Un mes más tarde, Walmart de México inauguró su tienda en Teotihuacán, lo que generó una férrea oposición. Los manifestantes condenaron la presencia de un Walmart cerca de un tesoro cultural. Advertían que los mercados pútlicos tradicionales serían diezmados; además de señalar que un acusado problema de tráfico. Lo que siguió fueron meses de huelgas de hambre y plantones que los medios mexicanos cubrieron a cabalidad. Sin embargo, durante la historia de protesta, la alteración del mapa se mantuvo en secreto. Para la Navidad de 2004, la tienda abrió sus puertas”, señala.
El Times dice que el secreto se mantuvo incluso después de que el corporativo de Bentonville, Arkansas contactó a un ex abogado de Walmart de México quien declaró cómo Walmart de México recurría con frecuencia al soborno. Entonces, citó al mapa alterado como ejemplo. Su realato detallado provocó alarma en los más altos niveles de Walmart y generó una investigación interna.
Pero tal como The New York Times revelara en abril pasado, los ejecutivos de Walmart cerraron la investigación en 2006, no obstante que sus investigadores habían encontrado un cúmulo de evidencias que respaldaba los dichos del abogado. La investigación reveló que los altos ejecutivos no fueron notificados. Además, la omisión de cuestiones básicas sobre la naturaleza, el alcance y el impacto de la conducta de Walmart de México.
The New York Times detectó que la investigación interna de Walmart fue suspendida. El diario viajó a decenas pueblos y ciudades de México, reunió decenas de miles de documentos sobre los permisos de la cadena en México y entrevistó a decenas de funcionarios, así como a empleados. Durante 15 horas, entrevistó al ex abogado Sergio Cicero Zapata.
La investigación reporteril del Times reveló que Walmart no fue víctima de una cultura de corrupción atribuida a México. Por el contrario, Walmart de México fue un corruptor agresivo y creativo, que ofreció grandes beneficios a cambio de violar la ley.
“Walmart pagó sobornos para someter al gobierno corporativo; ello incluía las votaciones del concejo y los procedimientos transparentes. Pagó sobrnos para eludir garantías de seguridad con construcciones inseguras. También pagaba sobornos para aventajar a sus rivales”.
A través de documentos confidenciales, el Times identificó 19 sitios de tiendas en toda la República que fueron blanco de los sobornos de Walmart de México. Enseguida, el diario hizo cruces de información sobre sobornos específicos en los sitios donde había restricciones de construcción. Una y otra vez, las fechas de pagos coinciden con prohibiciones legales difíciles de evadir. Así, lo estrictamente prohibido se convertía milagrosamente en un logro para Walmart.
“Un ejemplo de ello es el pago de 341 mil dólares por un Sam’s Club en una de las zonas más pobladas, cerca de la Basílica de Guadalupe, sin licencia de construcción o algún permiso para asentarse”, dice el diario. “Otro ejemplo es la construcción del mayor refrigerador de Latinoamérica en el norte de la ciudad de México, una zona cuyo medio ambiente es frágil ante temperaturas artificiales y el gasto de energía es mayor a lo que el terreno puede resistir”.
Pero el mayor ejemplo de los métodos de expansión de Walmart es Teotihuacan. Los ejejcutivos aprobaron por lo menos cinco diferentes formas de pago para construir supermercados medianos alrededor del campo de alfalta de Elda Pineda. Entre Bodegas Aurerá y tiendas Walmart gastaron 200 mil dólares, agrega la investigación del influyente diario norteamericano.
La ciudad de los Dioses.
El diario estadounidense relata la vida antigua de la zona arqueológica: En tiempos antiguos, Teotihuacan era una ciudad en expansión de quizás 150 mil habitantes. La “Ciudad de los dioses”, como los Aztecas la llamaban, se levantó en torno a un complejo de templos y dos grandes pirámides, la del Sol y la de la Luna. La ciudad antigua es cosa del pasado, enterrada bajo campos de cultivo, pequeños pueblos y los restos de la civilización. Pero el complejo de los templos y las pirámides continúan, por lo que Teotihuacan sigue siendo importante para el patrimonio cultural de México.
Las autoridades de Teotihuacan querían proteger este legado, señala The New York Times por lo que en 2001 comenzaron a trabajar en un mapa de zonificación. Para mantener la ciudad como un atractivo, así mantendrían el lugar como un destino turístico, se decidió limitar el desarrollo en la “zona arqueológica”, una zona de tierra protegida que rodea a las pirámides. Aunque al mismo tiempo querían un plan para atraer a más turistas en la plaza central de la ciudad.
“La gente se quejaba de que los turistas no querían ir al pueblo”, declaró Víctor Ortíz, socio de la consultora que se contrató para la elaboración del nuevo plan de zonificación.
A principios de 2003, la firma de Ortíz estaba terminando su trabajo. Walmart de México se había instalado en Teotihuacan como un blanco propicio para la expansión. Su población rondaba entre los 50 mil habitantes, fue creciendo rápidamente y su comercio estaba dominado por pequeñas tiendas locales, además de un mercado tradicional en la plaza central, justo el tipo de competencia que Walmart de México había derrotado ciudad tras ciudad, indica The New York Times.
El ex abogado Cicero, recordó para el diario newyorkino, cómo el campo de alfalfa de la señora Pineda fue interrumpido por ejecutivos de bienes raíces de Walmart, tomaron fotografías aéreas de Teotiuhuacan. Al colocar uno de los supermercados de Walmart, un Bodega Aurrera, en la entrada principal de la ciudad, se crearía un cuello de botella que efectivamente, pondría al pueblo fuera del alcance de los competidores. También sobró espacio para añadir otras tiendas tipo Walmart en el camino, restaurantes o tiendas departamentales . “Estaríamos cerrando la puerta en toda la ciudad”, afirmó.
Pero los funcionarios de Walmart tuvieron una recepción fría cuando comenzaron a investigar los permisos en las oficinas municipales de Teotihuacan. Saúl Martínez, un empleado de la oficina de desarrollo urbano les recalcó a los representantes de Walmart que el supermercado no se podía construir en el terreno de la señora Pineda porque estaba dividido en zonas para habitar. Sin embargo, un supermercado, les aseguro, generaría una fuerte oposición debido al caos de tráfico que crearía.
Deberían ir buscando otra cosa, les dijo a los ejecutivos de Walmart.
The New York Times revela que al principio, el equipo de Cicero creía que había encontrado una soluciuón perfectamente legal al problema de zonificación. Una franja estrecha de tierra separaba el terreno de la señora Pineda de la avenida Hidalgo, la carretera principal hacia la Ciudad. Si Walmart podría construir una entrada a través de esa franja, las normas de zonificación dejarían que se basara en la avenida Hidalgo, lo que permitiría el desarrollo comercial, sin embargo, Walmart no pudo obtener un derecho de paso, a pesar de intentarlo por meses.
Para entonces, el municipio estaba apresurado para completar su nuevo plan de zonificación. Los funcionarios estaban haciendo reuniones públicas para presentar el plan y solicitar retroalimentación. La votación final fue programada para el 6 de agosto de 2003.
El Times obtuvo cuatro copias diferentes del nuevo mapa de zonificación. Tal como existió en la víspera de la votación.
Los cuatro, incluidos dos que se encuentran en la oficina del desarrollo urbano de la ciudad, confirman que la vivienda de Pineda era el único tipo de desarrollo permitido en el lugar. No hay registro alguno de que Walmart buscó un cambio de última hora, y los nueve funcionarios que participaron activamente en la redacción del plan, aseguraron, en entrevistas separadas para The New York Times, que Walmart no hizo ninguna solicitud de este tipo.
“Yo me acordaría”, dijo Humberto Peña, alcalde de Teotihuacan en ese entonces. “Y si lo hubieran preguntando en ese entonces, mi respuesta hubiera sido no”.
Después de dos años de arduo trabajo, el Sr. Peña y el consejo municipal aprobó por unanimidad nuevo plan de zonificación de Teotihuacan el 6 de agosto.
Al día siguiente, Peña envió el nuevo mapa a la Oficina Estatal de Planificación Urbana y Regional, un puesto burocrático donde hay aproximadamente una docena de empleados en Toluca, Estado de México. El trabajo principal de dicha oficina era verificar que los planes locales de zonificación encajaran con los objetivos del desarrollo del estado. The New York Times indica que también manejaron el crítico paso final: organizar la publicación de los planos completados en el Diario Oficial de la Federación.