Las lluvias de hasta 13 centímetros ocasionadas por la tormenta tropical “Sara” podrían estar acompañadas de deslaves e inundaciones en Belice, El Salvador, el este de Guatemala, el oeste de Nicaragua y la costa de Quintana Roo en México.
Por Moisés Castillo
POTRERILLOS, Honduras (AP).- La tormenta tropical “Sara“se debilitó el domingo a depresión tropical después de tocar tierra en Belice, donde los meteorólogos esperaban que las intensas lluvias provocaran inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
La tormenta azotó Belice después de empapar la costa norte de Honduras, donde se estancó desde el viernes, lo que provocó que los los ríos crecieran y atraparán a algunas personas en sus hogares. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos esperaba que “Sara” continuara perdiendo fuerza cuando se dirigiera hacia la Península de Yucatán.
Las áreas de Belice, El Salvador, el este de Guatemala, el oeste de Nicaragua y la costa del estado de Quintana Roo en México podrían recibir hasta 13 centímetros (cm) de lluvia, con totales localizados que alcanzarán los 38 cm. Las condiciones “resultarán en áreas de inundaciones repentinas, quizás significativas, junto con el potencial de deslizamientos de tierra”, según el Centro de Huracanes.
9AM CST Nov 17: #Sara makes landfall along the coast of Belize, near Dangriga. Heavy rainfall is spreading inland over portions of the Yucatan Peninsula. For the latest information visit https://t.co/tW4KeGe9uJ pic.twitter.com/cDIKKzsUqB
— National Hurricane Center (@NHC_Atlantic) November 17, 2024
Mientras tanto, el norte de Honduras aún no está fuera de peligro. El Centro espera que “Sara” arroje hasta ocho cm de lluvia allí, pero algunas áreas podrían ver totales de hasta un metro, con “inundaciones catastróficas y potencialmente mortales” aún posibles.
Los residentes de la comunidad de Potrerillos, que se encuentra en una llanura tropical en el noroeste de Honduras, fueron evacuados de sus hogares debido al sistema meteorológico, y algunos buscaron refugio en una escuela convertida en albergue.
El domingo, alimentos, bolsas de plástico llenas de ropa, electrodomésticos y otras cosas llenaban el albergue mientras la población esperaba para decidir qué hacer después de que un río inundara sus hogares.
La comunidad, sin embargo, ya enfrentó ese dilema. Fue devastada en noviembre de 2020, cuando las tormentas “Eta” e “Iota” pasaron por Honduras después de tocar tierra inicialmente en Nicaragua como poderosos huracanes de categoría 4.
El norte de Honduras recibió lo peor de las tormentas con lluvias torrenciales que provocaron inundaciones que desplazaron a cientos de miles. “Eta” sólo fue responsable de hasta 76 cm de lluvia a lo largo de la costa norte.
“Esta inundación que hubo ahorita es pequeña comparada con la de “Eta” y “Iota”. Esto aquí estaba lleno de gente, pero ahorita son pocos los que están albergados aquí”, dijo el residente Israel Martínez mientras señalaba alrededor del albergue donde se reubicó después de las tormentas de 2020 y nuevamente este fin de semana.