La tensión en Tijuana por el arribo de miles de migrantes sigue creciendo. Este domingo dos marchas se registraron para mostrar, una, su rechazo a los centroamericanos; y la otra, para manifestarse en contra de la discriminación hacia los migrantes.
En tanto, ayer agentes de la Policía Federal comenzaron a colocar un muro metálico en la garita de San Ysidro, en la ciudad de Tijuana, en la frontera de México con Estados Unidos. A esa zona han arribado unos 3 mil migrantes y se calcula que en los próximos días podrían sumar más de 10 mil. La colocación de la valla forma parte de un operativo preventivo implementado por la Policía Federal ante el arribo de lo miles de centroamericanos.
Con información de Lourdes Loza Romero, de Zeta; y Julie Watson, de AP
Tijuana, 18 de noviembre (Zeta/AP/SinEmbargo).- El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este domingo que las caravanas de migrantes están “causando crimen y grandes problemas” en México y citó al Alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, quien en días pasados aseguró que la ciudad no está lista para recibir a los centromericanos. Hoy, Trump dijo que Estados Unidos tampoco lo está y les exigió volver a casa.
“El Alcalde de Tijuana, México, acaba de afirmar que ‘la ciudad no está preparada para esta cantidad de migrantes, el atraso podría durar 6 meses’. De la misma manera, Estados Unidos no está preparada para esta invasión, y no lo tolerará. Están causando crimen y grandes problemas en México. ¡Vayan a casa!”, escribió el Presidente de Estados Unidos en su cuenta de Twiter este domingo.
The Mayor of Tijuana, Mexico, just stated that “the City is ill-prepared to handle this many migrants, the backlog could last 6 months.” Likewise, the U.S. is ill-prepared for this invasion, and will not stand for it. They are causing crime and big problems in Mexico. Go home!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 18 de noviembre de 2018
Trump hizo referencia a recientes declaraciones del Alcalde de Tijuana quien ha calificado la llegada de los inmigrantes como una "avalancha" que la ciudad no está preparada para soportar, calculando que permanecerán en Tijuana durante al menos seis meses en lo que aguardan a presentar sus solicitudes de asilo.
“No estamos preparados para recibirlos”, dijo Juan Manuel Gastélum.
Sin embargo, el pasado 16 de noviembre, Gastélum respaldó el rechazo de algunos ciudadanos de Tijuana quienes se han manifestado en contra del arribo de los migrantes. El Edil de extracción panista llamó a los centroamericanos “violentos” y “mariguanos”.
En una entrevista con Milenio, el Alcalde también advirtió que cualquier migrante que “no respete la ley o la tranquilidad de los tijuanenses, será presentado al Instituto Nacional de Migración (INM) para que se aplique la ley y sea regresado a su lugar de origen”.
“Queremos que se les aplique el 33 constitucional, Tijuana es una ciudad de migrantes, pero no los queremos de esta manera, fue distinto con los haitianos, ellos llevaban papeles, estaban en orden, no era una horda, perdóname la expresión y Derechos Humanos se me va a echar encima, pero los derechos humanos son para los humanos derechos”, afirmó al medio.
MARCHAN A FAVOR Y EN CONTRA
La tensión en Tijuana por el arribo de miles de migrantes sigue creciendo. Este domingo dos marchas se registraron en Tijuana para mostrar, una, su rechazo a los centroamericanos; y la otra, para manifestarse en contra de la discriminación hacia los migrantes.
A pesar de que muchos en esa ciudad han expresado su solidaridad con el calvario de los migrantes e intentan ayudarlos, algunos lugareños les han gritado insultos, aventado piedras e incluso golpes.
Este domingo decenas de ciudadanos se congregaron en la plaza Glorieta Cuauhtémoc para mostrar su rechazo ante la llegada de la caravana de migrantes.
Tal y como han expresado en días pasados, los inconformes aseguraron que los centroamericanos se van a quedar en la ciudad y eso podría afectarlos de diversas formas.
A pesar de los llamados de la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación, para detener las expresiones de odio un grupo de personas se manifestó con gritos como “no a la invasión” y “primero México”.
Los inconformes criticaron que las autoridades locales y federales apoyen a los miles de migrantes y que "dejen de lado" a las personas que viven en situaciones precarias en el país.
Meintras, alrededor de 40 personas se juntaron también en la glorieta de “Las Tijeras” para manifestarse en contra del discurso discriminatorio que una parte de la sociedad ha mostrado hacia los migrantes.
Algunos de los integrantes de la manifestación señalaron que no todos lo migrantes son violentos o vienen a dañar a Tijuana, como se ha mencionado, sino que se trata de personas que han tenido sufrimiento y vienen buscando mejorar su condición de vida.
“No al discurso de odio, respeto a la dignidad humana”, “Tijuana, casa de los migrantes”, “Alto al racismo y la xenofóbia”, son los mensajes que los manifestantes mostraron en sus pancartas.
Dentro del grupo se integró otro contingente de la comunidad LGBTI de Tijuana, quienes vienen apoyando a los migrantes debido a que en esta caravana hay también integrantes de esta comunidad centroamericana.
MIGRANTES NO SE SIENTE BIENVENIDOS
Muchos de los casi 3 mil migrantes centroamericanos que han llegado a la frontera de México con California dijeron el sábado que no se sienten bienvenidos en la ciudad de Tijuana, a donde se dirigen cientos de migrantes después de más de un mes de trayecto.
La gran mayoría acamparon ahí en un complejo deportivo, durmiendo en un campo de béisbol de tierra y bajo las gradas con vista a los muros de acero con alambre de púas en la cima en la recién reforzada frontera entre Estados Unidos y México. La ciudad abrió el complejo después de que otros refugios se llenaron hasta el límite de su capacidad.
Algunos grupos eclesiásticos proporcionaron duchas portátiles, sanitarios y lavabos, además de repartir café y donas. El Gobierno federal calcula que pronto podría haber más de 10 mil migrantes en Tijuana.
POLICÍA FEDERAL LEVANTA MURO
A la par, entre el desconcierto de comerciantes y automovilistas, elementos de la Policía Federal colocaron este sábado un muro metálico en el lado izquierdo y en partes de acceso peatonal de la garita de San Ysidro como medida preventiva ante un posible cruce de migrantes centroamericanos.
Los comerciantes de la zona comentaron que las vallas metálicas de color negro, de una altura aproximada de tres metros, se comenzaron a instalar alrededor de las 3 de la tarde de ayer sábado.
Desde el domingo 11 de noviembre llegaron los primeros de cientos de migrantes centroamericanos a Tijuana, todos con la intención de cruzar a Estados Unidos y solicitar asilo humanitario.
La colocación de la valla forma parte de un operativo preventivo implementado por la Policía Federal para evitar que los migrantes crucen hacia la Unión Americana.
Los comerciantes se mostraron molestos, dado a que algunos tendrán que mover sus carros de venta de comida porque su espacio para laborar se vio reducido, pero también se muestran comprensivos al considerar que es una medida de seguridad también para ellos.
Por su parte, algunos automovilistas manifestaron no estar de acuerdo con estas medidas porque consideran que entorpecerán el flujo vehicular del cruce fronterizo.
Las vallas, hasta las 7:30 de la tarde, se había colocado en la parte izquierda del cruce vehicular, otro muro se elevó entre el área de comercios de artesanías y el puente peatonal, y un tercero cerca del cruce peatonal.
De acuerdo a algunas declaraciones extraoficiales, las obras de instalación podrían continuar este domingo dejando algunas áreas libres para los cruces peatonales y vehiculares.
"NOS TRATAN COMO ANIMALES"
Ivis Muñoz, de 26 años, ha considerado volver a Honduras. El granjero cafetalero llamó el sábado a su padre en Atima, Honduras, para hablar de su siguiente paso después de que unos locales lo atacaron en una playa de Tijuana. Su padre le dijo que resistiera.
Muñoz tiene una bala en la pierna. El miembro de una pandilla le disparó hace un año y lo amenazó con matarlo si volvía a verlo. Muñoz dijo que más tarde se enteró que su novia lo había estado engañando con el pandillero.
Tiene miedo de ir a casa, pero en Tijuana no se siente bienvenido.
Muñoz dormía en una playa de Tijuana junto con otras dos docenas de migrantes, cuando comenzaron a caer piedras del cielo alrededor de las 2 de la mañana del pasado miércoles. Escuchó a alguien gritar: “¡No los queremos aquí! ¡Regresen a su país!” Muñoz y los demás se levantaron y corrieron en busca de resguardo, dirigiéndose a las calles de una zona residencial cercana. Al salir el sol, abordaron un camión hacia el centro de Tijuana. Ahora permanece en el complejo deportivo.
“No sé qué hacer”, dijo Muñoz. Teme que Estados Unidos no le otorgue el asilo, y será deportado si intenta ingresar al país sin autorización.
Carlos Padilla, un migrante de 57 años procedente de Progreso, Honduras, dijo que un habitante de Tijuana le gritó “los migrantes son cerdos”, mientras caminaba hace poco por una calle. No respondió. “Nosotros no venimos a causar problemas, venimos con amor y con la intención a pedir asilo”, dijo. “Pero nos tratan como animales aquí”.
Padilla dijo que lo más probable es que regrese a Honduras en caso de que Estados Unidos rechace su solicitud de asilo.
OTROS VECINOS SE SOLIDARIZAN
“Pobre gente ha dejado su país y están en un lugar desconocido”, dijo María de Jesús Izárraga, de 68 años y quien vive a dos cuadras del complejo.
Mientras Izárraga hablaba a la puerta de su casa, un hombre la interrumpió para pedirle dinero para comprar un plato de frijoles. Dijo que llegó con la caravana y tenía ampollas en los pies. Ella le dio algunos pesos y continuó hablando. “Espero que se arregle todo esto de la mejor manera posible”.
A las afueras del complejo, una larga fila de migrantes serpenteaba a lo largo de la calle para recibir donativos de ropa mientras llegaban al lugar enormes hieleras con botellas de agua donadas por grupos de caridad.
Felipe Garza, de 55 años, reconoció que muchos en la ciudad no quieren ayudar, mientras él y otros voluntarios de su iglesia servían café y pan a los migrantes en el improvisado albergue. “Es incómodo recibir a una multitud grande de gente, pero es una realidad que se tiene que atender”, declaró.
Garza prometió que si los centroamericanos se comportan, Tijuana los acogerá como hizo con los miles de haitianos que llegaron en 2016. Desde entonces, esos haitianos han abierto restaurantes, estéticas y se han inscrito en universidades locales.
El agente de policía Víctor Coronel está de acuerdo, pero se pregunta a cuántos más puede recibir la ciudad. “La única cosa que podemos hacer es esperar a que al presidente Trump se le abra su corazón un poquito”, comentó.