La noche de este viernes se reunieron en un restaurante de la capital de la Ciudad de México tres de los aspirantes a una candidatura presidencial: Margarita Zavala, que va por la vía independiente; Miguel Ángel Mancera, actual Jefe de Gobierno en la Ciudad de México, y Rafael Moreno Valle, ex Gobernador de Puebla.
La foto dice que el Frente Ciudadano por México (PRD-PAN-PC) está en un momento de ruptura. Los perredistas culpan a una sola persona: Ricardo Anaya.
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Ciudad de México, 18 de noviembre (SinEmbargo).- La foto difundida en redes sociales sobre el encuentro entre Margarita Zavala, Rafael Moreno Valle y Miguel Ángel Mancera ha significado una enorme sacudida para el Frente Ciudadano por México. Hay dos abiertamente inconformes con Ricardo Anaya, presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), sonriendo y viéndose a los ojos. También está, atento, el seguro candidato de la Partido de la Revolución Democrática (PRD), Miguel Angel Mancera, Jefe de Gobierno de la capital.
Los tres aspiran a la candidatura presidencial. Y a los tres los une algo más: el ausente en la foto, Ricardo Anaya Cortés. Con distintos matices, pero los tres consideran que Anaya ha llevado demasiado lejos su ambición personal.
Hoy mismo, el Jefe de Gobierno de la capital mexicana ha exigido al Frente que se decida cuanto antes el método de selección de candidato. En realidad, el que detiene la designación del método es el PAN.
“Al jefe lo invitaron ellos dos. El jefe no los buscó. Si le preguntas a ellos a quién prefieren de Mancera y Anaya, van a decidir por Mancera. Es claro lo que los une en la foto”, dijo a SinEmbargo, esta mañana de sábado, una fuente cercana a Miguel Ángel Mancera.
“Lo que te quiero decir es que Anaya no tiene la mayoría del PAN. Margarita y Moreno Valle tienen sus propios grupos adentro. Entonces, si no tienes la mayoría del PAN, ¿qué ofreces al PRD? Quiere ofrecerle muy poco, muy por debajo del valor del PRD. Y eso de querernos chamaquear no se vale, y no va a suceder. No nos van a amagar con que si no apoyamos al muchacho en lo nacional, no nos apoyan en la Ciudad de México”, dijo.
“Hay tiempo para la negociación. Quedan quince días. Pero en eso estamos detenidos”, agregó la misma fuente.
Otra señal: Héctor Bautista, líder de ADN, dijo en un desplegado publicado esta semana que, básicamente, si el Frente se atora, la alianza por la capital sigue su curso con otras fuertes políticas... sin el PAN.
Y el PAN, en la capital, es muy poca cosa.
El mensaje de Bautista dice algo más: que el PRD está abierto a una alianza de “todas las izquierdas”. ¿Eso incluye a Morena? Sí, dijo la fuente, aunque no era necesaria la confirmación: si lo dice Bautista, lo dice Héctor Serrano, el operador político de Mancera. Y si lo dice Serrano, lo dice el Jefe de Gobierno.
“Si algún poder político [el PAN] quiere imponer su peso electoral, cargará con el peso de la ruptura del Frente. El señor Anaya lo que quiere es que no haya método de elección y quedarse él con la candidatura del Frente. Quiere que su consejo, argumentando que es mayoría, lo designe. Anaya es quien está rompiendo esta alianza. Mancera lo que quiere es un método claro, el que quieran, el que deseen. Pero Anaya quiere un dedazo”, agregó la fuente.
“Lo que no puedes hacer es decir que tu consejo quiere un panista como candidato presidencial, y resulta que ‘ese panista soy yo’”, agregó.
En la foto aparece Margarita Zavala. El 6 de octubre pasado, la esposa del ex Presidente Felipe Calderón presentó su renuncia al PAN y anunció su desacuerdo con Anaya y su registro como precandidata independiente a la Presidencia. Pero las últimas encuestas revelan que la jugada no tuvo el efecto esperado. En algunas aparece con hasta seis puntos en las preferencias electorales.
El segundo en la foto es el ex Gobernador de Puebla, quien también ha tenido meses complicados. Por un lado, la entidad que gobernó se ha descompuesto drásticamente: los grupos de análisis financiero le atribuyen haber dejado una deuda oculta mientras crece en duda sobre el uso de los recursos en su gestión. Las cifras muestran que la violencia y el robo de combustibles en esa entidad se dispararon. Moreno Valle apenas pinta en las encuestas.
Y luego está Mancera el tercero en esa mesa. Su candidatura en el PRD está casi garantizada. Su competencia es Silvano Aureoles, a quien se le vincula con Moreno Valle y con el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Entre Aureoles y casi cualquier otro aspirante hay un abismo. Sus posibilidades son casi nulas.
De la mesa, Mancera es el que tiene la estructura partidista más sólida. Margarita apenas tendrá tiempo para garantizar las firmas de su candidatura, y Moreno Valle no tiene control de la estructura del PAN.
Mancera, quien es promotor de la coalición de fuerzas para la elección presidencial, es el único ahí que puede hacer funcionar o no el Frente Ciudadano. Pero el Frente tiene un problema: necesita del PAN para redondear números competitivos. Y en el PAN ya sólo manda uno: Ricardo Anaya, quien quiere ser candidato.
“Anaya quiere que Anaya sea candidato, sin más. El Frente no va a caminar por allí”, dijo la fuente.
El ausente de la foto, Anaya, es el que tiene más significado. Los tres en la mesa, con distintos tonos y sutilezas variadas, lo acusan de querer una alianza opositora para beneficiar su propia candidatura presidencial. Lo acusan de jugar como presidente nacional del PAN y como precandidato.
Y, concretamente, el PRD lo acusa de querer imponerse en el Frente como candidato.
El 4 de septiembre de este año, PAN PRD y Movimiento Ciudadano registraron ante el INE la coalición con la que irían juntos por la Presidencia. En las siguientes semanas han venido discutiendo las candidaturas en los estados a la vez que intentan una plataforma común con la ayuda de académicos, intelectuales y algunos miembros de la sociedad civil.
La foto, sin embargo, dice otra cosa. Adelanta una ruptura que, aunque no es definitiva, sí está encaminada.
La foto también señala que esta alianza, que quedó formaliza ante el INE, está muy lejos de ser un hecho.
Y que todavía hay fuerzas empujando hacía otros rumbos, y que el amarre final o lo que sea el acuerdo definitivo, dependerá de muchas variables que se siguen moviendo.
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