En México, los consumidores comienzan a gastar su presupuesto desde el mes de noviembre, aunque su mayor “desembolso” continúa siendo la época decembrina. Sin embargo, la mayoría compra a crédito lo que provoca que paguen más por los productos.
Ciudad de México, 18 de noviembre (SinEmbargo).– Estrategias como el Buen Fin, el adelanto en la entrega de aguinaldos y la anticipación de las ofertas previas a la temporada navideña, han provocado que el gasto de los consumidores se reconfigure y concentre en los meses de noviembre y diciembre cerca del 25 por ciento de su inversión total anual.
De acuerdo con datos del Grupo ACE, conglomerado de más de 70 marcas especializadas y distribuidas en centros comerciales, dichas tácticas mercantiles han generado que la curva de consumo inicie en el mes de noviembre y culmine a principios de enero.
En un análisis presentado en conferencia de prensa por la presidenta del grupo Melanie Devlyn, junto con el director ejecutivo, Gustavo Castro, y José Zaga, consejero de ACE, se mostró que de 2011 al 2014, años en los que se ha realizado el Buen Fin, el promedio de concentración de ventas anuales para el mes de noviembre es de 9.42 por ciento, mientras que en el tramo de 2008 al 2010 fue de 8.18.
Sin embargo, diciembre continúa como el mes favorito de los mexicanos para gastar y contraer deudas, con un 14.29 por ciento de la concentración de ventas.
Información de la compañía de investigación de mercado Nielsen, destaca que es durante diciembre cuando los hogares mexicanos gastan un 27 por ciento más que en el resto del año, la mayor parte invertida en ropa y calzado (21 por ciento), 17 por ciento al pago de deudas y apenas el 4 por ciento para salir de vacaciones.
Los juguetes son la categoría que concentra la mayor parte de estas ventas incrementales, es por ello que las familias con niños en casa elevan su gasto hasta en un 70 por ciento. Además, las bebidas alcohólicas, dulces, refrescos y electrodomésticos pequeños se ven favorecidos con el incremento.
¿INVERSIÓN O DEUDA?
Con sólo cinco años de existencia, el Buen Fin, la estrategia comercial impulsada por el Gobierno federal y cámaras empresariales para ofrecer a los consumidores ofertas y facilidades de pago durante un fin de semana largo, tiene entre sus principales propuestas los meses sin intereses, puntos al doble y bonificación de mensualidades en tarjetas de crédito.
Esto puede ser para algunos un arma de doble filo, pues de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), el 56 por ciento de los tarjetahabientes (9 millones) son “no totaleros”, es decir, tienen que pagar intereses por sus compras al no liquidar por completo el saldo o sólo depositar el mínimo.
El año pasado, la Asociación Nacional de Tiendas Departamentales y de Autoservicio (Antad) reportó ventas por 70 mil 700 millones de pesos durante el Buen Fin, de las cuáles 44.4 por ciento se pagaron en efectivo, 25.3 por ciento con tarjeta de crédito, 20.1 por ciento con tarjeta de débito y 10.2 por ciento con tarjeta de crédito departamental.
Este mismo fenómeno se extiende durante la época decembrina, en la que el 40 por ciento de las adquisiciones realizadas son con tarjeta de crédito, según el estudio “Compras de Navidad 2013: Intenciones y expectativas de los consumidores en México y Latinoamérica” de la firma consultora Deloitte.
Para evitar que una promoción se vuelva un martirio repartido a meses, la Condusef llama año con año a seguir algunas recomendaciones, como evitar el “tarjetazo” sin tomar en consideración la capacidad de pago, así como cubrir puntualmente los pagos, ya que cada vez que se deja de depositar a tiempo, la deuda aumenta y con ella trae un registro negativo del historial crediticio.
Asimismo, el organismo sugiere abonar más del mínimo señalado en el pago mensual, pues así se reducirá el monto y el plazo de la deuda, al tiempo que se mantendrá el control de las finanzas.
CAMBIOS EN EL MERCADO
Los representantes del grupo ACE, que dentro de sus compañías afiliadas tiene a Juguetrón, Martí, Domino’s Pizza, Nutrisa, Coach, Taco Inn y Steren, especificaron que esta modificación en el comportamiento de consumo en el país no significa precisamente un incremento en ventas sino más bien una “reconfiguración en las temporalidades, toda vez que el comportamiento en alzas en ventas ha sido estable y constante durante los últimos 10 años”.
Melanie Devlyn dijo que el comercio en México es “muy sensible” y responde a diversos factores que pueden hacer su comportamiento impredecible, tal como los fenómenos meteorológicos, las plazas comerciales de reciente apertura, la inseguridad en ciertas partes de la República y las fluctuaciones en el tipo de cambio.
En cuanto a este último aspecto, José Zaga, también director de la empresa de lencería Vicky Form, dijo que serán “más cautelosos en 2016”, aunque esperan sea un mejor año que 2015, el cual dejó un acumulado de ventas por debajo de las expectativas.
Dijo que en general, no hay industria que no se vea afectada por el tipo de cambio y el aumento de precios que trae consigo, aunque fueron reservados con su pronóstico de alza.