Jeniffer Thordike habló con SinEmbargo sobre su novela, una historia centrada en uno de los episodios más infames de la historia moderna del Perú: la esterilización forzada de miles de mujeres de las zonas más rezagadas que se implementó durante el Gobierno de Alberto Fujimori.
Ciudad de México, 18 de octubre (SinEmbargo).– Con la muerte de Alberto Fujimori, ocurrida el pasado 11 de septiembre, se cerró un capítulo en la historia moderna del Perú, uno en el cual este dictador quedó impune en la esterilización forzada de miles de mujeres de los extractos más rezagados del país, un episodio que la escritora Jennifer Thorndike retrata en su novela Nuestras mujeres, editada por el Fondo de Cultura Económica.
“Con Alberto Fujimori ya no no presente en este mundo no va a ser juzgado y las mujeres no van a tener justicia”, platicó la autora a SinEmbargo sobre esta novela en la que se narra la historia de Ana y Ricardo, dos médicos que viven a salto de mata luego de haber formado parte de estas campañas emprendidas por el Gobierno del Perú.
No obstante, Thorndike aclara que si bien el hecho histórico de las esterilizaciones forzadas la novela es ficción. ”Yo creo que la relevancia que sigue teniendo hasta este momento lo sucedido. Alberto Fujimori acaba de fallecer, hace muy poco y él fue juzgado por varios de sus crímenes, pero no por el de las esterilizaciones forzadas”.
“De hecho las mujeres y los colectivos que trataron de llevarlo a juicio por este caso fueron rechazados, si no me equivoco entre 7 y 8 veces, los casos fueron rechazados a pesar de que ha habido muchísima investigación y muchísimos testimonios de mujeres valientes que han salido a decir los que pasó lo que sucedió durante estos años en los cuales se estableció esto”, ahondó la escritora.
Jennifer Thorndike platicó cómo en las investigaciones, han salido algunos nombres de algunos médicos que participaron en estas atrocidades, no obstante sus personajes provienen totalmente de la ficción. “Eran muchos médicos y eran médicos que estaban actuando bajo este este que no era público, se sabía que estaba sucediendo, pero siempre fue un plan que se decía que las mujeres tenían control, y que ellas podían decidir y obviamente siempre se mantuvo la idea de que ellas accedieron a la operación de ligadura de trompas”.
En cuanto a los protagonistas de su novela, comentó que Ana, la narradora, a diferencia de Ricardo, con quien vive en el exilio practicando abortos clandestinos, empieza a reflexionar sobre lo que ha hecho y empieza a enfrentar a sus demonios. Ricardo no pasa por ese proceso y sostiene durante la novela que lo que hicieron estaba bien y exhibe su fascinación por el dominio de los cuerpos. “Hay un proceso en ella de intentar entender por qué lo hizo, tratar de justificarlo y sentirse culpable de lo que hizo, Entonces es un personaje que tiene muchas facetas mientras que Ricardo sigue pensando que lo que hizo estaba bien”, comentó.
