En el quinto día de protestas en varias estaciones del Metro, con centenares de jóvenes colándose sin pagar, causando destrozos y enfrentándose a la Policía, los disturbios fueron en aumento hasta provocar el caos en varios puntos de la ciudad, entre los desórdenes y la masa de personas que quedó sin locomoción.
Santiago de Chile, 18 oct (EFE).- Las protestas por el alza del precio del boleto del Metro de Santiago se extendieron a lo largo de este viernes por toda la ciudad con destrozos y actos violentos en las calles, lo que motivó el cierre de todas las líneas del suburbano y dejó a miles de personas sin forma de movilizarse.
En el quinto día de protestas en varias estaciones del Metro, con centenares de jóvenes colándose sin pagar, causando destrozos y enfrentándose a la Policía, los disturbios fueron en aumento hasta provocar el caos en varios puntos de la ciudad, entre los desórdenes y la masa de personas que quedó sin locomoción.
La céntrica Plaza Italia, lugar habitual de protestas sociales en Chile, tiene las calles cerradas al tráfico con barricadas de vallas metálicas y algunas hogueras.
La imagen se repite en varios puntos de la capital chilena, con destrozos en el mobiliario externo de las estaciones de metro y enfrentamientos con la Policía.
El ministro del Interior, Andrés Chadwick, tras una reunión de varias horas con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, invocó a ley de seguridad del Estado, una legislación que regula los delitos contra la seguridad interior del país y que endurece las penas.
El ministro condenó la violencia que se ha provocado y dijo que se trata de "hechos de vandalismo que están ejecutados por grupos organizados".
Asimismo, la autoridad anunció que se reforzó la presencia de efectivos policiales del cuerpo de Carabineros para proteger el orden público.
Por su parte, la ministra de Transporte de Chile, Gloria Hutt, dijo que los "graves deterioros" que se han producido en el sistema de Metro impiden su funcionamiento de forma "segura y normal", por lo que ha habido que suspender las operaciones.
La suspensión se mantendrá hasta que se puedan hacer las reparaciones pertinentes para recuperar el servicio, agregó la ministra, que estimó que esto pueda lograrse la próxima semana, de forma gradual.
Para paliar la falta de locomoción que produce este medida, anunció que se ha reforzado la flota de autobuses con 700 unidades que replicarán por carretera las líneas de Metro.
El detonante de las protestas fue el alza de 30 pesos en el precio de los boletos del metro decretado hace dos semanas, hasta los 830 pesos actuales (unos 1,2 dólares) en hora punta.
La indignación de los usuarios aumentó con las declaraciones del ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, que instó a los pasajeros a madrugar para aprovechar la tarifa baja que rige entre las 6 y las 7 de la mañana.
Los protagonistas de las protestas son principalmente estudiantes de secundaria y universitarios, aunque otras personas se han sumado al llamado a evadir el pago del pasaje.
La mayoría de las movilizaciones de rechazo al alza de los boletos han consistido en evasiones masivas y en levantar las mamparas de cobro para que los pasajeros ingresen a los andenes sin pagar.
La Policía, por su parte, ha actuado con contundencia para detener a los manifestantes y ha empleado gases lacrimógenos dentro de las estaciones, en algunos vagones del metro y en la calle.
Metro de Santiago es una empresa privada en cuya propiedad participa el Estado chileno, y el precio de los boletos lo fija un panel de expertos con base en varios indicadores, como la inflación, el costo de los suministros para su operación y el tipo cambio, entre otros.