Cuando conoció El Vaticano, el púgil pidió tener un encuentro con Juan Pablo II al grupo que lo acompañaba, pero no quería que fuera una misa sino una plática privada.
Ciudad de México, 18 de octubre (AS México/SinEmbargo).- Durante la década de los 90, Julio César Chávez tuvo la oportunidad de conocer al Papa Juan Pablo II en el Vaticano. Y además se dio tiempo para inhalar cocaína en el baño de la recámara del Pontífice.
El pasaje se relata en el libro Julio César Chávez: La verdadera historia, según lo da a conocer la revista Quién, en su edición digital, misma que reproduce algunos fragmentos del ejemplar.
Según el relato del medio de comunicación, luego de una serie de peleas celebradas en el año 1995, y después de haber perdido su récord invicto contra Frankie Randall, situación que lo lastimó en su vida personal, Chávez hizo una pausa en su carrera y realizó un viaje por Europa.
Cuando conoció Roma, el púgil pidió tener un encuentro con Su Santidad al grupo que lo acompañaba, pero no quería que fuera una misa sino una plática privada.
El Papa accedió a tener un encuentro con Julio César tras el apoyo que recibió el exboxeador por parte de las altas esferas a las que conocía.
Durante el momento en el cual Juan Pablo II y Julio César Chávez se conocieron, el mexicano le pidió al Pontífice que le mostrara su recámara, luego le solicitó permiso para usar el baño y "entró, mirando al techo para exclamar, de acuerdo a su hermano Rodolfo (Chávez): 'Discúlpame, Diosito -se dijo entre dientes- perdóname'", relata la revista Quién.
"Mi hermano sacó de su pantalón un papel que envolvía cocaína, la distribuyó sobre el mármol del lavado para después inhalarlo, dejando completamente limpia el área del lavamanos. Julio jaló la palanca del excusado para que pensarán que entró al baño por otra cosa. Volvió con Juan Pablo II y pasaron a otro recinto del Vaticano", reproduce Quién.