En el encuentro el cineasta estadounidense relató su infancia en el barrio de Little Italy de Nueva York, una época marcada por las crisis de asma que padece y que siguen siendo un factor limitante en su vida.
Gijón, España, 18 de octubre (EFE).— El cineasta estadounidense Martin Scorsese afirmó hoy que las escuelas de cine “son extraordinarias”, pero “nadie puede a enseñar a hacer una película”, dado que la clave es contar con “entusiasmo, capacidad y destreza” y “tener que decir algo”.
“Da igual a qué escuela de cine asistas, eso tiene que venir del estudiante”, dijo durante un encuentro con el público en la ciudad española de Gijón (norte de España), donde hoy se le rinde homenaje antes de recibir el próximo viernes el Premio Princesa de Asturias de las Artes.
En dicho acto, Scorsese aseguró que “si necesitas” decir algo siempre se va a encontrar “la manera de hacerlo” a través del cine.
En el encuentro el cineasta estadounidense relató su infancia en el barrio de Little Italy de Nueva York, una época marcada por las crisis de asma que padece y que siguen siendo un factor limitante en su vida.
“Me daban ataques de asma y me llevaban mucho al cine”, explicó.
Scorsese explicó que cuando era joven “el crimen formaba parte del estilo de vida” de la época y que el “único retiro” era acudir a la iglesia, donde fue monaguillo y descubrió la “sensación tranquila y de paz”.
“Los sueños existían en la iglesia y en los cines”, dijo, y recalcó la importancia que tuvo ha tenido para él su vocación religiosa y su “vida espiritual”.
Dos días antes de recibir el Premio Princesa de Asturias de las Artes como “figura indiscutible del cine contemporáneo”, el cineasta reconoció que su primera película, “Malas Calles”, lo cambio todo y fue la “mejor época” de su vida a nivel profesional.
Scorsese reconoció que ha tenido “mucha suerte” de haber trabajado con el actor Robert de Niro, con el que tiene una relación “telepática” y es el “único que realmente conoce de dónde soy”, y con Leonardo DiCaprio, quien le sacó “una nueva energía”.
El cineasta dijo también que Francis Ford Coppola era “el padre” de los nuevos directores de su época, “un grupo de chicos que acudían a cenas para conseguir dinero para las películas”.
A sus 75 años, el autor de Toro Salvaje también manifestó que los documentales le han ayudado a contar “de otra forma las historias” y encontrar “una nueva narrativa”.
“El cine da educación acerca de las culturas de todo el mundo. Tienes que encontrar el alma del ambiente que se crea”, remarcó.
Sin sus tradicionales gafas de pasta, Scorsese advirtió de que la violencia de las películas de acción en los últimos 25 años está representada de una “manera abstracta” y “no se siente el impacto”.
“Te mantiene distante y te adormece. Las noticias son más violentas que eso”, admitió.
El cineasta se suma a la nómina de otros directores que también han recibido el Princesa de Asturias de las Artes, formada por Francis Ford Coppola (2015), Michael Haneke (2013) y Woody Allen (2002).