Durante los eventos que multilaterales que se realizan durante la 72 Asamblea General de la ONU, el caso mexicano fue puesto como uno de los ejemplos sobre la falta de regulación en materia de derechos humanos de las empresas.
En la reunión multilateral se aprobó la “Elaboración de un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre las empresas transnacionales y otras empresas con respecto a los derechos humanos”, contó con el voto de 20 miembros de los 45 que componen el Consejo de Derechos Humanos, 14 votaron en contra y 13 se abstuvieron.
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Nueva York, 18 de septiembre (SinEmbargo).- La falta de regulación sobre las empresas transnacionales ha dejado efectos devastadores en México. Un grupo de trabajo en las Naciones Unidas (ONU) busca dar continuidad a una resolución que busca someter a las grandes empresas al imperio de los derechos humanos.
“En el caso de México, a través del Nafta y otros acuerdos, se volvió la economía que al punto tal que productos agrícolas entraron devastando una estructura productiva del campo mexicano basada en pequeños productores”, dijo Gonzalo Barrón, investigador asociado del Transnational Institute.
Actualmente, México renegocia el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, en un medio de un clima de incertidumbre por los constantes amagos del Presidente Donald Trump de abandonar este acuerdo.
Durante los eventos que multilaterales que se realizan durante la 72 Asamblea General de la ONU, el caso mexicano fue puesto como uno de los ejemplos sobre la falta de regulación en materia de derechos humanos de las empresas.
El Tratado de Libre Comercio generó en México una ola de economía informal. “Nosotros creemos que eso está en el origen del gran conflicto socioeconómico”, dijo Berrón, quien trabaja en la llamada Campaña para desmantelar el poder corporativo y poner fin a la impunidad.
Ecuador y Sudáfrica fueron las dos misiones permanentes en la ONU que llamaron a enmarcar las actividades de las empresas transnacionales bajo los derechos humanos, conforme a la resolución 26/9 del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
“No puede ser que haya que perseguir a Chevron Texaco por todo el mundo para que indemnicen a los índigenas del amazona ecuatoriano”, dijo Berrón.
En el 2013, impulsaron por primera vez esta iniciativa. Un año más tarde, en julio del 2014, la resolución 26/9 fue aprobada por el Consejo de Derechos Humanos, en la que se estableció un grupo de trabajo para remediar las arbitrariedades de las empresas.
“Los estados miembros tienen que decidir cuándo se pondrán a negociar, y cuáles son las ventajas de este tratado. Hay un vacío legal que deja exentas a las transnacionales de su responsabilidad en este momento”, dijo Manuel Montes, del Centro de Financiamiento y Desarrollo del Sur.
Montes ejemplificó que en la India las mineras canadienses se han librado de su responsabilidad al operar por medio de subsidiarias, y la falta de leyes que castiguen estos atropellos en Canadá.
La resolución llamada “Elaboración de un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre las empresas transnacionales y otras empresas con respecto a los derechos humanos”, contó con el voto de 20 miembros de los 45 que componen el Consejo de Derechos Humanos, 14 votaron en contra y 13 se abstuvieron.
“Eso marca la cancha de cómo se producen las correlaciones de fuerza”, explicó María Fernanda Espinosa, Ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador.
En un comunicado pronunciado, el Gobierno de Sudáfrica manifestó su preocupación por la falta de los países desarrollados para impulsar estas regulaciones. Y crítico la capacidad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo para atender a las víctimas de la inequidad.
“Los vacíos han causado que malas prácticas de empresas internacionales queden en la impunidad afectando a las mujeres, niñas y niños, afrodescendientes, sólo por citar otros ejemplos”, dijo Espinoza.
La Ministra expuso el caso de Francia, quien pese a regular a las empresas, no desalentó las actividades empresariales, sino los encuadró en acuerdos mínimos de derechos humanos. Por lo que buscarán llevar el modelo al ámbito internacional.
El próximo octubre las sesiones para dar continuidad a esta regulación tendrán un seguimiento en la sede de la ONU en Ginebra, Suiza.