Veracruz es un estado con tradición artesanal en el que comunidades indígenas y mestizas manufacturan diversos tipos de utensilios, para cocina, objetos ceremoniales o figuras decorativas.
Ciudad de México, 18 de agosto (SinEmbargo).- El barro es uno de los materiales más importantes de la humanidad, que desde su descubrimiento sirvió para dar forma a diversas herramientas y recipientes; la invención de estos pudo darse de manera accidental al observar que los restos de barro endurecían al ser expuestos al calor.
Veracruz es un estado con tradición artesanal en el que comunidades indígenas y mestizas manufacturan diversos tipos de utensilios, para cocina, objetos ceremoniales o figuras decorativas. Estos objetos creados por los artesanos suelen destinarse, en parte, al consumo familiar, y otro tanto a la venta en mercados locales o regionales generalmente en regidos por el calendario festivo agrario y de las fiestas en honor a los difuntos.
La cerámica de la costa del golfo se desarrolló con una técnica, forma y diseño muy característico de la identidad de la zona; así los Olmecas, Totonacas y Huastecas que dominaron el territorio veracruzano mostraron su dominio del barro al modelar y moldear desde vasijas hasta instrumentos musicales, juguetes y efigies de sus dioses; tras la época colonial la alfarería se enriqueció de nuevas tecnologías y diseños; sin duda un aspecto destacado de las tradiciones de la entidad.
El trabajo artesanal se realiza con tiempo y dedicación, ya que el proceso de alfarería inicia con la materia prima, es decir, el barro, desengrasantes, engobes y tinturas; el artesano prepara una masa y construye el objeto cerámico mediante el modelado y moldeado, cuando esta fase está lista la pieza pasa a las decoraciones con patillajes, pincelados, engobes y esgrafiados y se deja secar. Para terminar la pieza entra en proceso de cocción al fuego para endurecerse.