El espionaje que se realizó en México habría sido superior al de otras partes del mundo y sólo se puede comparar con el de los Emiratos Árabes Unidos y Marruecos, con más de 10 mil objetivos, cada uno.
Ciudad de México, 18 de julio (SinEmbargo).– El espionaje a periodistas que se realizó en México en el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto habría sido mayor al anunciado en 2017 y abarcaría más de 15 mil personas, de las cuales 25 son periodistas, revelaron hoy la revista Proceso y el sitio Aristegui Noticias, ambos medios espiados por spyware Pegasus.
De acuerdo con el periodista Sebastián Barragán, de Aristegui Noticias, una investigación de Pegasus Project reveló por primera vez la existencia de más de 50 mil números telefónicos que fueron seleccionados con el objetivo de espionaje por los clientes de la compañía NSO Group, empresa líder en el mundo del ciberespionaje.
“A lo largo de la investigación se documentó que los operadores del sistema colocaron como blanco de espionaje a más de 500 diplomáticos, más de mil 200 funcionarios, alrededor de 250 defensores de derechos humanos y por lo menos 180 periodistas”, destaca el reportaje de Aristegui Noticias.
En el caso de México, añade, rebasa el número de teléfonos ingresados a este universo de información: más de 15 mil ingresos, una cifra muy alta a lado de las que se reportan en otras partes del mundo.
“El uso del programa espía en México sólo se puede comparar con el de los Emiratos Árabes Unidos y Marruecos, con más de 10 mil objetivos, cada uno. Ruanda aparece en un lejano tercer lugar con más de tres mil 500, mientras que Bahrein acumula casi tres mil”, detalla el periodista Sebastián Barragán.
La revista Proceso también da más detalles de este espionaje realizada en México por Peña Nieto. En una nota formada por el periodista Mathieu Tourliere detalla:
“En apenas un año y medio, agencias de su gobierno registraron en sus sistemas Pegasus los celulares de más de 15 mil personas, de las que se pudieron identificar por lo menos 25 periodistas –seis de ellos trabajaban entonces en Proceso y uno, el periodista guerrerense Cecilio Pineda Brito, fue asesinado algunas semanas después-, defensores de derechos humanos, sindicalistas, gobernadores, líderes religiosos, académicos, médicos, militares, personas menores de edad y más de 700 políticos y sus familiares, principalmente de partidos de oposición”.
Proceso menciona que durante un año y medio, agencias de Gobierno de Peña Nieto registraron, en promedio, más de 33 objetivos de ciberespionaje al día.
Pegasus es un programa desarrollado por la empresa israelí NSO Group, el cual permite a una agencia de Gobierno acceder a prácticamente toda la memoria del teléfono de un objetivo, incluyendo mensajes –SMS, Whatsapp y otras aplicaciones de mensajería– y correos.
Apenas el 15 de julio pasado Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos de México, dijo a The New York Times que Tomás Zerón de Lucio, detenido por tortura en caso Ayotzinapa, tenía conexiones con poderosas empresas israelíes que fueron las que le ayudaron a huir de México.
Mientras estaba en el cargo, Zerón autorizó la compra de decenas de millones de dólares en sistemas de vigilancia a empresas privadas de inteligencia. El Gobierno de Enrique Peña Nieto utilizó uno de los programas de vigilancia, Pegasus, desarrollado por el Grupo NSO de Israel, para atacar a periodistas, abogados y activistas, según descubrió una investigación de The New York Times.
México también desplegó el software espía Pegasus contra el equipo de investigadores internacionales traídos para llegar al fondo de la masacre de Iguala, donde 43 estudiantes fueron desaparecidos, como parte de una campaña del Gobierno para frustrar esa investigación.
GOBIERNO ESPÍA
En el 2017, se denunció que diversos periodistas, activistas y defensores de derechos humanos fueron espiados mediante Pegasus, un programa que había sido comprado por oficinas del Gobierno federal y media docena de estados del país.
Ante las críticas y las denuncias de diversas organizaciones sociales, el presidente Enrique Peña Nieto ordenó a la Procuraduría General de la República (hoy FGR) investigar el supuesto uso de este tipo de programas, aunque aseguró que su Gobierno no los ha usado para espiar a ciudadanos comunes.
La exfiscal general Arely Gómez, ahora secretaria de la Función Pública, reconoció que la PGR contaba con el programa pero sostuvo que durante su gestión siempre su utilizó conforme al marco legal.
Según las condiciones de venta del programa Pegasus, los gobiernos solo lo pueden utilizar para espiar en casos de sospecha de terrorismo y para perseguir criminales, como el caso de los cárteles del narcotráfico.
Personalidades como la periodista Carmen Aristegui y el director del Centro Prodh, Mario Patrón, son algunos de los que fueron espiados por Pegasus.