Durante las vacaciones a menudo se come fuera de casa, y casi siempre no se tiene a mano el cepillo para lavarnos los dientes, lo que provoca que se queden restos de comida. Esto, aunado al aumento de las temperaturas y una menor salivación bucal, puede provocar la aparición de bacterias en la boca que pueden dar lugar a patologías
Madrid, 18 de julio (Europa Press).- El hábito diario de lavarnos los dientes es clave para el cuidado de estos y de la salud bucal. Sin embargo, esta rutina se altera en verano, cuando cambiamos nuestros hábitos alimenticios y se pasa más tiempo al aire libre. Durante las vacaciones a menudo se come fuera de casa, y casi siempre no se tiene a mano el cepillo para lavarnos los dientes, lo que provoca que se queden restos de comida. Esto, aunado al aumento de las temperaturas y una menor salivación bucal, puede provocar la aparición de bacterias en la boca que pueden dar lugar a patologías tales como la caries o la gingivitis.
Para evitarlo, los expertos recomiendan cepillar los dientes después de cada comida y mantener la rutina de higiene bucal: cepillarse una media de tres veces al día, utilizar una pasta dentífrica con flúor, y el enjuague bucal dos o tres veces a la semana según recomendación del odontólogo.
“Muchas enfermedades bucodentales presentan signos poco evidentes a simple vista, y con una exploración rutinaria, se pueden detectar patologías como la caries o la gingivitis”, explica el doctor Carlos Pascual Atienza, especialista en Medicina Oral por la UCM y colaborador de Compromiso y Seguridad Dental.
Para evitar sorpresas desagradables, desde la asociación Compromiso y Seguridad Dental lanzan unos consejos para cuidar nuestra salud dental en verano:
– Ir al dentista antes de las vacaciones. Una visita al dentista antes de las vacaciones puede evitar que aparezcan molestias provocadas por caries u otras dolencias.
– Cepillar los dientes después de cada comida. En vacaciones a menudo se come fuera de casa en bares y restaurantes, así que es aconsejable llevar un cepillo de dientes de bolsillo que permita mantener una higiene dental correcta. Además, como se suelen cometer excesos con la comida y se pica más entre horas, en la medida de lo posible se debe seguir una alimentación sana que evite el riesgo de caries y enfermedades periodontales. Lo mismo ocurre con algunas bebidas, como son las gaseosas y alcohólicas.
– Combatir la sequedad bucal. Con el aumento de las temperaturas la boca, como el resto del organismo, puede sufrir sequedad. Aumentar el consumo de agua o bebidas sin azúcar y alimentos como frutas y verduras ayudará a mantenerla perfectamente hidratada.
– Atención a la sensibilidad dental. El consumo de bebidas y productos fríos como helados y granizados es una buena opción, pero hay que tener especial cuidado para evitar la sensibilidad dental, especialmente en las personas más propensas.
– Cuidar la boca de los más pequeños. Con las vacaciones aumentan las actividades y deportes al aire libre, lo que facilita los traumatismos dentales debidos a caídas y golpes. Los protectores dentales son una buena opción.
Todas estas medidas hay que extremarlas si se lleva ortodoncia, que exige un cuidado mucho más especial, siguiendo siempre los consejos del odontólogo.