Snyder es dueño de los Redskins desde 1999 y no ha dado indicios de que vaya hacer un cambio como sí lo hizo el equipo de Washington en la NBA en 1995. En aquel entonces, cambió de Bullets a Wizards.
Ciudad de México, 18 de junio (AP).– El debate reciente sobre el racismo ha derivado en que revivan las exigencias para que los Redskins de Washington cambien su nombre. Nativos estadounidenses consideran que el clima es propicio para la acción, pero no hay evidencias de que el dueño del equipo Dan Snyder esté contemplando esa posibilidad.
Se aliviaría la presión sobre los dueños de los otros 31 equipos y la propia oficina del comisionado de la NFL si Snyder cediera. Un portavoz de los Redskins dijo que el equipo no tenía comentarios sobre el tema, mientras que la liga no respondió de inmediato a las preguntas sobre el futuro del nombre.
“Seria más fácil si la NFL, como institución o corporación, ordenara el cambio, porque entonces restaría la presión al propio equipo de Washington y a Dan Snyder", dijo el miércoles Arianne Eason, profesora asistente de psicología en la Universidad de California en Berkeley.
Muriel Bowser, alcaldesa de Washington, D.C., consideró la semana pasada que el nombre era “un obstáculo” para que el equipo construyera un nuevo estadio en el distrito, probablemente en terrenos alquilados por el gobierno federal. El lugar del estadio anterior del equipo, RFK, es una opción, junto con sitios en los estados de Maryland y Virginia, a partir de 2027, cuando expire el contrato actual de arrendamiento en el FedEx de Landover, Maryland.
“Pienso que ya es tiempo para que el equipo lidie con algo que ofende a tanta gente”, dijo Bowser a la emisora Team 980. “Ésta es una gran franquicia, con una gran historia que es amada en Washington, y merece un nombre que refleje el afecto que hemos desarrollado por el equipo”.
Snyder es dueño de los Redskins desde 1999 y no ha dado indicios de que vaya hacer un cambio como sí lo hizo el equipo de Washington en la NBA en 1995. En aquel entonces, cambió de Bullets a Wizards.
En 2016, una encuesta del diario The Washington Post encontró que nueve de cada 10 nativos estadounidenses no estaban ofendidos por el nombre. Snyder dijo entonces que el equipo, los fanáticos y la comunidad consideraban que este mote “representa honor, respeto y orgullo”.
Un estudio de la Universidad de California en Berkeley, del que Eason es coautora, fue revelado a comienzos de este año. Otra autora es Stephanie Fryberg, profesora de psicología para la diversidad de la transformación social en la Universidad de Michigan.
La investigación reveló que 49 por ciento de los mil nativos estadounidenses entrevistados estuvo bastante de acuerdo o simplemente coincidió en que el nombre era ofensivo. Esa cifra se incrementa a 67 por ciento entre quienes se identifican claramente como nativos.
“¿Vas a hacer realmente una votación sobre si algo o no está bien? Si estás degradando y faltándole al respeto a alguien, no deberías hacerlo, aunque sean unas cuantas personas”, sentenció Ray Halbritter, representante de la Nación India Oneida y líder de la campaña para “Cambiar la Mascota”.
Desde la muerte de George Gloyd en Minnesota, han estallado protestas en todo el mundo. Buena parte de la conversación se ha centrado en el racismo sistémico y la brutalidad policial contra gente de raza negra en Estados Unidos.
“En buena medida, estamos en un momento de reflexión sobre las preocupaciones en torno de la equidad en este país”, dijo Fryberg “En algún momento, la NFL como organización va a tener que tomar una decisión sobre si los equipos como los Chiefs de Kansas City y el equipo de fútbol americano en Washington deben seguir discriminando sistemáticamente a los pueblos nativos”.
Adrian Peterson, corredor de los Redskins, dijo que continuaría con la protesta que Colin Kaepernick inició hace años, arrodillándose durante la interpretación del Himno Nacional para protestar contra la inequidad racial. El quarterback Dwayne Haskins participó en marchas y el entrenador Ron Rivera dijo que apoya a los jugadores en sus derechos fundamentales, consagrados en la Constitución.
La semana pasada, Rivera dijo que había lanzado un programa para dialogar con los jugadores y empleados en torno al racismo. Añadió que Snyder había donado 250 mil dólares para lanzar esta iniciativa.
Rivera, de ascendencia mexicana y puertorriqueña, es el único entrenador hispano en la NFL. La prensa no le ha preguntado sobre el nombre del equipo desde su contratación en enero.
Crystal Echo Hawk, fundadora y directora general de la organización sin fines de lucro IllumiNative, encabezada por nativos estadounidense, no quiere que estas etnias sean excluidas de las conversaciones sobre el racismo, y espera que los jugadores se unan a esta causa.
“Es realmente una oportunidad de educar a los jugadores, sin importar sus raíces, acerca de que, en este momento poderoso, cuando están haciendo lo correcto y adoptando una postura por la justicia racial, necesitan hacerlo también en este problema particular con la NFL”, comentó. “Tiene que haber una tolerancia cero hacia el racismo”.
Otros grupos han protestado contra distintos equipos deportivos. Echo Hawk considera que el “tomahawk” usado por los seguidores de los Bravos de Atlanta en el béisbol, así como otras imágenes alusivas a los nativos estadounidenses deberían ser erradicadas del deporte profesional.
Sin embargo, tanto ella como Halbritter se sienten particularmente ofendidos por la palabra Redskins, que significa “pieles rojas” y que “es un insulto racista, definido por el diccionario”.