En uno de los casos, entre los años 1970 y 2003 las autoridades de bienestar infantil de la ciudad en repetidas ocasiones concedieron la custodia de niños al pedófilo Fritz H., que vivía solo, pese a sus antecedentes penales. Los niños, algunos de apenas seis años, sufrieron horrores indescriptibles, violaciones y maltratos. Un niño discapacitado incluso murió estando bajo la custodia de Fritz.
Alemania, 18 de junio (RT).– El Partido Verde de Berlín pidió que se abra una investigación sobre un escándalo de abusos infantiles masivos que durante más de tres décadas, hasta 2003, involucró a niños adoptivos cuya custodia fue concedida a pedófilos con el conocimiento de las autoridades.
Según un nuevo informe publicado el lunes, las autoridades de educación y el Senado de Berlín occidental estaban al tanto de esa práctica, que fue “aceptada, apoyada y defendida” por políticos y académicos de izquierdas a lo largo de los años 70, 80 y 90 del siglo pasado.
“Había y hay redes”, dijo la política Marianne Burkert-Eulitz a Berliner Zeitung, que pide al Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y al Partido Democrático Libre (FDP) que se responsabilicen del escándalo.
En uno de los casos, entre los años 1970 y 2003 las autoridades de bienestar infantil de la ciudad en repetidas ocasiones concedieron la custodia de niños al pedófilo Fritz H., que vivía solo, pese a sus antecedentes penales. Los niños, algunos de apenas seis años, sufrieron horrores indescriptibles, violaciones y maltratos. Un niño discapacitado incluso murió estando bajo la custodia de Fritz.
Dos de las víctimas del hombre han demandado al Estado por el trauma que vivieron, pero el Senado de Berlín hasta ahora les ha negado un juicio, argumentando que los delitos habrían prescrito.
UNA RED DE INSTITUCIONES EDUCATIVAS
Fritz no fue el único pedófilo al que le fue confiado el cuidado de niños. El informe, compilado por investigadores de la Universidad de Hildesheim, descubrió que al menos tres pedófilos más recibieron la custodia de menores, mientras que una red de miembros de alto rango del Instituto Max Planck, la Universidad Libre de Berlín y la escuela Odenwald en Hesse supervisó el programa.
Los investigadores describieron el esquema como una “red entre instituciones educativas”. Todavía se desconoce el número exacto de víctimas, y muchos archivos relacionados con la red siguen clasificados por las autoridades municipales y estatales, pero los investigadores afirman que los servicios sociales permitieron a los pedófilos “cazar” con impunidad “en toda Alemania”.
UN PSICÓLOGO QUE ABOGABA POR LA PEDOSEXUALIDAD
El psicólogo Helmut Kentler, cuyo Centro Pedagógico de Berlín se encargaba de buscar padres adoptivos para los niños, se encuentra en el centro del escándalo. La institución de Kentler fue apoyada a finales de la década de 1960 por el Alcalde Willy Brandt, miembro del SPD. En sus cartas al Senado, Kentler avaló a Fritz como un “experto” en el cuidado de niños. El psicólogo también visitaba regularmente a los menores a los que cuidaban Fritz y otros pedófilos.
Sin embargo, Kentler difícilmente puede ser acusado de engañar a los políticos. El psicólogo fue un defensor abierto de la “pedosexualidad”, y durante toda su carrera profesional abogó por la normalización del sexo con niños. En 1999 declaró que la pedofilia “puede tener un efecto muy positivo en el desarrollo de la personalidad de un niño”.
Además, Kentler sabía que los padres adoptivos pedófilos probablemente tenían “una relación sexual” con los niños cuya custodia les encargaba, declarando explícitamente este hecho en un informe al Senado. Sus declaraciones al respecto no fueron cuestionadas por otros políticos. Los políticos que apoyaron a Kentler y a su institución podrían haber puesto fin a esta horrible práctica en cualquier momento, pero en lugar de ello la apoyaron, la promovieron y la defendieron.
Tanto Kentler como Fritz, así como los políticos que los apoyaron, ya murieron. Los documentos que detallan el alcance total de los abusos todavía están bajo llave en el archivo del Departamento de Educación de Berlín.
Los legisladores verdes exigen que sean revelados y que el escándalo de abusos se haga público en toda su depravación.