Trump se apresta a lanzar formalmente el martes por la noche su campaña 2020 en un acto en Orlando, Florida, donde los anunciadores dicen el Presidente tratará de establecer una conexión entre las promesas de su primera candidatura y sus objetivos para un segundo mandato.
WASHINGTON (AP) — El Presidente estadounidense Donald Trump capturó el Partido Republicano y la Presidencia en 2016 como un "insurgente" enfrentado al status quo. Ahora, cuando lanza su campaña de reelección, Trump se presenta nuevamente como un marginal, pero eso será algo mucho más difícil desde la Casa Blanca.
Trump se apresta a lanzar formalmente el martes por la noche su campaña 2020 en un acto en Orlando, Florida, donde los anunciadores dicen el Presidente tratará de establecer una conexión entre las promesas de su primera candidatura y sus objetivos para un segundo mandato. Sus promesas de sacudir el establishment son ahora más que un compromiso abstracto, aunque complicado por sus turbulentos primeros 29 meses en la presidencia.
Todo Presidente es inherentemente un iniciado. Trump ha estado en el cargo por más de dos años, viaja en el avión presidencial y cambia el curso de la historia con un tuit o una firma.
"Nos enfrentamos al establishment político fallido y restauramos el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo", dijo Trump en un video lanzado por su campaña el lunes. "Es el pueblo, ustedes son el pueblo, ustedes ganaron la elección".
Ese clarín populista fue el tema central de su aventura política inicial, cuando el empresario candidato atrajo a votantes desafectos que se sentían perjudicados por la dislocación económica y los cambios demográficos. Y él no tiene intención de abandonarlo, pese a que es el rostro de las instituciones que dice querer desafiar.
Los que llevan su campaña de reelección consideran que su versión del populismo, combinada con su lema de "drenar el pantano", aún tiene eco, pese a los estrechos lazos de su gobierno con cabilderos y empresas y los esfuerzos de la familia Trump para beneficiarse de la presidencia.
"Aún no es visto como un político", dijo Jason Miller, principal asesor de comunicaciones de Trump en 2016. "Los votantes no lo definen por el partido, lo definen por sus políticas y su mensaje de sacudir el estatus quo en Washington. Es la principal razón por la que ganó en estados tradicionalmente demócratas en 2016".
Los demócratas pronostican que Trump no conseguirá mantener la imagen de marginal.
"¿Cómo puedes decir: ‘Olvídense de los últimos dos años, él es un marginal’?", afirmó Karine Jean-Pierre, ex asesora de campaña de Barack Obama. "Las vidas de la gente son más duras debido a lo que ha hecho como presidente. Los votantes están prestando atención".